Sobrepoblación, carencia de espacios y deterioro de infraestructura: INDH supervisó y calificó condiciones de residencias de Mejor Niñez

El Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) revisó el funcionamiento de 32 residencias de Mejor Niñez (ex Sename), con el fin de verificar las condiciones en las cuales se atiende a niños, niñas y adolescentes que se encuentran bajo el resguardo del Estado. El organismo verificó que si bien la mayoría de los recintos cuenta, incluso, con condiciones "excelentes" en sus servicios, prestaciones e infraestructura, algunos lugares presentan falencias. En ese sentido, el INDH sostiene que "preocupa que, aunque en bajo porcentaje, se reporten casos en que hay dificultades para satisfacer las condiciones de vida de los NNA".


Más de 30 visitas a las residencias dependientes de Mejor Niñez realizó, entre el 9 y 17 de mayo, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH). En esa revisión, el organismo detectó una serie de falencias que existen en algunos centros, siendo las fallas más comunes la falta de espacios, la sobrepoblación de residencias de hombres y el deterioro de la infraestructura de algunos centros.

La supervisión del INDH se realizó a través de sus direcciones regionales a 32 centros de la red de Mejor Niñez, y se generó con el fin de elaborar un diagnóstico de la situación de infraestructura y administración de las residencias basándose en estándares internacionales. Para lograr aquello, los visitadores elaboraron una metodología de observación y entrevistas a las personas encargadas de los recintos.

En ese sentido, el análisis que realizó el INDH fue a dos residencias de Mejor Niñez en cada región del país, de las cuales el 51,7% es para niñas, aunque la mayoría de los espacios son mixtos. Según un preinforme de las visitas -al cual tuvo acceso La Tercera PM- cifró en 282 niños y 263 niñas quienes residen en los lugares visitados, de los cuales 92 están en alguna situación de discapacidad, 56 son migrantes, 43 pertenecen a algún pueblo originario y 16 son LGBTIQ+.

La mayor parte de la revisión se realizó a los dormitorios de niños, niñas y adolescentes, además de los patios, comedores, cocina, enfermerías y cocina. Además de eso, el INDH destaca positivamente que el 77% de los funcionarios se encuentra contratado. En esa línea, también se expone que el 85% de los funcionarios son mujeres.

“Es motivo de preocupación”

En los centros analizados por el INDH se pudo detectar que entre todas las residencias para niñas, existen 275 cupos, de los cuales 200 de ellos están ocupados. Sin embargo, el organismo alerta que en el caso de los niños existe una sobrepoblación en los centros donde residen, ya que, si existen 199 cupos, 206 están ocupados. Aquello a juicio de la institución demuestra que 9 de las 32 residencias visitadas tiene sobrecupo.

Respecto a las condiciones de vida, el 50% las residencias tiene excelentes condiciones de conexión eléctrica y de agua. Misma valoración positiva se hace -en su mayoría- a los servicios higiénicos de los recintos, donde la mayoría de estos está calificada como “excelente”.

Pese a eso, el informe sostiene que en general “las necesidades más básicas de infraestructura se encuentran satisfechas, como es la disponibilidad de camas, acceso a baños, comedor y cocina”. Sin embargo, el texto sostiene que “la calidad de estas no es siempre óptima y la infraestructura para hacer frente a otras necesidades como recreación, espacios comunes y resguardo a la identidad y privacidad de los niños y niñas, son déficits mayores”.

Visita al centro de Coquimbo.

Lo mismo ocurre con la infraestructura, ya que si bien en general se encuentra en un buen estado, “en diversos centros se presentan carencias importantes que refieren a la escasez de espacios interiores y exteriores, o bien que estos son muy reducidos para el desarrollo de las diversas actividades de los hogares. Así también algunos centros presentan deterioro en las instalaciones, como en los enseres, lo cual da cuenta de problemas en su mantenimiento y renovación, que se expresa en mobiliario deficiente, gastado y en malas condiciones”.

Consultada respecto al tema, la directora del INDH, Consuelo Contreras, sostuvo que “durante las visitas encontramos carencias importantes de espacios interiores y exteriores para niños, niñas y adolescentes. Algunos de los centros presentan deterioro en sus instalaciones, dando cuenta de problemas de mantenimiento y renovación. Eso es motivo de preocupación. Si bien hay sitios que cubren las necesidades de quienes están a su cuidado, en otros el respeto de la dignidad y la salud de las personas ahí alojadas no están completamente asegurados”.

Carencias en algunos centros

En casos como la alimentación o el vestuario de los niños, niñas y adolescentes, el INDH sostiene que en su mayoría se encuentran satisfechos, sin embargo “y precisamente por lo básico y fundamentales que estos cuidados resultan para el desarrollo de los niños y niñas preocupa que, aunque en un bajo porcentaje, se reporten casos en que hay dificultades para satisfacerlas”.

En detalle, el instituto sostiene que residencias como una ubicada en Iquique, no cuenta con vidrios en las habitaciones luego de que los mismos NNA los rompieran, por lo cual estos se reemplazaron con telas. Una situación parecida se describe en Antofagasta, donde se advierte que las ventanas tienen rejas y que el lugar no cuenta con más espacio para recibir a menores de edad.

Finalmente, situación completamente diferente se detalla en recintos como el de La Serena, en el cual el INDH describe que existen correctas condiciones y que además el espacio y entorno genera un ambiente familiar para los niños, niñas y adolescentes. En el caso del centro de Osorno, el preinforme califica sus condiciones como excelentes.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.