El primer ministro de Australia, Anthony Albanese, fue reelegido en su cargo luego que el Partido Laborista de ese país obtuviera la mayoría parlamentaria tras las elecciones generales de este sábado.

El resultado fue confirmado por el líder de la oposición, Peter Dutton. “No lo hicimos lo suficientemente bien durante esta campaña, eso es obvio esta noche, y acepto toda la responsabilidad por ello”, dijo en su discurso.

“He llamado al primer ministro para felicitarlo por su éxito esta noche. Es una ocasión histórica para el Partido Laborista y lo reconocemos”, destacó en declaraciones recogidas por AP.

Según las estimaciones de la prensa respecto a los resultados exhibidos por la Comisión Electoral Australiana, el actual partido de gobierno lograría garantizar obtener 77 escaños de los 151 asientos de la Cámara.

Otras proyecciones, en tanto, señalarían que el Partido Liberal encabezado por Dutton obtendría 28 puestos en la Cámara, aproximadamente.

Derrota de Dutton en su distrito y proyecciones

La derrota de la oposición llegó al punto que el mismo Dutton no logró ganar su escaño en la circunscripción de Dickson, tras perder contra la laborista Ali France. “Ali y yo nos hemos enfrentado en varias elecciones, pero esta noche ella ha sido la ganadora en Dickson y hará un buen trabajo como diputada”, señaló en declaraciones recogidas en Europa Press.

Por otro lado, las proyecciones de la Comisión Electoral Australiana daban al gobernante Partido Laborista 70 escaños y a la coalición opositora conservadora 24 escaños en una Cámara de Representantes con 151 diputados. Los partidos minoritarios no alineados y los candidatos independientes parecían tener opciones de sacar 13 representantes.

A pesar de la ya segura reelección de Albanese, todavía existe la posibilidad de que el Partido Laborista no asegure los 77 escaños para ser mayoría absoluta. En esa situación, deberá buscar formar un gobierno “en minoría” con apoyo de legisladores independientes.

La última vez que ninguno de los partidos obtuvo una mayoría, pasaron 17 días desde el cierre de las urnas hasta que los legisladores independientes clave anunciaron que apoyarían una administración laborista.