Un irregular Garin cae en su estreno en el Masters 1.000 de Cincinnati

El tenista nacional perdió en tres sets ante el esloveno Aljaz Bedene, en un partido donde cometió numerosos errores no forzados y también presentó molestias estomacales.



Christian Garin enfrentaba su regreso al circuito individual después de casi seis meses en el Masters 1.000 de Cincinnati, que por inédita oportunidad se disputa en el Billie Jean King National Tennis Center de Nueva York, el mismo sitio que alberga al Abierto de Estados Unidos.

La mayor incógnita para el chileno era ver cómo se encontraba luego de tan prolongado receso. Y si bien ayer había participado en el dobles, donde la exigencia es diferente, estaba la duda de su condición tenística en la competencia individual, donde enfrentó al esloveno Aljaz Bedene (61°), quien llegó al cuadro principal desde las clasificaciones. El resultado fue desfavorable para 18 del mundo, quien se inclinó por 6-4, 6-7 (8) y 6-0, en dos horas y 50 minutos.

Las dudas se reflejaron desde un inicio, ya que Gago tuvo muchas complicaciones con su servicio (a lo largo de la jornada, cometería 14 doble faltas). De hecho, en el primer juego sufrió un quiebre. Y si bien lo devolvió en el siguiente, nuevamente cedió su saque cuando fue su turno. Una oportunidad que su rival no dejaría escapar. Para colmo, hacia el final del primer set, sufrió malestares estomacales que mermaron su desempeño.

Un nuevo error no forzado con la derecha le facilitó un break en el inicio del segundo set al esloveno. Sin embargo, al igual que en el comienzo de la manga anterior, el pupilo de Andrés Schneiter recuperó su servicio. No obstante, fue una ilusión que se desvaneció rápidamente en el quinto juego, cuando Bedene nuevamente aprovechó las fallas del chileno y volvió a tomar la ventaja.

Y, a pesar de que Bedene perdió su saque, cuando iba a cerrar el partido, Garin no pudo aprovechar eso y en el turno siguiente sufrió un nuevo quiebre. “¡Un desastre!”, gritaba el chileno por los sucesivos errores en su juego. Pero pasó lo increíble: cuando todo parecía sentenciado, el Tanque volvió a quebrar y forzó el tie break. Ahí salvó un tercer match point y se quedó con el segundo set frente a un rival que evidenció una enorme fragilidad mental.

Lo que normalmente sucede en estos casos es que el perdedor del segundo set se desmorone anímicamente por dejar ir tantas chances. Sin embargo, aquí ocurrió todo lo contrario y el europeo fue el que mostró su mejor versión. Dos quiebres consecutivos le dieron demasiada ventaja ante el jugador nacido en Arica, que se vio muy estático a la hora de golpear la bola y con poca consistencia.

Después de su participación en el Masters 1.000 norteamericano permanecerá en la burbuja de Nueva York, para disputar en estas mismas canchas el Abierto de Estados Unidos, a partir del 31 de agosto.

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