Una mujer sencilla y relajada. Esa fue la primera impresión cuando entramos a la casa de la holandesa Valesca Damste. Y así es. De inmediato nos invitó a la cocina y al mismo tiempo nos decía que no nos preocupáramos por sus perros, que no hacían nada. Es que por donde caminaba la seguían fielmente dos Jack Russell Terriers –Jack y Sally– y un Teckel –Pepi–. Más tarde nos enteramos que faltaban dos mascotas más, Poes y Pufje, las gatas y reinas de la casa.

Nuestra llegada coincidió con la hora en que Valesca preparaba un kuchen demanzana. No sabemos bien si era la fruta recién cortada o la canela partida ymachacada, pero todo olía demaravilla. Entre uno que otro secreto sobre la masa perfecta, Valesca le decía al menor de sus hijos que no le echara más harina, mientras entraban los otros dos, dejando las mochilas en las sillas, abriendo el refrigerador, comiendo frutillas y tomando jugo natural. Todo al mismo tiempo y en el mismo lugar. “Nosotros somos súper de cocina. Tengo una hermana chef y unamamá profesora de cocina. Vivimos en torno a lo que se va a comer. Obviamente aquí se come siempre. De hecho, el comedor lo usamos con suerte cuatro veces al año. Los niños hacen sus tareas, yo veomis mails, los gatos duermen encima de la mesa en el sol, los perros esperan que algo caiga para comérselo...”, cuenta Valesca.