MasDeco

El curador

Comisarios, editores visuales, taste-maker o guionistas de arte. Muchos son los nombres que recibe esta emblemática figura que ha agarrado presencia en el circuito artístico en los últimos años. Amada por algunos y odiada por otros. Lo cierto es que hoy es difícil encontrar muestras sin una firma curatorial; pero cuál es exactamente su función y por qué son necesarios es lo que quisimos averiguar.

1043020

Más de alguna vez se habrá encontrado con el término curador en alguna reseña artística. O habrá escuchado de la polémica elección del curador de la próxima bienal de alguna parte, o que la curatoría de tal o cual muestra fue notable. Si es así, entonces puede seguir leyendo. Y es que esta expresión está de moda, saca ronchas entre los entendidos y opiniones diversas. Pero en definitiva, ¿qué es un curador?, ¿cuál es su misión?

La figura del curador como la entendemos hoy surge paralelamente a la proliferación de espacios culturales independientes a mediados del siglo XX. Unos que de alguna manera tenían que llenarse de fundamentos teóricos para validarse en los circuitos establecidos, por lo que la presencia de un experto o investigador en materias artísticas se dio naturalmente. En Chile, esto sucede comenzando los 80. Primero conocidos como comisarios, el término varió, adoptando la concepción norteamericana “curator”, que en un inicio se circunscribía a museos con colecciones permanentes, donde el curator o curador, tenía la misión de velar por el buen mantenimiento de las obras.

Es así hasta que la explosión cultural los hace palpables, evidentes y hasta protagonistas. “El curador enseña a ver el arte de nuestro tiempo, es decir, una buena curatoría es una muy bien pensada manera de enseñarnos a ver el arte contemporáneo, clasico, etc.”, afirma Carlos Navarrete, secretario de Estudios de la Escuela de Arte de la Universidad Diego Portales, a lo que Francisco Brugnoli, director del Museo de Arte Contemporáneo, agrega que “el curador organiza, selecciona las obras, en algunos casos asume el rol de productor, pero siempre, siempre, es el encargado de dar el fundamento, el marco teórico a la muestra”.

De acuerdo con ello entonces cada vez que asistimos a una muestra y percibimos el cómo están colgados e iluminados los cuadros o cómo se relaciona cada pieza con el espacio y entre ellas, vemos la mano de un curador. Alguien que pensó en el mensaje que le llegaría al espectador; en ese sentido, el curador se transforma en un interlocutor válido entre el artista y el público a través del montaje que le entrega a cada propuesta y de la reflexión en torno a ella. Brugnoli, en ese sentido, advierte dos consecuencias relevantes de la proliferación de esta suerte de figura omnipresente de las muestras. Por un lado destaca la reflexión concienzuda en torno a las problemáticas del arte, más allá de la creación de una pieza, traducido por cierto en material bibliográfico, pero también en ciertas ocasiones la sobreabundancia de discursos entorpece el mensaje. “Cada vez que vienen curadores extranjeros les llama la atención la abundancia de textos en los catálogos. Algo que por un lado es bueno, pues éstos se han transformado en un soporte de escritura teórica en torno al arte, pero también ese afán discursivo opaca la figura del curador”.

Historia del arte, arte, estética e incluso lingüística. No existe una carrera determinada que te lleve a la curatoría formalmente. “Existen carreras, estudios curatoriales, y hay un par de lugares importantes que imparten estos estudios, como el Bard College en Estados Unidos o el Independent Study Program del Museo Withney, aunque muchos curadores se han formado como historiadores del arte y de ahí han derivado a la práctica curatorial, y otros son artistas e incluso otros vienen del campo de la literatura y poesía. Es decir, no es tan cerrado el asunto”, explica Carlos Navarrete, a lo que agrega que existen tantos perfiles de curadores como artistas y museos hay en el planeta. Por lo mismo, cada espacio tiene sus propias formas de enfrentarse al tema. Por ejemplo, el MoMA tiene su propio staff de curadores que van presentando proyectos o algunos museos tienen sus propios equipos curatoriales que de acuerdo a sus recursos y lo que se pretende mostrar proyectan las muestras.

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

¡Oferta especial vacaciones de invierno! ❄️

Plan digital $1.990/mes por 4 meses SUSCRÍBETE