Rojo Edwards y su grupo arremeten otra vez: acusan a directiva republicana de querer expulsarlos

Fotos: Dedvi Missene

Desde la disidencia del Partido Republicano -que encabeza el senador- aseguran que la facción de José Antonio Kast, en caso de dominar el Tribunal Supremo, cuyas elecciones son este viernes, podría "terminar en la expulsión de militantes por temas políticos o por desavenencias personales". "La lista está viciada porque debería ser una renovación parcial de dos o tres miembros, y no de los cinco”, agrega Edwards.


Una preocupación incipiente ha comenzado a tomar forma en la disidencia del Partido Republicano liderada por el senador Rojo Edwards: La posibilidad de que a él y a sus seguidores agrupados en el movimiento Un Militante Un Voto (UMUV) los expulsen del partido fundado por José Antonio Kast.

Para nadie es un misterio en la tienda que Edwards es un dolor de cabeza para el propio Kast y la directiva liderada por Arturo Squella. Todo partió cuando el senador siendo presidente del partido comenzó a distanciarse de la tienda, lo que provocó su salida pactada como timonel.

Luego de ello, Edwards buscó liderar nuevamente la tienda en las internas, y promovió que las elecciones fueran bajo la modalidad de un militante un voto, acusando que el mecanismo de republicanos -en que el consejo general elige a la directiva- era similar al del Partido Comunista.

La tensión siguió cuando el senador fue ampliamente derrotado por la lista de Squella, por casi siete veces en cantidad de votos, lo que dejó en evidencia que la disidencia que representa es pequeña en relación al resto de la colectividad. En la oportunidad, la lista de Kast se impuso con 6.077 de los 7.072 votos a nivel nacional, correspondientes al 85,9%, contra las 920 preferencias de la lista de Edwards (13%).

Así, la nómina del exabanderado obtuvo 44 escaños en el cabildo general, mientras que la del senador alcanzó seis.

Después de los comicios, en todo caso, los enfrentamientos continuaron. Los adherentes de Edwards acusaron ser marginados de grupos informativos de WhatsApp y siguieron las discrepancias internas, como cuando su grupo criticó que se “presidencializara” la franja televisiva de los candidatos al Consejo Constitucional con el uso de la figura de Kast.

Sin embargo, la nueva preocupación de que los puedan expulsar del partido se comenzó a acentuar esta semana, pues será este viernes cuando se elija a los nuevos integrantes del Tribunal Supremo, una instancia orgánica que tienen los partidos en que se puede denunciar a los militantes provocando que después el tribunal resuelva eventualmente una expulsión del partido. En general, en las distintas colectividades, los tribunales supremos son dominados por una facción u otra.

En el caso de republicanos, el grupo de Edwards volvió a arremeter contra la directiva y acusó que quieren tener control del Tribunal Supremo, buscando la reelección de los cinco integrantes actuales, lo que después se podría traducir en que los disidentes sean expulsados de la tienda.

“Para crecer sostenidamente, el partido debe institucionalizarse y no depender del control de algunos. Tener poderes internos separados, especialmente en la justicia interna, que es el organismo encargado de tomar decisiones que afectan directamente a los militantes”, dice Edwards.

De todas maneras, cercanos a la directiva dicen que si bien ha deslizado la opción de llevar a Edwards al Tribunal Supremo y es algo que eventualmente se podría hacer, ven difícil que eso se intente por ahora, pues la idea es no tensionar internamente al partido en momentos en que queda un poco más de dos semanas para la elección al Consejo Constitucional del 7 de mayo.

Asimismo, algunos señalan que si quisieran expulsar a alguien, podrían hacerlo ahora.

José Antonio Kast lidera el Partido Republicano.
La directiva del Partido Republicano es liderada por Arturo Squella.

El excandidato a presidente de la facción de Edwards, Francisco Castellón, asegura que “la concentración de poder no es sana. A muchos nos han estado aislando por el solo hecho de querer democratizar el partido. Estamos expuestos y más ahora que la directiva pretende mantener el control sobre el Tribunal Supremo”.

De acuerdo a los estatutos del partido, “el Tribunal Supremo estará integrado por cinco miembros, elegidos por el Cabildo General”, esta última instancia está conformada en su mayoría por los adherentes a la directiva, tras la última elección interna. Los mismos estatutos en su artículo 53 facultan al Tribunal Supremo a distintas sanciones, como amonestaciones verbales, escritas, suspensión de cargos dentro de la orgánica interna, suspensión de derechos de militante y finalmente la expulsión de la tienda.

Uno de los dirigentes de la facción de Edwards y excandidato a directiva, Cristián Kunstmann, agrega que “estamos frente a un escenario muy complejo en el que se quiere elegir a los mismos cinco integrantes que actualmente conforman el Tribunal Supremo, mediante lista cerrada y por mayoría simple. Esto es antidemocracia, antilibertad, anti todos los principios que defendemos como republicanos”.

Desde la disidencia también se estaban preparando en lanzar un comunicado público con la denuncia. De acuerdo a ese escrito, se mencionaba que “como militantes comprometidos con la institucionalidad y la democracia, buscamos garantizar la separación de poderes internos del partido. Tener una justicia interna que dependa del interés político de quien controla el partido, puede terminar en presiones para iniciar juicios injustos que podrían terminar en la expulsión de militantes por temas políticos o por desavenencias personales”.

En esa tienda también comentan que de cambiarse la Constitución, y si el futuro Consejo Constitucional mantiene la propuesta de la Comisión Experta que aprobó que aquellos parlamentarios que sean expulsados de sus partidos pierden el escaño, una expulsión de Edwards podría tener mayores implicancias.

Además, los disidentes acusan que la lista al Tribunal Supremo está “viciada” por querer elegir a los cinco actuales miembros. Según el artículo 46 de los estatutos, “la renovación ordinaria del Tribunal Supremo se efectuará en grupos de dos y de tres integrantes, cada dos años, respectivamente”. Mientras que en la resolución N° 48 de la tienda se aprobaron las candidaturas de Gonzalo Rojas, Alejandro Irarrázaval, Álvaro Parra, Beatriz Riveros y Carmen Domínguez. Estos cuatro son los que figuran en transparencia como miembros del Tribunal Suprema, a excepción de Parra. En dicha información, está Alfonso Ríos como actual integrante, pero en la disidencia dicen que Parra es quien ejerce ahora.

“Lo más fácil de entender es que la lista está viciada porque debería ser una renovación parcial de dos o tres miembros, y no de los cinco”, añade Edwards. Por lo mismo, la disidencia pide que se declare nulo este proceso eleccionario.

Ante las acusaciones de la disidencia republicana, La Tercera PM consultó a la directiva que encabeza Squella, sin embargo, al cierre de esta edición no hubo una versión.

Antes de la arremetida de Edwards, en el partido hubo otras disputas internas. Anteriormente, renunció a su militancia la diputada Gloria Naveillán, acusando que la colectividad era una “secta”, y hace algunos meses abandonó la bancada el diputado Leonidas Romero.

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