“Es un secreto a voces, los diputados, las diputadas, los funcionarios lo saben, todo el mundo lo sabe en este Congreso que el diputado Raúl Soto quiere seguir como presidente de la Cámara”, dijo esta mañana, con tono de denuncia, en un punto de prensa el diputado René Alinco (Independiente-PPD).

El legislador de Aysén dijo -mientras golpeaba con su mano la bandeja del atril que sostenía su micrófono- que su compañero de bancada y militante PPD “anda trabajando, haciendo un casa a casa, un puerta a puerta, un oficina a oficina, diciendo que existe la posibilidad o pidiendo concretamente que su renuncia la sala no se la acepte”.

Desde un rincón, la escena era observada con sonrisas por representantes de la UDI y RN, quienes aplaudieron con cierta picardía la intervención del Alinco.

“Si no me creen a mí, pregúntenle a diputados de diversas bancadas y le van a decir que es verdad lo que estoy diciendo”, dijo el patagónico, quien al ser consultado si también había sido contactado por el presidente de la Cámara, respondió: “Soto conmigo no se atreve a hacerme esa propuesta indecente”.

“¡Oohhh!”, fue la reacción que se escuchó en el hall de la Cámara.

A continuación, el jefe de los diputados UDI, Jorge Alessandri, confirmó que la posibilidad de que se rechace la renuncia de Soto para evitar que asuma en su reemplazo la diputada comunista Karol Cariola es una idea que anda rondando.

Si bien primero la atribuyó a rumores, al insistirle con el tema Alessandri admitió que es una idea que efectivamente ha hablado con el actual presidente de la Cámara.

“He sabido por versiones de prensa que una idea del diputado Raúl Soto es justamente seguir en el cargo. Se ha hablado hasta el 11 de marzo. Se ha hablado de un mes y medio para terminar de firmar el acuerdo constitucional (en la que Soto actúa como coordinador)”.

- ¿Y no se lo ha pedido él a usted y a la UDI como bancada? -le preguntó una periodista al jefe de bancada gremialista.

-Lo que pasa es que las conversaciones personales que tengo con las autoridades no las revelo en público. Pero hemos hablado muchas veces con el diputado Soto y una de las materias que hemos tocado es justamente esta -respondió Alessandri.

Consultado por la versión de Alinco, Soto dijo que “yo soy una persona seria y no me hago cargo de cosas que se pueden comentar en los pasillos, de cosas que uno u otro puede estar opinando... Acá son las bancadas las que tienen que tomar las definiciones de qué va a pasar con el futuro de la Cámara. Lo que sí le puedo asegurar que soy una persona seria, de palabra, el 21 de octubre presento mi renuncia”.

En todo caso, la dimisión no basta en sí misma, pues la renuncia tiene que ser aceptada por la sala, votación que se realizaría el 26 de octubre, según las disposiciones y plazos del Reglamento de la Cámara.

Representantes de bancadas del oficialismo comentan que uno de los incentivos de Soto para permanecer en el cargo es que hoy está oficiando como coordinador de las negociaciones por un nuevo acuerdo constituyente, junto al presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS). El problema es que el acuerdo se sigue aplazando.

Por otra parte, la arremetida de Alinco contra Soto, que encontró eco en la derecha, tenía una explicación simple. Solamente buscaba desviar las críticas que ha recibido por poner en duda su apoyo a Cariola como nueva titular de la corporación una vez que Soto presente su renuncia.

Actualmente, el independiente-PPD es uno de los 12 votos que han puesto en riesgo el cumplimiento del acuerdo suscrito en marzo por un grupo mayoritario de bancadas.

Ese pacto administrativo y de gobernabilidad -del que solo se excluyó a las bancadas de derecha (UDI, RN, Republicanos y Evópoli)- establecía una rotación en la presidencia de la Cámara y repartía cupos en comisiones legislativas, instancias cruciales para fijar las tablas y el ritmo de la agenda legislativa.

En ese sentido, para el gobierno y el oficialismo sería un severo revés, ya que el objetivo de la derecha es hacerse del control de la Cámara.

Según el acuerdo, Soto debe renunciar el 21, fecha que cae día viernes, para permitir la elección de Cariola. Sin embargo, debido a plazos reglamentarios y al receso legislativo de la primera semana de noviembre, que coincide con las festividades de “Halloween” (Noche Brujas, Día de Todos los Santos y Día de los Fieles Difuntos), la elección de Cariola recién podría realizarse el 7 de noviembre.

Además de Alinco, hay otros 11 diputados que están con dudas de mantener el acuerdo, entre ellos figuran los independientes Pamela Jiles, Carlos Bianchi, Andrés Jouannet, el DC Miguel Ángel Calisto y los siete legisladores de la bancada PDG.

Si bien la posibilidad de rechazar la renuncia de Soto corrió con fuerza hace un mes, en la misma derecha perdió piso esa idea, ya que ello no aseguraba un rediseño en la integración de comisiones, objetivo estratégico que definieron las bancadas opositoras a cambio de ceder la presidencia de la Cámara.

Actualmente, la apuesta de la UDI, RN, Evópoli y Republicanos pasa por tentar a legisladores descolgados que estén dispuestos a rehacer la integración de comisiones, decisión que no será fácil, pues desde el oficialismo anuncian que impugnarán reglamentariamente cualquier medida en esa línea.