Batido, pero no revuelto, así lo pedía James Bond, uno de los responsables de que el Martini sea tan famoso, si bien su glamour es propio de los años 40, cuando también Frank Sinatra y otros artistas lo inmortalizaron. Hoy el vermut y la aceituna están de vuelta, de la mano de una nueva tendencia que está cambiando los tragos largos por los deliciosos cócteles. La clave está en revisitar, en volver. Si el Martini está de moda una vez más, cómo se iba a quedar atrás un buen scotch.

Tradicional y elegante, el whisky sólo es otra de las celebridades que están en pleno apogeo. Son los también denominados short drinks, y se caracterizan por utilizar poca bebida, pero un alto contenido de alcohol, entregando un sabor bastante acentuado.

Mientras que desde el lado más dulce de la barra, los cócteles se diferencian según su nivel de azúcar, secos, semidulces, amargos, ácidos e incluso salados.

Con infinitas mezclas y preparaciones, la demanda de un trago siempre varía según la ocasión y el lugar. Casi siempre en invierno se prefieren más dulces, cremosos o con mayor graduación de alcohol, mientras que con la llegada de la primavera y el calor, aparecen las frutas, y las combinaciones se hacen más frescas.