El chico araña

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El jueves se estrena Spiderman, un nuevo universo, la última cinta animada sobre el primer superhéroe menor de edad del mundo del cómic. Aquí repasamos los orígenes del adolescente trepamuros.


Más parecido a un pirata, con una máscara que le cubría parcialmente el rostro, guantes, botas bucaneras, una pistola que disparaba una telaraña y grandes músculos que lo asemejaban al Capitán América. Así lucía el primer boceto del Hombre Araña que llegó hasta la mesa del guionista Stan Lee y que este rechazó de inmediato. No era la imagen que tenía en mente para su nuevo personaje. El creador detrás de los héroes más exitosos de la editorial Marvel, como Hulk, Iron Man y Los Cuatro Fantásticos, buscaba romper el molde. Ya no quería escribir historias para un adulto con superpoderes, sino para un chico común y corriente que debiera lidiar tanto con hacer la tarea, como con salvar al mundo.

Finalmente, la imagen del adolescente superhéroe pasó de las manos de Jack Kirby a las de Steve Ditko, un dibujante acostumbrado a darles vida a personajes más oscuros y misteriosos y que dotó a Spiderman de su hoy clásico traje ajustado rojo, máscara cerrada y grandes ojos blancos que le dieron un toque más siniestro, pero que no evitó que se transformara en uno de los más populares del mundo.

Spiderman debutó el 10 de agosto de 1962 en el número 15 de la revista Amazing Fantasy, y se robó de inmediato el cariño de los jóvenes lectores, quienes vieron en el adolescente Peter Benjamin Parker un espejo en el cual reflejar sus miedos y problemas, pero también sus sueños y esperanzas. Eso fue justamente lo que buscaba el hoy fallecido Stan Lee: darles protagonismo a los adolescentes que hasta entonces habían sido relegados en los cómics a ser los simples compañeros del héroe central, como sucedía con Robin y Batman, por ejemplo.

La historia del Peter Parker cumpliría, además, con la del héroe atormentado por una infancia marcada por la muerte de sus padres en un accidente de auto y la búsqueda de la propia identidad. El chico inteligente y responsable, bueno para las ciencias, es criado por su tío Ben y su tía May. Un día, durante un paseo escolar, es mordido por una araña radiactiva que le transfiere capacidades atléticas: agilidad y fuerza sobrehumanas, además de la facultad de lanzar telarañas desde sus muñecas y de aferrarse a las paredes. Rápidamente, Peter comienza a desarrollar sus nuevas habilidades que, de todos modos, no lograrían evitar la muerte de su tío, asesinado por un ladrón que casi logra escapar de su fechoría: "Un gran poder implica una gran responsabilidad", decía la frase que ya cerraba ese primer número del Hombre Araña y que luego se atribuiría al último consejo en vida que Ben le diera a su sobrino.

El próximo jueves, cuando se estrene en Chile la cinta animada Spiderman, un nuevo universo, los fanáticos se enfrentarán a un mundo donde el verdadero Peter Parker ha muerto, pero le sobreviven cuatro versiones en dimensiones paralelas, incluyendo al estudiante Miles Morales, mitad puertorriqueño y mitad afroamericano, llamado a ser el heredero más joven de Spiderman.

Con los años, Marvel vio crecer a su personaje, haciéndolo pasar de ser un nerd de secundaria a un profesor casado con su vecina de infancia, Mary Jane, y luego a un fotógrafo independiente; al igual que a su larga lista de enemigos, entre los que se cuentan el Doctor Octopus, el Duende Verde y Venom, todos con poderes especiales, aunque para la parte más íntima del Hombre Araña los primeros villanos siempre serán los chicos matones del colegio.

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