Edwards y las elecciones en republicanos: “Sería un retroceso que no sea un militante un voto, los estándares no pueden ser como los del PC”

Foto: Dedvi Missene

El senador advierte que en la colectividad el nuevo timonel podría ser elegido por medio de elecciones indirectas, a través de un consejo general, sin participación directa de los militantes. "Para mí eso es un retroceso muy grave en los estándares democráticos y en la participación", dice.


Fue el 7 de septiembre pasado cuando el senador Rojo Edwards dejó la presidencia del Partido Republicano, fundado por José Antonio Kast. Desde esa fecha, asumió en forma interina la exconvencional constituyente Ruth Hurtado.

Pero el extimonel ve con preocupación que en el partido haya tomado fuerza la idea de que el próximo presidente de la tienda sea elegido por medio de los consejeros generales y no a través de una elección interna de un militante un voto, así como está establecido en los estatutos de la colectividad, pese a que algunos militantes han querido cambiarlo. Edwards advierte que ello afectaría al partido.

La derecha se puso a prueba en la negociación por el pacto administrativo de la Cámara y fracasó. ¿Cómo ha visto a la oposición en el Congreso?

Los que defendemos la libertad tuvimos el triunfo más importante con el masivo 62% del Rechazo en el plebiscito de salida. Y nuestro sector no fue capaz de capitalizarlo en ideas. Los dos rostros del Apruebo, Carol Kariola (PC) y Vlado Mirosevic (PL), fueron los candidatos del oficialismo en la elección de la Cámara Baja y triunfaron. La reforma previsional incluye tomarle el 6% del ahorro a los trabajadores, un tema que habíamos ganado. La reforma tributaria que va a seguir afectando la inflación sigue su curso. La derecha no fue capaz de capitalizar el triunfo porque no ha actuado unida y, en vez de mostrarle al gobierno que sus ideas son perdedoras, se dedicó a negociar un mal acuerdo constitucional.

¿Funciona cuando Chile Vamos y el Partido Republicano se unen como oposición?

En general la unión, cuando es de ideas, debiese articularse mejor. Chile Vamos y el Partido Republicano tienen espacios de articulación bastante más allá de lo que hoy está funcionando.

Usted dejó la presidencia del Partido Republicano y todavía no se elige nuevo timonel.

Hoy el partido está llamando a elecciones indirectas. Eso significa que se les está quitando la posibilidad a nuestros militantes de elegir su directiva democráticamente bajo el sistema de un militante un voto. Esto significa un retroceso muy fuerte en democracia interna. El Partido Republicano no solo debiese favorecer elecciones con un militante un voto, sino que ir más lejos hacia la democracia digital.

¿Qué formato propone el Partido Republicano para elegir a su presidente?

Está proponiendo elecciones indirectas, que son el mismo sistema que utiliza el Partido Comunista, con el cual se ha mantenido en el poder Guillermo Teillier como su presidente por 17 años. Los estándares internos del Partido Republicano no pueden ser comparables a los de partidos que no creen en la democracia, porque además es absolutamente contracultural para los militantes republicanos. Acá lo que se quiere hacer es que se elija un consejo general y que ellos, sin relación con las bases y militantes, elijan una directiva. Y para mí eso es un retroceso muy grave en los estándares democráticos y en la participación. El sistema de elecciones indirecta les da ventaja a los que están y no a los nuevos. Además se está proponiendo una directiva que dure cuatro años, para que cubra todo el ciclo eleccionario. Hay que democratizar al partido. Si se llevan a cabo estas elecciones indirectas, el partido llegaría a siete años sin elecciones.

Foto: Dedvi Missene

¿Piensa que el partido es controlado por José Antonio Kast? Así lo han dicho algunos que se han ido, como Gloria Naveillán.

A mi juicio, el partido tiene cuatro desafíos grandes e inmediatos. El primero, es que nuestra sede se está vaciando porque no estamos reconociendo a los republicanos que se nos fueron; el segundo, lograr la participación efectiva de militantes vía elecciones un militante un voto y avanzar en democracia digital; tercero, es que el partido deje de tener una estructura de comando presidencial y empezar a ser un partido con proyecto colectivo. Para eso tiene que fortalecer la institucionalidad, porque las personas y los liderazgos pasan y las instituciones quedan. Y el cuarto desafío es que debemos decidir si queremos mantener un partido en el congelador, como está hoy día, o si vamos a influir en la sociedad. A mi juicio, el Partido Republicano tiene que ser una colectividad con vocación de mayoría y no con vocación de nicho.

¿Coincide, entonces, con que Kast decidirá quién podría ser el próximo presidente?

Lo que pasa es que el diagnóstico es institucional. Hoy día está funcionando como comando y no como institución y la actual estructura de decisiones no está posibilitando que el partido capitalice la debilidad y falta de ideario que veo en el sector. A mi juicio, la falta de participación de la militancia está afectando el crecimiento. Al partido le hace falta tomar decisiones en Presidente Errázuriz (dirección de la sede de republicanos), porque hoy día las decisiones al final se están tomando en Rapallo (donde se ubica el círculo de hierro de Kast). Tiene que haber un equilibrio entre el liderazgo y las bases. Pero es un problema institucional, no un problema de una persona.

Respecto del proceso constituyente, ¿fue un error que el partido se desligara del tema?

Hay quienes consideran que el partido debe inhibirse de hablar con la prensa, y otros que creemos que tiene que ser partícipe de la discusión pública. Yo soy de los partidarios de que sin obligación de llegar a acuerdos cuando son malos para Chile, el partido tiene que participar de las discusiones. No estoy de acuerdo con hacer una Convención 2.0, pero sí con participar en conversaciones de si debe existir un plebiscito de entrada y si tienen que incluirse las urgencias sociales.

¿En qué temas los republicanos pueden marcar la agenda legislativa?

Son temas clave hoy día el presupuesto, la reforma tributaria y de pensiones, la agenda de seguridad. Todas, materias que el Partido Republicano debe liderar y que hoy no lo estamos haciendo porque estamos en una especie de congelador. Soy partidario de cambiar esta política por una que active nuestra presencia en la discusión nacional.

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