Este invierno ha sido un poco más ‘retro’ que los  de los últimos años: más días de lluvia, lluvia por varias horas, cielos encapotados y la sensación general de que efectivamente estamos en invierno. Y con ese panorama, quedarse en la casa suena más tentador que nunca, al menos para mí. Este número lo pensamos así: adentro de la casa y cómo hacerla lo más acogedora posible; una opción: agregar color a través de flores. El terminal está lleno de opciones, no hay que pensar en grandes arreglos, pero algunas repartidas por distintos lugares de la casa cambian el look y la hacen más alegre. Otra opción, meter las manos en la masa, literalmente: aprender a hacer el pan nuestro de cada día. Las opciones son muchas y al parecer después de que se domina lo básico el resto es experimentar y atreverse. Y como vamos a estar más tiempo adentro, qué mejor que aprovechar para renovar un par de muebles; las telas son la mejor opción, pero hay que saber cuál, cómo y dónde usarla, porque un sofá que se usa mucho para ver televisión, leer o incluso una siesta ocasional va a necesitar una tela mucho más resistente que un butaca más decorativa. Y como retapizar no se hace a cada rato, es importante elegir bien. Lo mismo pasa con las cortinas; si les pega mucho o poco sol es la regla número uno, de ahí hay que ver si es solo por bonita, o también queremos que nos aísle del frío; incluso una cortina pesada, con forro, puede aislar del ruido... importante si uno vive en un lugar con tráfico.

Aprovechen el tiempo de estar puertas adentro para mirar su casa y ver cómo hacerla más bonita y funcional; pequeños arreglos la pueden dejar mucho mejor, y eso nos hace más felices.