El "show" de los F-16 en Brasil: Así se modernizará el avión chileno más temido en la región

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El ministro de Defensa, Alberto Espina, y el comandante en jefe de la Fach, general Arturo Merino, explicaron a La Tercera PM el proyecto de mejoramiento de los principales cazabombarderos de Sudamérica. El upgrade apunta a su parte electrónica. No incluye el sistema de armas. La idea es proyectarlos a 2035. Son los chiches del ejercicio multinacional "Cruzex" que se efectúa actualmente en Natal, Brasil.


Fotos. Un comentario. Tal vez una relajada conversación de pasillo con sus pilotos. Incluso una visita relámpago por el hangar chileno, aunque cueste llegar, porque es el más alejado en la base aérea de Natal -que, como todo en Brasil, es inmensa-. Claramente, la presencia de los cinco aviones de combate F-16, de la Fach, se ha convertido en una de las principales atracciones del Ejercicio Cruzex 2018, que allí se desarrolla hasta el próximo viernes 30.

Y no sólo por el prestigio militar de la aeronave. De hecho, también hay otros cinco F-16 de Texas, EE.UU., evolucionando en los cielos brasileños. Hubo otro detalle que los puso aún más en el centro de la mira, particularmente de países vecinos como Perú, que está con una delegación de aviones Mirage: el anuncio que ayer dio el ministro de Defensa, Alberto Espina, sobre el upgrade que se les efectuará a todos. En buen chileno, una puesta a punto.

"Ya está tomada la decisión hacer un upgrade e incorporarles nueva tecnología, para asegurar su uso hasta el año 2035, en el marco de las capacidades disuasivas que Chile necesita", señaló Espina a La Tercera PM.

Añadió que "es una decisión tomada y financiada, y que se hará por etapas".

El secretario de Estado también destacó que "este avión tiene ya una relativa antigüedad y reemplazarlo por un F-18 escapa a nuestra realidad económica, pero sí los vamos a dejar con la más alta tecnología y potenciar sus capacidades duales. Estos aviones tienen en su base una cámara de 360 grados HD que graba lo que ocurre en tierra y que puede resultar de enorme ayuda en casos de catástrofes naturales y apoyo a la comunidad".

Electrónica de punta

El F-16 es uno de los aviones de combate más utilizados por las grandes potencias en el mundo. En Sudamérica solamente la Fuerza Aérea chilena dispone de ellos en forma totalmente operativa. Venezuela tuvo algunos de los primeros modelos. Estados Unidos, por ejemplo, maneja cerca de 2 mil.

Nuestro país los adquirió desde 2002 y actualmente posee más de 40. Son de tres tipos: los MLU-M2, MLU-M4 y Block 50, los más modernos y se encuentran en la I Brigada Aérea de Iquique.

Estos últimos tienen un costo por avión que bordea los US$ 60 millones. Miden aproximadamente 15,2 metros de largo, 10 de ancho y 5 de alto. A nivel de mar pueden alcanzar una velocidad de 1.480 km/h y en altura 2.200 km/h, o sea dos veces la velocidad del sonido. Tiene armamento procedente de EE.UU. e Israel, que incluye bombas multipropósito y misiles. Además, disponen de un cañón.

Son tan importantes para Chile, que se les considera un secreto militar. Por ello, no se permiten fotografiar sus cabinas ni patentes, entre otros detalles. Y a los pilotos tampoco se los puede identificar ni grabar en imágenes. Como anécdota, si ellos ven que se acerca algún medio de comunicación o emisario extranjero, rápidamente se sacan sus parches de identificación de su ropa de vuelo.

Respecto del upgrade, el comandante en jefe de la Fach, general Arturo Merino Núñez, también entregó indicios respecto de hacia donde se apunta. "Efectivamente, está considerado extenderles su vida útil y, en lo fundamental, estandarizar todos los F-16 a un mismo nivel, con miras aproximadamente al año 2035".

Añadió que "en EE.UU. también han hecho este mismo proceso. Esto nos permitirá llevar todas nuestras aeronaves de este tipo a un mismo nivel tecnológico, ya que el upgrade es en  la parte electrónica del avión, no se trata de una compra de armamento nuevo".

Trascendió que este proyecto de mejoras se efectuará de modo paulatino, probablemente en tres etapas.

Entrenamiento H24

En Brasil, en tanto, en la delegación chilena presente en el Cruzex 2018 está compuesta por 90 efectivos, los cinco aviones de combate y un KC-135 para recarga de combustible en vuelo. Este último fue necesario producto de que los F-16 viajaron en forma directa desde Antofagasta a Natal, a través de 4.700 kilómetros, que es la distancia equivalente a una línea recta entre Lima y Punta Arenas. Por ello, tuvieron que ser reabastecidos en vuelo.

El comandante de grupo Guillermo Pino, jefe del grupo 7 de Antofagasta, está a cargo de los pilotos de combate en Brasil y él mismo pilota uno de los F-16. Era el único autorizado para conceder entrevistas.

"Todos tienen un entrenamiento H24; es decir, vuelan sin problema en cualquier hora del día, con todo tipo de clima y circunstancia meteorológica", contó, respecto de los 30° perennes que hay en Natal, con más de 68% de humedad, y que obligan a los uniformados  a hidratarse más que de costumbre.

Pino también reconoció el interés profesional que han generado los F-16. "Nos preguntan, van a las salas de operaciones donde se planifican las misiones, en estos ejercicios hay un intercambio de experiencias y bagaje que es muy valioso e importante para todos nosotros".

En esta ciudad de poco menos de un millón de personas, ubicada al noreste de Brasil, llena de playas cálidas y palmeras, los 2.300 efectivos presentes en el Cruzex 2018 invariablemente recuerdan en algo a aquella película ochentera Top Gun, donde los pilotos (Tom Cruise era "Maverick") deambulaban por los balnearios de California. Ellos, eso sí, eran de la Marina,  pilotaban F-14 Tomcat y se veían las caras con los MIG soviéticos. Los F-16 chilenos vuelan en paz. Y bajo muchas miradas atentas.

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