Apuesta multifuncional
Los arquitectos Rodrigo Duque y Rafael Hevia proyectaron el Gran Casino y Hotel de Talca, una edificación que crea un nuevo lenguaje estético en la zona, con un carácter funcional y contemporáneo.

Un Gran Casino y Hotel para Talca fue lo que les encomendaron a los arquitectos Rodrigo Duque y Rafael Hevia. Obra de envergadura –15.000 m2– para estos jóvenes profesionales, y un gran reto al mismo tiempo, por cuanto la petición venía sujeta a una serie de consideraciones. En primer lugar, el uso múltiple dentro del mismo edificio: casino, hotel y restaurante. Luego, su ubicación –junto al mall de la ciudad– y su construcción sujeta a una serie de parámetros climáticos especiales, debido al calor provocado por las máquinas de juego que se dispondrían adentro.
Con esa lista enmente, los arquitectos fueron paso a paso. Para ordenar la diversidad de usos, Duque y Hevia plantearon espacios intermedios y jerárquicos que ordenan la edificación, conectan los diferentes programas y, al mismo tiempo, le entregan independencia visual a cada uno. Patios interiores incorporan además la luz del exterior y funcionan a su vez como espacios de descanso visual, como lo que ocurre en el casino, que se ubicó en el primer piso, y el centro de eventos, que está en el segundo. “Proyectamos espacios intermedios que le entregan diferentes ámbitos al edificio, como el jardín con la piscina o la terraza en altura”, puntualizan los profesionales.
En conjunto con Hunter Douglas, desarrollaron una doble piel en la fachada, quematiza sutilmente su carácter multifuncional “y controla la distancia con el exterior, permitiendo cierta independencia de la playa de estacionamiento del mall”, comentan. Por otro lado, esta especie de cáscara disminuye a su vez el soleamiento directo, con lo que se resuelve el problema de climatización al interior. Además se consideró un sistema de techos-jardines para el tercer piso, donde también se ubicaron las habitaciones del hotel. Aunque sin duda lo más novedoso de esta piel es la identidad que le aporta dentro del contexto urbano, lo que se incrementa al anochecer, cuando se encienden las luces y se crea un efecto de lámpara urbana. Algo no menor si se considera la cercanía al mall y a dos importantes calles en las afueras de Talca.
En cuanto a la materialidad, los arquitectos apostaron por el uso de elementos naturales, como la madera de pino, piedra pizarra, e incorporaron espejos de agua en el perímetro. “Con el pino entregamos un carácter acogedor al interior, contrarrestando la imagen que comúnmente tienen los casinos en el mundo”, acotan.
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