Sebastián Sichel tras el 25/O: “Hay una tremenda oportunidad para que este espíritu de reforma lo tome una alianza entre el centro y la centroderecha”

Foto: Agenciauno

El presidente del BancoEstado asegura que el triunfo del Apruebo el domingo es una oportunidad para la centroderecha y el centro para plantear sus puntos ante la discusión constituyente. "Las dificultades de Chile Vamos van a estar quizá en aspectos valóricos y en definir el sistema de gobierno", afirma. Frente a la carrera presidencial, dice que no se cierra a nada, pero que no ha tomado definiciones ni tampoco ha sido ungido por ningún partido.


Son las 15.30 horas y el presidente del BancoEstado, Sebastián Sichel, viene llegando de Pudahuel. Hace unos días, conoció a una emprendedora de esa comuna en un evento. Ayer la llamó para almorzar juntos.

En esa entrevista, el exministro de Desarrollo Social -quien fue profesor de Derecho Constitucional en la Universidad San Sebastián- dice varias veces que no tiene definiciones electorales tomadas, pero que no se niega a ninguna opción. Eso, mientras crecen sus contactos con un sector de RN que lo mira como eventual carta presidencial a potenciar.

Sichel, quien reafirma que el domingo votó por el Apruebo, asegura que por ahora el foco en Chile Vamos debe estar puesto en la elección de constituyente y, sobre todo, en las definiciones de contenidos que el sector debe ir a defender en esa instancia.

¿Por qué votó Apruebo?

Yo creo que es necesario una mejor Constitución y particularmente un mejor sistema político. La crisis que vivimos tiene que ver con la incapacidad de resolver los conflictos de buena manera y que, además, tenemos un bloqueo entre el Poder Ejecutivo y Legislativo, un parlamentarismo de facto con acusaciones constitucionales al por mayor, vulnerando muchas veces las reglas de toma de decisión que hace muy difícil gobernar. Por lo tanto, hay un necesidad de tener una Constitución que resuelva de mejor manera los conflictos entre los poderes del Estado, si no vamos a terminar no haciendo cosas... Queremos reformar las pensiones y llevamos 10 años como locos discutiendo. Yo no soy de aquellos que creen que tengamos malos parlamentarios o malos gobiernos, lo que tenemos son malas reglas para definir las contiendas entre uno y otro, y eso se llama Constitución.

¿Qué lectura hace del 80% que obtuvo el Apruebo el domingo?

Hay muchas necesidades de reformas contenidas en ese 80%. Hay gente de derecha que busca reformas y hay gente de izquierda que las busca. También hay gente que votó Rechazo que quería reformas pero por la vía del Congreso. Había distintos caminos para los cambios y ganó el de la Asamblea Constituyente, lo que no veo trágico, al revés. Este 80-20 fue una tremenda señal de que lo importante es la finalidad: hacer una mejor Constitución.

En Chile Vamos hubo una alta votación para el Apruebo, ¿fue un error del bloque ir en elecciones separadas?

Nuestra sociedad se organiza por causas y emociones, y por motivaciones y por sueños. Todavía hay algunos que tratan de descifrar esto con código político. Nosotros tratamos de verlo en una línea de izquierdas y derechas. Ninguno de mis amigos del liceo (Alexander Fleming, en que estudió) se define de derecha o izquierda, pero sí dicen “quiero reforma” o “me gusta el país como está, pero quiero mejoras”... Quizá esta es la elección más enredada desde la transición porque uno no podía identificar quién está a cada lado, lo que se identifica es un espíritu de reforma.

“La resistencia al cambio es una mala decisión"

¿Cómo llega Chile Vamos a la elección de constituyentes?

Por primera vez una alianza entre la centroderecha y el centro puede encarnar el espíritu de la reforma en Chile porque, probablemente, la izquierda en su polarización se ha ido acercando más a la idea refundacional. Hay una tremenda oportunidad para que este espíritu de reforma lo tome una alianza entre el centro y la centroderecha, y no quede en las fuerzas de centroizquierda por el error de irse polarizando. Chile Vamos tiene una oportunidad de juntar esta fuerza reformista y también de sumar a aquellos que más se resisten al cambio. Los que están en la resistencia están en un espíritu contra época.

¿Sumar a un sector como el de Kast? ¿Es posible ?

A mí nunca me han gustado los rostros. Hay que ver si quiere estar en la resistencia o en la reforma. Esas son las conversaciones que hay que tener hacia adelante. La resistencia al cambio es una mala decisión en una sociedad que está cambiando.

El lunes el Presidente Sebastián Piñera preguntó a sus ministros quiénes estaban interesados en ser constituyentes y dio libertad de acción. ¿Va a ser difícil encontrar en Chile Vamos un pool de personas que cumplan este rol?

Veo más entusiasmo para eso que para ir al Congreso. Hay una buena oportunidad, no sólo para que vayan candidatos, sino para ir a proponer reformas interesantes para el futuro y defender lo que hicimos. Hay una gran oportunidad en la Convención Constitucional, pero sí creo que hay que escaparse de la idea de la lista de unidad nacional, de listas transversales. En la Convención Constitucional y -también vale para los programas de gobierno a futuro- uno tiene que ir a defender sus ideas. Lo que espero de Chile Vamos es que tenga diversidad cultural y social, gente que venga de distintos mundos, que se haya criado en distintos barrios, distintos colegios, que tengan distintas opciones sexuales, que haya tenido distintas historias de vida, que es de lo que más carece Chile Vamos.

“Sí creo que hay que escaparse de la idea de la lista de unidad nacional, de listas transversales. En la Convención Constitucional uno tiene que ir a defender sus ideas”

Sebastián Sichel

“La subsidiaridad tiene mala prensa, pero es un concepto que defendió la DC”

¿Qué hay que mantener o modificar de la Constitución?

Yo creo que hay cosas fundamentales. La Convención Constituyente puede decir lo que quiera, eso es democracia, pero uno tiene que salir a defender los grandes grandes logros democráticos que se han consagrado en la Constitución de Chile. Los tres principios básicos: el derecho a la libertad, el derecho a la propiedad con una función social asociada, y yo creo que el derecho a la vida como esencia del Estado. Y creo que hay grandes logros de la Constitución que se hizo en la transición que hay que preservar como la autonomía de los órganos constitucionales (Banco Central, TC, Servel, etc). Hay que discutir cuántas más autonomías se necesita para que estas instituciones escapen de la discusión política del día a día. También creo central discutir qué derechos tenemos que proteger de mejor manera en el futuro. Uno es obvio: el derecho a la vivienda, pero creo que hay varios que se están quedando fuera, como el derecho al medio ambiente y a vivir en una sociedad libre de contaminación y todo lo que tienen que ver con la economía circular. También voy a defender hasta el final la libertad de emprendimiento. Una sociedad que no desarrolla la cultura del emprendimiento y, por lo tanto, subordina al Estado esa libertad de emprender es brutal.

¿Estado solidario o subsidiario?

La subsidiaridad tiene mala prensa, pero es un concepto que nació y defendió la DC -y yo fui DC-, que viene en la Rerum Novarum, que es un principio profundamente social. Habiendo sido ministro de Desarrollo Social lo creo profundamente, porque obliga al Estado a actuar cuando nadie más puede. Lo que pasa es que algunos dogmas han tratado de decir que esto es un deber de abstención del Estado. Al revés, es un deber de acción y lo que tenemos que buscar son normas constitucionales que le den sentido y carne a la dimensión positiva del principio de subsidiaridad... Lo que pasa es que no puede ser la caricatura que hicieron algunos sectores de derecha conservadora ni la caricatura que hace la izquierda. Esto no implica que tengamos que tener también un Estado solidario que también es capaz de actuar en aquellos lugares donde la sociedad civil y los privados no pueden hacerlo.

¿Qué materias separan o dividen a Chile Vamos en materia constitucional?

La centroderecha evolucionó de manera efectiva, y es la razón por la que me siento cómodo aquí. Mucha derecha que no creía en la democracia volvió a creer en la democracia. Mucha derecha que creía solamente en el mercado, ahora cree profundamente que el Estado tiene que jugar un rol y para eso exige grados de eficiencia. La derecha ha ido cambiando, mientras la izquierda ha ido involucionando, ha vuelto a las banderas de los 60. Por eso existe la posibilidad de que esta centroderecha con el centro encarne la reforma, porque puede juntar de mejor manera los puntos de la modernidad, defendiendo muy fuerte el rol del mercado y del Estado. Veo otros sectores mucho más acomplejados que parece que no quieren defender a las empresas, como si fuera malo defenderlas que son las generadoras de riqueza. En definitiva hay una posibilidad política en Chile Vamos de construir consensos más fáciles porque tiene resuelto ese dilema: cree en el Estado y cree en el mercado.

“En el sistema de gobierno estará la principal diferencia en Chile Vamos”

¿Dónde van a estar las dificultades de Chile Vamos para enfrentar el proceso constituyente?

Las dificultades de Chile Vamos van a estar quizá en aspectos valóricos y en definir el sistema de gobierno. Quizá habrá aspectos valóricos que vamos tener que dejar fuera de la Constitución porque no hay posibilidad de encontrar el consenso. Pero el sistema de gobierno va a ser la gran conversación que se viene. Hay que ponerse de acuerdo en cuál es la cura a la deficiencia de este sistema de gobierno con festival de acusaciones constitucionales con parlamentarismo de facto. No nos hemos puesto de acuerdo en la receta para curar la enfermedad. Sí compartimos que tiene que haber un perfeccionamiento del sistema de gobierno.

¿Será un punto de fricción tan fuerte como lo valórico?

Al contrario, en el sistema de gobierno estará la principal diferencia en Chile Vamos. En lo valórico -yo que estoy a favor del matrimonio igualitario, por ejemplo, nunca he tenido problemas-, pero cuando uno empieza a resolver si queremos más presidencialismo o más parlamentarismo, hay más miradas distintas y transversales en los partidos. Por tanto, creo que hay una conversación de fondo porque ahí está parte importante o la esencia de lo que se discutirá en la convención constitucional y tenemos que ponernos de acuerdo. Yo creo que hay dos batallas fundamentales en el debate constitucional que viene: uno el régimen político y quién asigna derechos sociales, no cuáles se consagran. Pero después veo en cierto mundo, diría más ideologizado de izquierda, que cree que la asignación de los derechos tiene que ser hecha por tribunales y no por quién maneja el presupuesto. Y yo soy un convencido abiertamente que tiene que haber consagración de derecho para la asignación de esos derechos tiene que ver con la capacidad económica del Estado...

“No creo en la gente que anda diciendo ‘soy candidato’ sin que nadie se lo haya pedido"

Ud. suena como eventual figura presidencial en Chile Vamos, ¿Cuál es su itinerario tras el plebiscito?

Mi situación es que estoy orgulloso y muy contento de ser presidente del Banco Estado. No sé qué voy a hacer electoralmente. Soy muy políticamente incorrecto en general, pero ahora puedo decir que voy a seguir siendo presidente del BancoEstado y la elección electoral la tomaré cuando corresponda, en el minuto que corresponda, no me niego a ninguna pero voy a ser presidente del banco responsablemente.

Cuándo dice que no se niega a ninguna opción, ¿incluye la posibilidad de ser presidenciable?

No he evaluado lo suficiente todos los escenarios posibles. Voy a hacerlo en su minuto, los escenarios laborales y personales. En lo que no creo es en la gente que anda diciendo “soy candidato presidencial” sin que nadie haya pedido que lo sea. Por lo tanto por ahora no hay ningún escenario, porque nadie me ha pedido que sea candidato. Pero lo valoraré en su minuto.

Un sector de RN lo ve como una eventual carta para hacerle contrapeso a Lavín, ¿cómo han sido esos acercamientos?

Yo soy muy respetuoso, sobre todo siendo independiente, de los procesos políticos. Los mismos partidos definirán quiénes son sus candidatos y yo tomaré una decisión respecto a eso. Pero sí soy súper respetuoso de la institucionalidad de los partidos de Chile Vamos. Yo soy independiente y como tal soy presidente del Banco Estado.

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