Elite y arte: La estilosa vida de la exfrentista Silvia Brzovic en México

Silvia Brzovic y Ricardo Palma.

La sólida vida de la artista Pilar Quezada, pareja del reconocido pintor mexicano Santiago Corral, se vino abajo cuando uno de sus amigos más cercanos, Ramón Alberto Guerra Valencia, fue detenido por el secuestro de Nancy, una mujer de origen francoestadounidense, a fines de mayo. La caída de quien en realidad era Raúl Escobar Poblete, el fugitivo comandante Emilio, sindicado como el autor intelectual del crimen de Guzmán, la obligó a huir.


En mayo de este año, semanas antes de que debiera abandonar su vida como Pilar Quezada Romero en San Miguel de Allende y volver a ser Silvia Brzovic Pérez, una exsubversiva a la que se acusó de haber participado del secuestro de Cristián Edwards en Chile y que fue pareja del prófugo Ricardo Palma Salamanca, Miska –como es conocida por sus cercanos-, protagonizó un accidente aéreo.

Viajaba en una avioneta Cessna II junto a su novio, el reconocido pintor mexicano y piloto Santiago Corral Gutiérrez, cuando debieron aterrizar de emergencia producto de una falla mecánica. Tras avisar a la torre de control que debían abortar el trayecto entre Celaya, estado de Guanajuato, a Veracruz, lograron instalar el aparato en una zona agrícola. La prensa local informó de las pericias que debió realizar Corral Gutiérrez y que fueron confundidos inicialmente por los lugareños con narcotraficantes. Luego, todo se aclaró: él era el rostro de la galería InterseccionArt, una de las más importantes de la Fábrica La Aurora; y ella, su pareja, y directora de Arte. Ambos habían creado en 2009 uno de los espacios artísticos más reconocidos de esa zona de México. Él, miembro de una familia de pintores, retrataba naturaleza muerta, figura humana y paisajes a través de óleos sobre tela, pastel y grabados, y exponía; ella realizaba la curatoría y había ampliado el giro hacia otros expositores. Él daba entrevistas a medios nacionales; ella, se reservaba para sitios especializados.

Su pasar, cuenta una periodista que los conocía, era la de dos integrantes de la elite cultural de la ciudad: tenían una buena situación económica y mucho estilo. El exesposo de Pilar, con quien tenía dos hijos, también estaba vinculado a ese mundo: Era el fotógrafo Esteban Solís Tamayo, quien en realidad era un exfrentista condenado por el asesinato del fundador de la UDI, Jaime Guzmán.

La sólida vida clandestina de Silvia se vino abajo cuando uno de sus amigos más cercanos, Ramón Alberto Guerra Valencia, fue detenido por el secuestro de Nancy, una mujer de origen francoestadounidense, a fines de mayo. La caída de quien en realidad era Raúl Escobar Poblete, el fugitivo comandante Emilio, sindicado como el autor intelectual del crimen de Guzmán, rompió todos los velos que protegían a Silvia: debió huir con Palma Salamanca y sus hijos a Francia, donde recibieron a inicios de este mes la condición de refugiados. Su historia se hizo conocida en México  -donde quedó su pareja-y la galería de la que es socia comenzó a vivir un boom.

En Chile

El padre y dos de los hermanos de Silvia figuran como víctimas de tortura de la Comisión Valech. Uno de ellos, Andrés, incluso recibió un balazo en una protesta estudiantil en los '80. Proveniente de una familia de izquierda, el devenir de Silvia en el Frente no fue sorpresiva. Excompañeros de armas relatan que antes de que tomaran la vía armada hubo unos trabajos de invierno donde coincidieron distintos jóvenes con inquietudes políticas. De Silvia, recuerdan, era muy inteligente y además, hermosa. Esa imagen quedó instalada. También su arrojo.

En el país era requerida por, supuestamente, haber formado parte del grupo que mantuvo cautivo a Cristián Edwards Interpol, entre septiembre de 1991 y febrero de 1992. A "Natalia", la chapa que tenía en la época, se le atribuían roles en el cuidado y la vigilancia del secuestrado, pero la Corte Suprema negó su extradición.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.