En junio revista Paula publicó un reportaje sobre la disminución de abejas en el mundo. En Chile el problema aún no es tan serio, pero los productores de miel y otros productos relacionados sí lo están notando. El mayor problema, y misterio, es que no se sabe por qué las abejas cuando salen de la colmena deciden no volver. Me he ido topando con diversos artículos sobre el tema, y todos plantean hipótesis -ninguna que se haya comprobado- que señalan a los fertilizantes, químicos, celulares y sus frecuencias, etc., como posibles responsables. Lo único claro es que somos nosotros, como raza humana, quienes algo hemos manipulado y/o modificado, generando este cambio de comportamiento en ellas.

Crecí en el campo y sé lo importante que son las abejas en todos los procesos orgánicos, en los ciclos de las plantas; sin ellas no hay polinización, sin polinización estamos fritos, así de simple. Por eso, en este número, conversamos con dos especialistas, Cristóbal Elgueta, paisajista, y quien hace años se dedica a los jardines sustentables, sin pesticidas, con bichos 'buenos' que controlan a los 'malos' y con plantas que se complementan entre sí. Un ejercicio de prueba y error, pero con resultados positivos. También hablamos con Marie Arana, fundadora del Herbarium de Peñalolén -a quien ya presentamos hace dos números en la revista-, quien ha eliminado totalmente el uso de pesticidas y químicos de sus jardines y entiende de equilibrios entre ellas y de cómo nos podemos relacionar de la mejor manera con la naturaleza, porque está claro que eso es lo que nos falta; hemos roto la armonía, respetamos menos los plazos y ciclos de la naturaleza, y la hemos manipulado exigiéndole de tal manera que nos está pasando la cuenta.