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Bienal de Arquitectura de Chile. No es un misterio. Todo cambió a partir del pasado 27 de febrero. Y aunque a estas alturas aquello parece ser una obviedad, las consecuencias aún son patentes. Por eso instancias de reflexión son importantes, más cuando es en torno a la arquitectura. Es lo que pasa con la Bienal de Arquitectura de Chile en el Museo Histórico Militar. Titulada 8.8 Re-Construcción, la muestra desde su recorrido acoge la contingencia que vive nuestro país en materias de reconstrucción. Emilio Marín, arquitecto a cargo del montaje, nos da algunas claves para entenderla.

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Patio/núcleo

Quedando inhabilitadas las diferentes salas del Museo Histórico Militar, fue su patio central el lugar desde el cual la muestra se reformuló. Así, de contar con espacios ya articulados, se tuvo que pensar un recorrido alternativo que incluyó generar nuevas plataformas para la muestra. “Sin la posibilidad de ocupar la mayoría de las salas, tuvimos que concebir un nuevo recorrido en el patio central; entonces se presentaba una dualidad compleja, porque por un lado está el requerimiento de llenar el espacio, pero por otra parte el edificio tiene un valor, una carga histórica que era necesario no ocultar con la marcha. Por el contrario, había que incluirla”, comenta el arquitecto a cargo del montaje, Emilio Marín, poniendo énfasis en las cualidades espaciales del nuevo emplazamiento y en su condición de patio, el que tiene un metraje considerable.

Estructuras prefabricadas

A nivel de diseño y arquitectura, se decidió emplear unas estructuras prefabricadas. Lo que hace un paralelo entre lo histórico del edificio original y lo prefabricado, entendiendo éste como un concepto ultracontemporáneo. Una suerte de soporte de los nuevos tiempos, además de estar muy a tono con el tema de esta bienal. Por otro lado, está la idea de que es una construcción efímera, que se puede desmontar fácilmente, aunque lo más novedoso quizás es que estas mismas estructuras se pensaron a través de una pasarela en donde estará exhibida la selección de proyectos nacionales. “Es una especie de ironía, porque finalmente es un show y el formato pasarela entonces adquiere una lectura diferente”, comenta Emilio Marín.

Soporte: madera

Planchas de madera de mañío sonel soporte que se empleará. Eso sí, con la particularidad de que éstas se pensaron siendo utilizadas en un formato comercial. Es decir sin cortes ni dimensiones específicas sino estándares, con el objeto de que puedan reutilizarse cabalmente. Para eso se diseñaron una suerte de mesas básicas en este material y a las cuales se les imprimió en la superficie la información del proyecto. Sin relieves ni cortes. “La idea es, además de reutilizar el material, entregarle la relevancia que se merece la información. Aprendiendo de bienales pasadas en donde el diseño del soporte tenía mayor relevancia que la información del propio proyecto, se decidió hacerlo así”, explica Marín, agregando que también está el formato vertical.

Universidades

En escala 1:1. Así fueron pensados los proyectos que plantean las diferentes universidades participantes. El motivo: módulos de emergencia, construcciones que con el mismo presupuesto de una mediagua puedan ser utilizadas en momentos de urgencia.

Optar por lo simple

La madera como soporte fundamental y construcciones básicas para albergar a los diferentes participantes enmarcan esta bienal en una suerte de austeridad coherente con el momento que vive nuestro país. No obstante y a pesar de ello, Marín advierte que la idea en esa misma línea es entregar dignidad a estos materiales en apariencia tan precarios. Es por eso que se generaron una serie de containers de madera de gran altura que servirán para recibir a los auspiciadores. Espacios construidos en mañío que adquieren otro estatus dentro del lugar.

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