Estudio inculpa a Mobil de manipular regulación medioambiental

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Investigación publicada por The Guardian indica que el gigante petrolífero justificaba gastos para evitarse juicios futuros y mermar las leyes regulatorias.




Este miércoles el diario The Guardian publicó un reportaje en el que señala que el gigante Mobil hizo donaciones a universidades y entidades cívicas a inicios de los 90, aunque todo con el mero fin de promover los intereses de la compañía y minar la creciente regulación medioambiental.

Los documentos dan una luz de las formas en que las corporaciones han utilizado su dinero para influir, acumular prestigio y definir la política a través de subvenciones para programas académicos y grupos de defensa, dice la publicación firmada por la periodista Sharon Kelly. La información sale a la luz en circunstancias que ExxonMobil, formada por la fusión de Exxon y Mobil en 1999, ahora enfrenta investigaciones por parte de varios fiscales generales sobre reclamos referentes a su nula alerta a los inversores y el público sobre los riesgos relacionados con la crisis climática, que actualmente está en sus niveles más críticos.

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Los documentos, con fecha 1993 y proveídos a The Guardian por el Climate Investigation Center, muestran que la Mobil Foundation justificó gastos monetarios detallados por mayores "beneficios para Mobil", los que se esperaban a cambio de más de 80 subvenciones concedidas por la petrolera para 1994. Esto, se indica, pudo haber violado la ley federal.

La fundación detallaba que sus subvenciones destinadas organizaciones sin fines de lucro podrían ayudar a Mobil a luchar contra la regulación ambiental, a financiar a científicos cuyo trabajo había sido "recibido favorablemente por la industria" y a preparar a Mobil para defenderse en contra de juicios posteriores por derrames de crudo y accidentes industriales.

El accionar de Mobil en Nigeria

En otro de los artículos de Kelly en The Guardian, se explica un incidente ocurrido en Nigeria en 1998. Allí, en el mes de enero, una tubería de 60 cms de diámetro colapsó, vertiendo gran cantidad de crudo al Océano Atlántico.

El Dr. David Page visitó Nigeria tras el derrame y ofreció su punto de vista del impacto al New York Times, el cual fue publicado en un reporte especial el 20 de septiembre de ese mismo año. El viaje de Page, explica The Guardian, fue previsto años antes en los planes de Mobil, muestran los documentos de Mobil Foundation.

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"Entre la respuesta efectiva y dirigida de la naturaleza y la de Mobil, la costa se salvó de lo que podría haber sido un evento ambiental muy serio", dijo Page a The New York Times.

"No soy abogado, pero es justo decir que debido a que tan poco petróleo llegó a tierra, sería extraño que se cortaran los medios de subsistencia de los pescadores", agregó el científico.

Lo cierto era que el derrame de crudo llegó hasta el puerto de Lagos, a más de 800 kilómetros, y que la catástrofe resultó ser una de las más grandes en la historia de Nigeria, cuestión confirmada por Human Rights Watch.

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