No me refiero al baile, aunque me encanta. Pienso única y exclusivamente en esa maravillosa ave de piernas y cuello eternos, que me derrite con su elegancia, sutileza y sensualidad. ¡Qué decir del plumaje! Soñado, francamente. Por eso los invito a agarrar chalcito, cooler y pasar el día en el parque Bicentenario que gratamente me sorprendió y conmovió con unos 10 flamencos al lado de la laguna con los cisnes de cuello negro. Lleven quitasol que todavía no hay mucha sombra y, por supuesto, acarreen a varios, que pasar el día en espacios públicos urbanos es una experiencia que en Santiago no se da, y es la que, humildemente, creo hay que adoptar para amar la ciudad, la primavera y la vida.

Una pieza de 10 cm con el flamenco hecho de cristal. Precioso. No está en Chile y hay que encargarlo. Para los coleccionistas de animalitos en miniatura, un imperdible de Swarovski.

¡Préndetelo!  Ni les digo lo que me costó encontrar cosas de flamencos en este país. Raro lo encuentro. Hay 6 especies de flamencos y uno es el chilensis. Así y todo, no hay esa cosa con su imagen siendo que cuando aparece todo adopta un aire precioso. Encontré unos prendedores antiguos, bellos, delicados, con esmaltes de tonos rosas y negro, sobrio pero gracioso en Bric à Brac, donde Paula, su dueña, recolecta harta cosita linda. Estos son franceses rescatados de una tienda de antigüedades.

Tegualda 1517, Barrio Italia.

Pink Flamingos (1972) John Waters y Divine. Nada más se puede pedir para entrar en el mundo surreal y adorablemente grotesco de Waters. Película de culto que todo ser con algo de intereses un poco más allá de los comunes debiese ver y re-ver, para reírse y adorar la estética en rosa y emplumada. Lo que menos puede pasar con ella es esperar encontrarse con esa casa rodante con los flamencos de plástico afuera.

Flamingo Restobar

En pleno Tobalaba casi llegando a Provi se ven unos quitasoles rojos, sillas negras con amarillo. Ahí es donde hay una barra que me gusta en toda su magnitud. Tragos conocidos y requeridos junto a una carta de autor con brebajes originales y ricos. También tienen buenos picoteos y platos de fondo que recorren varios estilos. Para estar, brindar, dejar que el calor se apodere de uno y disfrutar, que es lo fundamental (Tobalaba 175. Tel. 4924152). Tragos que recomiendo:

1.

Saketini del Flamingo:

debe ser uno de sus tragos más publicitados. Una bella y gran copa de Martini con vodka macerado en romero, pepino y jengibre, syrup de lavanda y una lámina de pepino con masago flotando. Exquisito.

2.

Sangría:

para compartir y comenzar a reírse solitos. La nueva es la de maracuyá: chardonnay, jugo de maracuyá, de piña, Ginger Ale, rodajas de naranja, limón y  kiwi o manzana verde.

3.

Micheladas:

no hay tarde con sol que las perdone y aquí hay varios tipos. Siempre con limón, dejo picante más el borde de sal. Este año innovaron con la Rusa: cerveza+jugo de naranja+sal+ají putamadre = salud entre varios y que viva el calor.

4.

Mojitos:

nadie se resiste a ellos y aquí la variedad conquista. Hay con albahaca, con frambuesas, maracuyá, el clásico. Dejarse llevar por el paladar es la consigna.

5.

Flamingo Rose:

al ser que le gusten las rosas, amará este trago. Con vodka y rosas más una maceración de menta y jengibre con jugo rojo de frutillas, frambuesas y arándanos. Una delicia bien femenina, marcando el florar y haciendo brindar con más de uno.