Franco Parisi, excandidato presidencial por el Partido de la Gente (PDG), sigue radicado en Estados Unidos. Desde allá, el economista lideró su campaña para llegar a La Moneda, donde obtuvo la tercera mayoría de las preferencias, con 899.230 votos.

Desde allá también logró que su partido obtuviera seis sillones en la Cámara de Diputados, y desde EE.UU., también, lanzó su última ofensiva judicial para lograr rebajar la pensión alimenticia sobre sus hijos, ante el Tercer Juzgado de Familia de Santiago.

Según acusaron la madre de sus hijos y su abogada, desde el 2011 que Parisi no paga la pensión alimenticia de sus mellizos, fijada judicialmente, por lo que tiene una orden de arraigo en su contra. “Aquí hay un padre que abandona a sus hijos y hace un año que no viene a verlos”, dijo el 15 de diciembre del año pasado, a La Tercera, Marisol Valladares, abogada de la expareja del ingeniero comercial radicado en Alabama.

Desde entonces poco se sabía de los gastos de Parisi, de por qué no pagaba la pensión y a qué argumentos recurría para zafar de la medida judicial acordada con su expareja. Eso, hasta el 3 de marzo de este año, que el también expanelista de televisión demandó a la madre de sus hijos para buscar la rebaja del dinero acordado en 2011.

Parisi -en un texto de cinco páginas- pide fijar un pago de 9 UTM ($499.833) y atribuye a una serie de factores económicos personales el no haber podido cumplir con los más de $ 2 millones acordados antes. “Si bien tengo claros los gastos y necesidades que debo solventar, debo señalar que mis actuales ingresos no me permiten cubrir las prestaciones a las que me obligué. Debo hacer presente, atendido que mi situación económica cambió ya desde el año 2016, le comuniqué esta situación a la madre de los niños y se acordó solo pagar las colegiaturas de los niños, monto que en la actualidad tampoco tengo los medios para cubrir”, dice en el documento al que accedió La Tercera PM.

En definitiva -manifiesta el excandidato presidencial-, “atendiendo que el monto acordado como pago en dinero con los reajustes ya casi alcanza los tres millones de pesos y a que los gastos adicionales son extremadamente abultados, sumado a que mis ingresos mensuales alcanzan alrededor de 2.500 dólares americanos, que equivalen hoy a aproximadamente $2.000.000 (dos millones de pesos), no tengo ninguna posibilidad de pagar el monto de pensión, siendo imposible de solventar con mis ingresos actuales. Agrego que con el dinero que percibo debo cubrir gastos de vivienda, alimentación, salud y otros gastos básicos de mi hijo y míos, contribuyendo también a ello mi actual cónyuge”.

Posteriormente, Parisi apunta al trabajo de su expareja, donde advierte que mantiene una buena posición en una empresa de prestigio. Quien buscaba ser la primera autoridad del país lanza: “Tiene una situación socioeconómica excelente, con un trabajo como ejecutiva de una de las grandes empresas del país, que le permite tener ingresos millonarios, pudiendo, en consecuencia, contribuir de mucho mejor manera que el suscrito a la manutención de nuestros hijos”.

Los gastos de un “Bad Boy”

Franco Parisi mantuvo una relación con su expareja hasta 2010. Un año después del quiebre iniciaron el juicio que fijó la pensión alimenticia, donde se estableció que además del pago de este dinero, el exacadémico de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile debía hacerse cargo del seguro de salud, prestaciones médicas y de la postulación de los niños al Colegio Santiago College.

Once años después, Parisi dice que los tiempos no son los mismos, pues era una “época en que ostentaba una buena situación económica y no era padre de otro hijo, ni tenía una nueva familia. Así, el acuerdo arribado se suscribió en estricta relación a la situación laboral y social de aquella época”.

El ingeniero, además, argumenta que el Covid-19 también afectó en su nuevo escenario económico. “Impactó de forma negativa en mis ingresos”, expuso ante el tribunal, antes de desglosar cuáles son los gastos y, en definitiva, de qué vive en Estados Unidos.

“Presto asesorías financieras de forma independiente, lo cual me permite un ingreso mensual aproximado de $2.000.000 brutos. Monto que espero pronto pueda subir y poder contribuir de mejor manera a la manutención de mis hijos”, apunta.

¿Y los egresos? Parisi detalla: “El pago de la hipoteca es de US$1.700; gastos de alimentación, US$1.000; crédito automotriz US$543; gastos de electricidad, agua, gas, internet, US$500 mensuales; gastos comunes, patente, medicina, gastos menores, US$500; vestuario y otros, US$300. Parte de estos gastos son compartidos con mi esposa″. En total, en base a su exposición y al precio del dolar ($802), el exprofesor de la Universidad de Chile, mantiene gastos por $ 3.643.486.

Antes de terminar su demanda, Parisi vuelve a apuntar a la buena situación económica de su expareja, y que nunca quiso llegar a esta instancia. “Intenté solucionar este conflicto por una vía extrajudicial, lo que fue imposible, debido a la oposición tenaz de la demandada, por lo que no tuve otra opción que solicitar mediación, fijándose audiencia para tal efecto, la cual fue frustrada debido a la no comparecencia de la parte demandada, no quedando otra opción que presentar esta demanda”, escribe en la demanda.

Por último, Parisi decide apelar a su condición de papá. “Mi intención jamás será la de eludir mi rol de padre, ya que pese a la distancia física, siempre he intentado dar todo a mis tres hijos, pero lamentablemente, la madre de mis mellizos no comprende mi real situación económica actual”, termina.