No es que lo griten a los cuatro vientos, pero los diseñadores se inspiran, hacen revivals. Parece que por estos días el turno es del clásico sillón Windsor, ese mueble completamente ensamblado y del más rico nogal inglés, que a estas alturas cumple más de tres siglos de historia dentro de las casas de campo inglesas.

Tom Dixon lanzó este año al mercado una versión que nos recuerda profundamente el empalillado clásico, que se llama Fun. Hay circulando además versiones de otros tantos diseñadores, varios nórdicos y jóvenes, como la mecedora Windsor Rocking Chair de Katie Walker Furniture. Es así, en su minuto fue la silla Viena, en otro incluso la Red and Blue de Rietveld, las reinterpretaciones son inevitables y necesarias, traen la historia al presente, las raíces están ahí.

En este caso, la Nub, que además de proporcionar el mismo efecto 'Deja Vu Windsor',  denota su parentesco con otras sillas creadas por Urquiola, como la Tropicalia (pese a la enorme diferencia de los materiales), es una lección de prestancia, grandeza, discreción y comodidad.

Parte de la colección Nub compuesta por sillones y butacas, algunas de estructura de madera de haya, otras con estructuras de metal, más interesantes combinaciones de patas, que se pasean por tradicionales de forma cónica, hasta otras de estructuras de metal cilíndricas y delgadas. Lo importante es que en toda la línea se contemplaron respaldos altos o medios de varillas, que gracias a un sofisticado trabajo de ebanistería, consigue el engrosamiento de las mismas a distintas alturas.
Web: andreuworld.com