El valor de lo simple
La arquitecta Gabriela Chamas visitó más de 100 propiedades antes de encontrar su encantadora casa estilo Bauhaus de 1945. Personalmente se encargó de la remodelación con ayuda de un constructor.

Eligió Ñuñoa por la calidad de sus construcciones antiguas y porque después de estudiar la oferta en Vitacura, Las Condes y Providencia, llegó a la conclusión de que según la proporción terreno, casa y precio, lejos la más conveniente era la de Ñuñoa. Buscó durante todo un año hasta que la encontró. “Estaba como una tela en blanco, los espacios eran estancos y no existía conexión entre el interior y el exterior, ya que las escasas ventanas eran pequeñas y la cocina un recinto oscuro y sinmuebles, existía sólo un lavaplatos”, explica Gabriela.
Después de recibir varias propuestas de arquitectos, se decidió remodelarla ellamisma junto a un constructor. La base, por supuesto, sería respetar la arquitectura original y el encanto de una casa estilo Bauhaus. Por ello, los cambios fueron los justos y necesarios y se concentraron básicamente en abrir la casa. Por ejemplo, las ventanas de todos los dormitorios fueron reemplazadas por ventanales de raulí más amplios y a piso para integrar el jardín interior. O en el caso de la cocina, donde lo que hoy se ve es el resultado de la fusión de la despensa y el dormitorio de servicio original, lo que permite la conexión de este espacio con el jardín trasero. Gabriela cuenta que un amigo lo bautizó como “la vedette de la casa”. Y no es para menos, porque es muy llamativo tanto por sus formas, colores y decoración. “Tiene la mezcla de colores de la película Sin City, es decir celeste del muriglass, cubiertas de granito y silestone para el mesón principal que une el comedor de diario con la cocina”, comenta la arquitecta.
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