“Una buena anfitriona tiene que estar siempre renovando y buscando recetas novedosas, artefactos y utensilios de cocina, esto va de la mano con recibir y atender bien; que siempre en una comida, por ejemplo, haya al menos un postre hecho en casa”, comenta la diseñadora María José Pimstein.

Por esto, al momento de remodelar su casa, ubicada en Santa María de Manquehue, junto al arquitecto Felipe Bascuñán, no dudó en que la cocina debía tener un rol especial. Comenzando por darle amplitud, 35 m² y diseño contemporáneo mediante muebles funcionales fabricados por la empresa Müller y un toque decorativo proporcionado por la decoradora Ximena Tannenbaum (xtproyectos@yahoo.com).

Porque es en este espacio donde pasa a veces buena parte del día y comparte comúnmente con sus tres hijos -Diego y las gemelas Dominga y Martina-, quienes la acompañan en el rincón del comedor de diario mientras ella pone en práctica recetas aprendidas o encontradas en la colección de libros que tiene.

Este es el punto visual más llamativo, donde se plasma el estilo lúdico de Ximena Tannenbaum a través del mural de cerámica que se van conjugando al estilo patchwork, la romántica lámpara de lágrimas, la mesa de campo chilena encontrada en el Parque de los Reyes y las sillas de The Popular Design.

María José lleva dos años en clases de gastronomía junto a Verónica Blackburn y de la tienda de la chef ha ido obteniendo algunos elementos que ambientan su cocina, como ollas Le Creuset, especieros y toda clase de aceites de oliva que se guardan en compartimientos especiales.

“Me gusta que en mi casa se cocine harto, que siempre haya postres, queques de todo tipo y comida casera. Tengo a mi nana de toda la vida que es cocinera y que viene una a vez a la semana a enseñarnos distintas recetas”, cuenta.