Beatriz Sánchez: "Una nueva Constitución no es un fetiche del Frente Amplio"

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La vocera del Frente Amplio analiza las más de dos semanas de movilizaciones que se han producido en el país y dice que el Presidente Piñera tiene la llave de la solución convocando a un plebiscito.


Dice que se "emociona y se le paran los pelos" cuando piensa en lo que ha pasado en Chile durante estas últimas semanas, sobre todo por la fuerza que puede tener la ciudadanía cuando se une por algo. La vocera del Frente Amplio y excandidata presidencial, Beatriz Sánchez, aborda las movilizaciones que se han generado en el país y se hace cargo de las críticas que han surgido hacia su conglomerado ante la crisis. Descarta completamente que hayan avalado la violencia, que se atribuyan el liderazgo de las movilizaciones y defiende la acusación constitucional contra el Presidente Sebastián Piñera.

La periodista repite una y otra vez que la llave de la solución de gran parte del conflicto que atraviesa Chile está en las manos del Mandatario si decide llamar a un plebiscito que se haga cargo de los temas que ha instalado la gente en sus protestas y de una nueva Constitución.

¿Usted veía venir este estallido social?

Desde hace harto tiempo, en Chile había mucha gente, entre ellos varios periodistas, creo que me incluyo humildemente, organizaciones sociales, la academia, algunos sectores políticos también, que venían advirtiendo de una desigualdad que es la herida principal de este país. Parte del Frente Amplio surge a propósito de esta misma discusión. Era nuestro diagnóstico cuando presentamos el programa el año 2017. Lo que no sabíamos era en qué momento iba a tener un estallido o qué es lo que iba a pasar. Nos impacta no solo la cantidad de gente, sino, además, el discurso tan claro que tienen, eso a mí me ha sorprendido mucho.

¿Cuál fue el punto de inflexión que generó esto?

Primero, es el pésimo manejo del gobierno. La desconexión con la calle, con lo que pasa en el día a día con la gente. Es una cuestión que estamos viendo desde hace varios meses, sobre todo en el discurso que tienen los ministros de Piñera, algunos que ya no están. La gente está poniendo el dedo en la llaga en cómo funciona nuestro sistema de vida, una vida absolutamente privatizada, y lo que está de fondo aquí es un cambio constitucional, ¿por qué? Si hablamos de terminar con las AFP, si hablamos de mejores salarios, si hablamos de una mejor salud, hay que cambiar la Constitución necesariamente.

Cuando se iniciaron las evasiones masivas en el Metro algunos dirigentes del Frente Amplio avalaron la desobediencia civil, ¿se sienten responsables con sus opiniones de lo que vino después con las movilizaciones?

Lo que se generó al inicio, las protestas de evasión masiva y que estaban bien organizadas, tenían que ver con un clamor de protesta popular a propósito de las alzas en el Metro. Hablar de responsabilidad es casi arrogarnos que nosotros tenemos que ver con esta gran movilización y la movilización es de la gente. Sería también asumir los éxitos de esta movilización y yo jamás podría tener esa pretensión.

¿Se ha señalado que el Frente Amplio no fue enfático en condenar las situaciones de violencia que se han generado en las manifestaciones, ¿se hace cargo de esto?

No, no me hago cargo de nada. Desde el día uno, y pueden ver los registros a través de las redes sociales y en medios de comunicación, condenamos la violencia. Lo hemos dicho en otras situaciones y lo volvemos a decir ahora. Hemos sido súper claros desde el principio en que con incendios y saqueos no se cambia Chile.

Usted dice que el Frente Amplio hizo el diagnóstico y propuso en su programa temas que hoy están sobre la mesa, entonces, ¿por qué la ciudadanía no optó por usted cuando fue candidata y terminó eligiendo a Sebastián Piñera?

Tengo dos lecturas: una más autocrítica y una menos. Lo primero es que nosotros nacimos el año 2017, mismo año de la campaña, llegamos a estar a un punto y medio de pasar a segunda vuelta y tiene que ver con ese mismo diagnóstico, y esas mismas propuestas hicieron mucho sentido en la gente que nos alcanzó a escuchar y nos alcanzó a ver. Y la autocrítica tiene que ver con eso mismo, tenemos que ser mucho más activos, claros y ágiles en llegar a distintos lugares.

Ha habido críticas, incluso internas, sobre el actuar del Frente Amplio ante la crisis, ¿han estado erráticos para enfrentar este proceso?

Como frenteamplistas somos bien autocríticos en general, no solo en esta coyuntura. Tenemos que ser mucho más claros, tener respuestas más rápidas. Pero frente a un estallido como este no sé quién está súper preparado para enfrentarlo. También reconocemos que a todos nos pilla, nos hacemos las preguntas sobre cómo acompañar al movimiento, cómo evitamos, lo que muchas veces ha pasado con los sectores políticos tradicionales, usurpar los movimientos y hemos tratado de ser súper cuidadosos en eso.

Pero se han visto distintas posturas, por ejemplo, no todos los partidos fueron a una reunión en La Moneda...

El Frente Amplio es un conglomerado y me parece interesante que tengamos diversidad de miradas. Esto de instalar esta especie de igualdad falsa, como que todos pensamos lo mismo, ya no es real. Hoy día la ciudadanía requiere mucha más transparencia y nunca le hemos tenido miedo a eso. Los que fueron el jueves a La Moneda no fueron a sentarse a la "cocina", sino a decir: abrimos canales de comunicación, pero para que integren a los otros sectores. Hemos ido escuchando a la gente en la calle, en marchas, en los cabildos; a las organizaciones sociales, y la respuesta que puede que haga hoy más sentido es el plebiscito.

En el plebiscito que proponen, ¿qué se quiere preguntar?

Hay varias ideas. Lo que sí hemos visto es que sería ideal un plebiscito no tan largo, pero que tuviera temas programáticos de definición inmediata y el tema constitucional.

¿Pero qué preguntas debería tener ese plebiscito?

Por ejemplo, ¿prefieres el sistema privado de pensiones u otro? ¿El salario mínimo tiene que estar por sobre la línea de la pobreza? ¿Debería el Estado fijar los precios de los remedios? Preguntas que tengan que ver con nuestra situación actual y, además, preguntar: ¿Nueva Constitución?

¿El plebiscito y la nueva Constitución son las respuestas para las demandas urgentes de la gente?

No voy a decir esta es la solución del conflicto, porque creo que hoy día nadie lo puede decir, pero es una de las vías en que aseguras participación. El Presidente tiene la llave para salir de la crisis, tiene la llave para avanzar a un plebiscito. El Presidente hoy puede llamarlo, ya toda la oposición está de acuerdo, si les dice a sus partidos, se vota.

El Frente Amplio encabeza dos acusaciones constitucionales, una contra el exministro del Interior Andrés Chadwick y otra contra el Presidente Piñera. A su juicio, ¿estás son vías para dar solución al malestar de la gente?

Los derechos humanos es uno de los grandes temas de estas movilizaciones. Lo que pasó en estos más de 15 días es que tuvimos a un Presidente que dijo que estábamos en guerra, y esa guerra que declaró terminó con 25 muertos, una cantidad enorme de heridos a bala, 130 personas que perdieron la visión completa o parcial de un ojo, una cantidad enorme de heridos a bala y balines. Ahí hay una responsabilidad y por ética tenemos que perseguirla. Hay responsabilidades de quién ordena la salida de militares y de la forma de represión, como es el ministro del Interior, pero hay responsabilidades políticas y jurídicas en un Mandatario que en un momento dice que estamos en guerra y eso provoca muertes, heridos, personas mutiladas y que han sido torturadas.

¿No cree que el gobierno ha buscado al menos salidas para el conflicto, cediendo en la reforma tributaria, congelando tarifas del Metro y de la electricidad?

Creo que son insuficientes. Ahora, no es lo que creo yo, se lo contestó el país. El Presidente anuncia la agenda social, como él la llamó, que no es más que sus mismos proyectos con un pequeño subsidio del Estado, y al otro día fue la marcha más grande en nuestro país. O sea, aquí lo que se quiere es un cambio profundo. No es una fantasía que tenemos desde el Frente Amplio, si estás en la calle, y yo he estado en todas las marchas, y conversas con la gente, ellas quieren un cambio de vida profundo. Aquí no sirven los parches. Y por eso apuntamos a una nueva Constitución. La Nueva Constitución no es un fetiche del Frente Amplio, apuntamos a un cambio constitucional porque eso implica un cambio en la vida diaria, en la vida doméstica.

¿Cuál es el llamado que le haría a la gente?

Una de las cosas con las que me quedo es que estos días Chile no ha sido el mismo. Se marca un antes y un después. A mí me gustaría que entendamos la fuerza que tenemos como ciudadanos y ciudadanas. Empatizo que esto genere incertidumbre, todos la sentimos, nadie se libra, pero si este 'antes y después' lo que genera es que la gente sepa el poder que tiene si se junta, y volvemos a tejer esa comunidad, este va a hacer un país distinto.

Viendo lo que está pasando, ¿se motiva en tomar la decisión de encabezar una nueva candidatura presidencial?

Yo estoy en esta reflexión, que es personal, pero que también es colectiva, porque uno siempre se pregunta dónde sirve más, dónde es mejor estar. Todo lo que ha pasado es algo que se agrega a lo que tengo que pensar.

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