Los temas ambientales, como la sustentabilidad y el ahorro de energía, se han instalado definitivamente en nuestro día a día. De sus bondades y ventajas ya no hay dudas.

Por lo mismo es que está lleno de charlas, cursos, seminarios, cambios en las mallas curriculares de los  programas de estudio, eventos, exposiciones, certificaciones, eco-cosas, etc. Todo 'milagrosamente' catalogado de sustentable (desde casas hasta bolsas), pero la gran mayoría son simples negocios, colgados de lo atractivo de la palabra o concepto sustentabilidad o ecología, al final no es más que un buen: econegocio.

Para ser sustentable o ecológico no se necesita de nada, sólo serlo, es simple. No hay que tomar cursos, ni vestirse verde, ni forrar la casa con paltas, ni certificarla; además no hay que pagar: es gratis. Si tiene frío, abríguese y ponga mucha aislación térmica en su casa, y si tiene calor, basta con ponerse a la sombra y permitir que el aire circule. Lo mismo con el auto, póngale un cartón por fuera si queda al sol, no haga uso de un programa computacional de simulación, ni tampoco lo certifique (no es obligación). Salvo que sea inseguro.

Para ahorrar luz artificial, trabaje en lugares luminosos y no de noche (apúrese), deje que la luz entre, con ello ahorrará hasta las ampolletas de alta eficiencia. Si entra mucha luz, use protección solar exterior, así puede mirar para afuera y podrá entrar aire fresco, lo peor es poner vidrios oscuros que se calientan o cerrar cortinas que cortan la pasada del aire, y peor es que las ventanas sean fijas.

Si quiere ahorrar agua, reduzca las superficies de jardín que requieran mucho riego, especialmente pasto, y tome duchas  cortas, con ello se ahorra comprar las 'challas eficientes'; sea usted el eficiente: cambie de actitud.

En algunos seminarios sustentables, a los cuales muchas veces asisto como público, para aprender y ver qué es lo que no hay que decir, he presenciado exposiciones en las que  se mencionan muchas cifras y estudios que asustan; que el fin del mundo va a llegar pues el CO2 nos va a matar (en los países avanzados se llega a los 90 años fácilmente); que el petróleo se acaba (y se sigue encontrando); que el auto va a desaparecer (y nunca ha habido tantos), etc. Después vienen las combinaciones, cuentas patéticas y conclusiones peligrosas, por ejemplo: con lo que se anda en auto en la vida, alcanzaría como para 6.000 viajes en auto a la luna (¿quién lo haría?); o peor: que en los países avanzados la obesidad ha aumentado, al igual que los niveles de CO2. Quiere decir esto que los gordos son contaminantes o que el CO2 engorda, o bien que son ellos los culpables del cambio climático.

Al final, lo mejor de los seminarios son los 'coffee-breaks'  y los lápices verdes y de pasta verde que regalan, son ecológicos.