Las dudas del anuncio de Latin NCAP para Chile

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El organismo independiente hizo oficial un anuncio de que sería obligatorio el etiquetado de pruebas de seguridad para los autos nuevos en nuestro país, sin embargo, esta modificación es aún un proyecto de decreto de Estado, el cual está siendo revisado por la Contraloría.




El anuncio de Latin Ncap del pasado viernes 1 de julio no pasó desapercibido en el rubro. Con el título “Chile incorpora calificación NCAP en etiquetado de seguridad vehicular”, la secretaría de prensa de dicho organismo daba cuenta así, sobre una nueva medida respecto de la calificación de seguridad que afectaría a las unidades 0 km en nuestro país.

“Chile se convierte así en el primer país de la región en incluir en el etiquetado de seguridad las calificaciones de estrellas NCAP”, aseguraba el cuerpo del comunicado del organismo con sede en Uruguay. Una afirmación que es debatida en el ambiente.

Y es que lo que en verdad sucedió entonces es que el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones de Chile (MTT) envió una solicitud de actualización del Decreto 26 a la Contraloría General de la República, que propone cambiar el rótulo de los elementos de seguridad de los vehículos livianos nuevos y medianos que se vendan en nuestro país.

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Pues bien, lo primero que generó ruido entre una comunicación y otra, es el hecho de que hasta el día de hoy esta iniciativa es solo un “proyecto de decreto”, sometido al control de legalidad que existe en Chile llamado trámite de Toma de Razón ante la Contraloría General de la República.

“Resulta sorprendente la comunicación del ente ubicado en el extranjero, llamado Latin NCAP, y que se dio a conocer antes de que el Ministerio anunciase su decisión de tramitar dicho decreto, ya que da por hecho la vigencia de una norma que aún no existe y que, por ende, es una transgresión al orden institucional chileno, pues ejerce una presión indebida sobre las autoridades llamadas a conciliar la legalidad de dicho documento”, denuncia la Asociación Nacional Automotriz de Chile (Anac), organismo que rechaza la iniciativa, argumentando que “se opone a los intentos de privatización de la seguridad vial”.

Y es que hay otro punto de conflicto entre las partes involucradas. Aquel que se refiere al origen de la información que se incorpora a la nueva etiqueta. Según el MTT, en vocería de Karina Muñoz, secretaria general de Conaset (Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito), “se incorpora a la nueva etiqueta información sobre la calificación en cualquier programa de evaluación de desempeño de seguridad de vehículos nuevos, solo en caso de disponerla y siempre que la evaluación sea hecha con un vehículo comprado en Chile”.

Aquí es donde entra la Latin NCAp y sus estrellas de calificación. Al respecto, la Anac plantea que un etiquetado que se presuma obligatorio en un universo de 1.800 modelos y versiones disponibles a la venta en nuestro país, pero de una entidad que realiza del orden de una decena de pruebas al año, significará que muy pocos vehículos podrán exhibirlo.

“Entonces debemos preguntarnos si se cumple el propósito perseguido por el pretendido decreto -que es mejorar la entrega de información al consumidor o si, más bien, correspondería actualizar exclusivamente la Etiqueta de Elementos Optativos de seguridad presentes en cada modelo y que se exhibe en un papel impreso por Casa de Moneda en cada vehículo”.

“A ello hay que sumar que los modelos testeados por los organismos NCAP rara vez corresponden al modelo o versión disponible a la venta en Chile. Las configuraciones de producto son distintas y varían de mercado en mercado. Así las cosas, la confusión para un consumidor chileno podría ser máximas”.

Frente a estos cuestionamientos, Muñoz responde “es importante aclarar que esto no representa en ningún caso un traspaso de facultades del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones a un organismo privado, ni la eliminación de atribuciones de homologación, la cual continúa en los mismos términos y siendo potestad del organismo certificador del Estado, esto es, el Centro de Control y Certificación Vehicular (3CV)”.

“Cabe mencionar que la incorporación de información del resultado de pruebas de desempeño es un elemento adicional, el que aplica solamente a aquellos vehículos que disponen de esta información de testeo, no representando en ningún caso un impedimento a la importación, comercialización o circulación de vehículos en función de los resultados que se dispongan”, añade la ejecutiva.

Decreto, proyecto de decreto, dimes y diretes, lo cierto hasta ahora la iniciativa que busca cambiar el etiquetado de los elementos de seguridad de un auto nuevo genera dudas dentro del ambiente. Dudas que deberían despejarse una vez se pronuncie la Contraloría sobre la hasta ahora polémica medida.

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