Final Ad portas
Se acerca el final de la primera versión del concurso de vitrinas navideñas organizado por Transbank. Más de 500 comercios están participando de esta iniciativa que, más allá de apelar a la simple estética, busca generar que este tipo de decoraciones formen parte de nuestra Navidad y, de paso, mejoren el entorno urbano.


En octubre pasado se dio el vamos al concurso que Transbank organizó para celebrar esta Navidad 2010. La idea era que parte de sus comercios asociados armaran una vitrina navideña lo más novedosa posible. Y recordar que, por este año, fueron sólo dos las ciudades participantes: Santiago y Talca, localidad elegida por ser una de las más afectadas por el terremoto.
No había limitaciones de estilo, ni de materiales ni de elementos decorativos. La gracia era jugársela, echar a volar la imaginación y vestir las vitrinas para sorprender al público. Incluso, los primeros inscritos recibieron la ayuda del decorador Hugo Grisanti, quien los asesoró con un diseño atractivo y de buen marketing.
Y como no hay plazo que no se cumpla ni deuda que no se pague, el pasado 3 de diciembre se cerraron las inscripciones, aunque hay plazo hasta el día 20 para entregar las fotografías con las distintas propuestas. Más de 500 son los participantes, lo que tiene bastante contentos a sus organizadores, quienes -según cuenta el gerente de Marketing de Transbank, Ricardo Blümel- se han sorprendido con el nivel de las vitrinas, "con el ingenio, el esfuerzo y el compromiso puesto en esta iniciativa". Lo de Talca, específicamente, fue una experiencia intensa, y explica el profesional: "Desde esa ciudad están llegando muy buenos proyectos y nos transmitieron que esta oportunidad les ha servido para tomar aire y enfrentar el futuro con más fuerza y optimismo".

Para la empresa ha sido todo un desafío llevar a cabo un concurso como éste, en el que se premiarán cuatro categorías: Mejor vitrina y/o fachada; dos premios a pequeños comerciantes de Santiago; un premio especial a Talca y otro que será otorgado por el público. Es que Transbank no sólo busca apoyar a sus clientes durante este período del año; a la vez quiere generar una tendencia a partir de la estética de las vidrieras, "tal como ocurre en otros países, donde éstas son parte de la fiesta y del ornamento de la ciudad", agrega Ricardo Blümel. Además, ellos saben que la vitrina es algo así como 'el vendedor silencioso', así que quienes de verdad se esfuerzan por transmitir mensajes a través de ellas suelen obtener mejores resultados desde el punto de vista del posicionamiento y las ventas.
En Transbank esperan que esta idea trascienda, que se transforme en una experiencia que se replique los próximos años y se extienda a lo largo de todo Chile. Y ojo, que las fotos de las tiendas ya inscritas estarán expuestas en
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