Plantear ciudad
Ciudad; sus componentes, funciones, relevancia e influencias en la calidad de vida de los que la habitan. Posterremoto, el debate se abre y aparece el urbanismo como tema central. Porque no sólo se trata de levantar casas y reparar carreteras, sino de pensar el país que queremos a futuro.


El link delMinisterio de Economía de Chile es el primero en aparecer al teclear la palabra reconstrucción en Google. Curioso, aunque lógico si se hace un repaso por las temáticas que han marcado la agenda mediática las últimas semanas, analizando sobre todo los montos que la reconstrucción de Chile costará: más de 2.500 millones de dólares para el Programa de Reconstrucción del MINVU; 8 mil, polémicos millones de pesos, para los insumos que requerirá el programa ‘Manos a la Obra’, además de la especificación por parte del gobierno de cinco fuentes de financiamiento: austeridad fiscal, utilización del Fondo de Estabilización Económica y Social, donaciones del sector privado, endeudamiento público y ajustes tributarios a las grandes empresas. Si a esto se le suma la recaudación realizada por la Teletón solidaria demarzo pasado, que logró reunir más de 40 mil millones de pesos, hasta aquí sólo se ha hablado de cifras. No obstante, poco o casi nada hemos escuchado del ‘cómo’, o mejor dicho, aún nadie tiene muy claro cuál será el modo de hacer.
:La urbe como protagonista
1.000 es el número de zonas entre grandes áreas metropolitanas, ciudades y pueblos que hay que reconstruir, además de los emplazamientos en el borde costero que hay que replantear. En ese sentido se instala en el universo académico y profesional la noción de que existe una oportunidad para Chile en temas relacionados con la planificación urbana y territorial (planes), el diseño urbanístico (obras), el urbanismo del paisaje (medio ambiente) y la gestión urbana (ejecución). Conceptos que en su definición semántica hablan de ciudad, de su forma y fondo, de los diferentes enfoques que adquiere de acuerdo con su contexto económico, político, social y ambiental. En definitiva, de un conjunto de variables complejas y dinámicas que van mucho más allá de cálculos estadísticos.
El urbanista catalán Jordi Borja y el sociólogo Manuel Castells en su libro ‘Local y Global. La Gestión de las Ciudades en la Era de la Información”, ya lo planteaban en 1998: “…el desarrollo urbano se materializa en un programa de obras, pero sólo construye la ciudad futura si responde a un proyecto global…”. Entonces cabe preguntarse: ¿Existe un plan para Chile en materia urbana? ¿Se ha trazado un modelo de desarrollo?
Cuando se habla de, por ejemplo, que la reconstrucción de Constitución estará en manos de un ‘consorcio’ en el que participarán la empresa Arauco, la Municipalidad de Constitución y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, con Marcelo Tokman, ex ministro de Energía, a la cabeza, la respuesta acerca de la existencia de una planificación integral parece diluirse en acciones focalizadas e independientes. ¿Qué pasa con el resto de la región?
El arquitecto,magíster en Desarrollo Urbano y socio de Atisba Iván Poduje, si bien cree que ahora la prioridad es la emergencia, ve complicado el cómo todas las iniciativas aisladas se van a vincular y conseguir convertirse en un plan maestro que permita hacer la transición a la vivienda definitiva y en unamodernización de lo que existe. “Algo que básicamente se da en el planteamiento de la ciudad, en el diseño y normativas, es definir ciertos lugares que logren mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, que eventualmente permita desarrollar actividades. Aquí se confunde la urgencia de la coyuntura con la trascendencia, entonces lo que yo esperaría es que estos procesos tengan una guía de diseño urgente, de lo contrario esto se queda ahí para siempre”, apunta el profesional.
Y ejemplos en Chile hay. La situación de Tocopilla, donde la solución provisional hace rato dejó de serlo, o el olvidado Chaitén surgen como los bastiones de procesos reconstructivos deficientes, tomando sólo como antecedente su contexto actual. Sin embargo, ponen en evidencia la relevancia de una adecuada planificación urbana. “Una vez clara cuál va a ser la planificación, puedes ir ordenando con una cierta racionalidad cuáles van a ser los sectores que se van a ir desarrollando de a poco. O sea, hay una temporalidad. Ahí es que hay quemanejar, y sobre eso hacer las innovaciones en espacio público, vivienda sobre todo, y en potenciar ciertos atributos que permitan que las bases económicas –agricultura, turismo o pesca– de esas localidades se puedan ver reforzadas. Hay que tener gente, eso sí, que entienda que este es un tema social, físico, económico y ambiental”, señala Poduje, manifestando de paso la relevancia que tiene plantearse la urbe en diferentes dimensiones.
La ciudad de esta manera se presenta como un sistema vivo, independiente y observable bajo un prisma múltiple que es necesario considerar al momento de pensar en un punto de partida. Julio Poblete, arquitecto, máster en Diseño Urbano de la Universidad de Harvard y socio de Polis, puntualiza que “las necesidades que generó el terremoto son dispares. Hay ciudades donde sólo hubo terremoto. En cambio en las localidades costeras donde además hubo maremoto, se borró el tejido urbano. Semodificó geográfica y topográficamente el borde costero, por lo que hay que empezar de nuevo, trabajando simbióticamente con proyectos y normas –diseño urbano y planificación urbana–. Eso sí, habría que ver bien dónde y cuándo funcionaría, tampoco hay que sobrerreaccionar”. Agrega que tomar las decisiones en los momentos justos y no después es relevante en este caso, pues “si te empiezas a demorar te vas a encontrar con que ya sea por iniciativas privadas o de personas, se vuelve a rigidizar el territorio”.
Intersectorialidad, descentralización, participación ciudadana, inversión en información son algunos de los conceptos que surgen entonces desde el urbanismo a la hora de seguir una lógica de reconstrucción que, bien implementada, representa ante todo una oportunidad.
:Mirada integral
El terremoto nos obligó a mirar la ciudad desde una perspectiva diferente. Una donde aquel espacio invisible tomó forma y se convirtió en una especie de ente articulador de la trama urbana, en que se ubican los servicios, se da el intercambio económico, las relaciones sociales y se emplazan las viviendas. Justamente es esa mixtura la que indica a la lógica generar vínculos diversos y flexibles, que crucen las fronteras de su propia sectorialidad, para generar esfuerzos mancomunados de acuerdo a las necesidades de cada comunidad. “Las decisiones que se relacionan con la ciudad, con la calidad de vida, con el tema urbano, se han tomado históricamente desde el punto de vista de que los problemas son monovariables, por ejemplo, decir que el Transantiago es un problema del transporte únicamente, es una mentira. Es un problema de la ciudad, por lo tanto hay transporte, hay políticas sociales, hay obras públicas, diseño urbano, etc. Hay que pensar en políticas urbanas con objetivos transversales, por ejemplo como se hizo con el plan de reactivación económica, considerando en un plan integral una serie de acciones sectoriales, incluidas las de vivienda y urbanismo”, acota Julio Poblete.
Luis Eduardo Bresciani, arquitecto y máster en Diseño Urbano de la Universidad de Harvard, agrega que es esta una condición necesaria para abordar integralmente los temas reconstructivos. “En la planificación requieres integrar competencias y mayor participación ciudadana, para que el resultado tenga relación con la demanda y a la vez como una suerte de contención sicológica que esté de acuerdo con las expectativas…Los países que han decantado en respuestas individuales han sidomás omenos exitosos, dependiendo de cuánta plata hayan inyectado, pero no así en el tema de recuperar la vitalidad de las zonas afectadas”, puntualiza.
Desde su silla de subdirector del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC, el arquitecto RobertoMoris si bien advierte un cambio sustancial en la manera de percibir la ciudad y en el valor que tiene el entorno en las comunidades, es consciente de que aún estas se van desarrollando por áreas, y estudiarlas de manera global, “igual como uno estudia al cuerpo humano”, acota, es aún una tarea pendiente. “Finalmente, la sumatoria de todas las buenas y malas decisiones conforman la ciudad”, resume Moris.
:Desde los extremos
La descentralización, por estos días, ocupa nuevamente un lugar en la discusión pública. La condición geográfica de Chile, en ese sentido, fuerza la discusión e instala la problemática –y su consecuente agravación posterremoto– de generar ideas y proyectos siempre desde el centro. “Chile puede desesperarse y dar soluciones rápidas y de coyuntura o puede hacer una correcta combinación entre responder a problemas de emergencia de corto plazo con una planificación que garantice que el resultado sea mejor para estos pueblos en los que además demanejar el tema físico, semaneja el tema de la calidad de vida. Para hacer esto se necesita además de una fuerte inversión, de una capacidad humana apta para combinar y coordinar esfuerzos, y esa es probablemente la oportunidad que se les presenta particularmente a las regiones más afectadas”, explica Luis Eduardo Bresciani.
Al respecto, Poblete opta por la cautela, pues si bien es un tema relevante para el desarrollo equitativo del país, apunta el foco a la posibilidad de movilizar el capital social, por ejemplo, en lugares como Lota, donde los proyectos de reconversión laboral han sido deficientes. “Si incorporamos a la gente en su propia reconstrucción, tenemos la oportunidad de un nuevo activo social que antes el país no tenía, un activo económico además, y al final del día, sumado a lo anterior, en esos lugares va a haber mucha más identidad, cohesión social, paz social; van a ser comunidadesmás seguras”, explica, tomando en cuenta la diversidad de municipios que en este caso se han visto afectados, algunos muy pequeños y con menos recursos para tomar en sus manos la reconstrucción. “En ese sentido creo que se refuerza el rol central en el pensamiento estratégico, en darles el impulso a los más pequeños y aterrizado en terreno, con la gente, los vecinos y las intendencias, pero creo que delegar toda la tarea tiene que ser más a largo plazo”, añade, dando paso a la vez a la pregunta por el rol de las comunidades en este proceso.
Y es que la sociedad adquiere un protagonismo inusual como articuladora de su bien común, de su desarrollo, cuestión que se ha manifestado en losmovimientos ciudadanos que se han generado a partir de la defensa de sus barrios o patrimonio arquitectónico. A lo que Bresciani agrega: “Ojalá el proceso de descentralización se implementase a través de la tarea. Porque un cuarto punto del proceso de reconstrucción tiene que ver con la relación con la sociedad, con diálogo permanente”, explica, advirtiendo, una y otra vez, cómo el urbanismo, el estudio de la ciudad y su conjunto, influyen en la calidad de vida de todos y hoy es llamado a generar un proyecto país integrado, informado y democrático.
Presupuesto: 120 billones de dólares a implementarse en 10 años.
Aporte del gobierno central: 34 billones de dólares durante el primer año posterior al terremoto. En los 9 años siguientes, 1.2 billones de dólares anuales.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.