El coronavirus está llegando a los colegios europeos

La primera dama de Francia, Brigitte Macron, visita una escuela en Le Chesnay, el lunes. Foto: AFP

Las escuelas están reportando miles de casos en algunos de los lugares con más contagios del continente.


Los padres en todo el continente enviaron a sus hijos de vuelta al colegio hace un mes después de que los funcionarios insistieran que había escasa evidencia de que el virus se transmitiría entre los niños en la escuela. Ahora, los establecimientos están reportando miles de casos en algunos de los lugares con mayores contagios del continente.

Las crecientes cifras son una señal de alerta temprana para Estados Unidos, donde los colegios que abrieron para tener clases presenciales en el país están tratando de evitar que se produzcan focos de contagio en un momento en que los casos son una tendencia más alta a nivel nacional.

Más de un tercio de los 1.700 brotes de coronavirus en Reino Unido, en las cuatro semanas hasta el 27 de septiembre, ocurrieron en entornos educativos. Cerca del 35% de los 1.070 brotes bajo investigación en Francia se produjo en colegios y universidades. España, hogar de la mayor cantidad de casos en Europa, reportó 4,5% de casos en sus escuelas para el 24 de septiembre.

En Italia, donde el resurgimiento del virus ha sido más lento, el gobierno reportó 2.438 casos entre la enseñanza básica y media al 3 de octubre, en comparación con los 809 de la semana anterior. Alemania no ha reportado información a nivel nacional que muestre el impacto del virus en su sistema escolar, pero las autoridades de salud pública dijeron esta semana que parece que la pandemia no ha tenido un gran impacto en los colegios desde que reabrieron.

Las autoridades han respondido a algunos de los brotes poniendo en cuarentena las clases o, en raras ocasiones, cerrando completamente los colegios. En la mayoría de los casos, sin embargo, los funcionarios europeos y muchos padres han presionado a sus escuelas para que sigan funcionando y argumentan que el costo social y económico de faltar a la escuela es demasiado alto.

“Lo mejor que podemos hacer por los niños en momentos como este es enviarlos a la escuela”, dijo el ministro de Educación de Francia, Jean-Michel Blanquer, en una entrevista.

Parte del desafío que enfrentan los gobiernos es adaptar las políticas para contrarrestar un virus que se comporta de manera diferente en los grupos etarios. Los primeros datos sugieren que la adolescencia es un punto de inflexión. En Francia, la incidencia del virus en niños de entre 10 y 19 años alcanzó un promedio semanal de 129,2 por cada 100.000 habitantes del 28 de septiembre al 4 de octubre, en comparación con 56,5 en la última semana de agosto antes de que se reanudaran las clases. Para los niños menores de 10 años, la tasa de incidencia aumentó solo a 21,9, de 16 durante el mismo período.

Sin embargo, la política europea es cambiante, especialmente cuando se trata del uso de mascarillas en la sala de clases. Si bien el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Europa publicó un reporte para guiar a los expertos de salud al trabajar con los colegios, los países han adoptado sus propias medidas.

Reino Unido no tiene requerimientos para el uso de mascarillas en los colegios, sin importar el curso, mientras que España exige el uso de mascarillas a todos los estudiantes de más de seis años. En Francia, el requisito del uso de mascarilla comenzó en los alumnos más mayores de la enseñanza media con excepciones para la mesa de almuerzo y la clase de gimnasia. En Italia, a los estudiantes y los profesores de todos los cursos se les pide que usen mascarillas hasta que ellos tomen sus asientos en las salas. Sin embargo, algunos colegios han comenzado a exigirle a los niños que usen mascarillas incluso cuando están sentados.

“No podemos transmitir este mensaje tan simple: si usas mascarillas en el colegios y te la sacas inmediatamente después de salir del colegio, es inútil”, dijo Gina Antonetti, una directora de colegio en Fondi, en el sur de Italia.

Italia también tiene reglas generales para poner en cuarentena a los compañeros de clase cada vez que un estudiante da positivo de Covid-19, sin importar la edad del estudiante. La arquitecta Eleonora Bottin, que vive en la ciudad nororiental de Vicenza, dijo que su hijo de cinco años se vio obligado a quedarse en casa después de que un compañero de clase dio positivo.

Control de temperatura a un escolar de Turín, en septiembre. Foto: Reuters

“Comenzaron la escuela hace solo cuatro semanas y ya estamos allí”, dijo Bottin. “Quién sabe cuántas veces volverá a suceder”.

En Francia, el gobierno está recalibrando su enfoque. Las autoridades ya no están aplicando sistemáticamente una regla que obliga al cierre de las escuelas con más de tres casos confirmados, dijo Blanquer. Los estudiantes tampoco serán enviados a casa si un compañero de clase o un profesor dan positivo, siempre y cuando usen mascarillas en el momento del contacto. Ese cambio permite que los colegios de enseñanza secundaria, donde las mascarillas son obligatorias, permanezcan abiertos. “Si los niños no están en el colegio, probablemente estarían haciendo actividades más propicias para la propagación del virus”, dijo Blanquer.

Sin embargo, algunos profesores franceses se preguntan si el enfoque del gobierno es demasiado relajado, especialmente en un país que ahora alberga el segundo mayor número de casos en Europa.

Jacques Alemany, un profesor de enseñanza media en Calais, una ciudad al norte del país, dijo que las autoridades han mantenido a los maestros en la oscuridad sobre cuánto se ha propagado el virus. Se han reportado al menos tres casos de Covid-19 en su escuela. Descubrió que una de sus alumnas estaba infectada después de recibir un correo electrónico de ella pidiéndole una tarea.

Escolares en clases en Francia.

“Las autoridades parecen pensar que el virus se detiene en la puerta de la escuela”, dijo Alemany. Los profesores franceses también dicen que no se les ha proporcionado los recursos adecuados para mantener a raya al virus. Los estudiantes a menudo comparten un escritorio, lo que dificulta la distancia social, y la mayoría de las escuelas no tienen el equipo o el personal para controlar la temperatura de los niños antes de ingresar a la escuela.

"No soy un agente del FBI. Si los padres envían a sus hijos al colegio cuando están enfermos, yo no tengo forma de saberlo ", dijo Hugues Poirier, director de una escuela secundaria en Neuilly-sur-Marne, un suburbio de París.

Paola Motte, una estudiante de 15 años de los suburbios de París, dijo que ha sido difícil acostumbrarse a usar una mascarilla durante el día escolar. Hay algunas excepciones.

“No entiendo por qué en la clase de gimnasia todos podemos quitarnos la mascarilla incluso si estamos en el interior”, dijo.

Varios de sus compañeros de clase fueron puestos en cuarentena recientemente después de entrar en contacto con una persona infectada. Todos dieron negativo. “Todos nos vamos a contagiar en algún momento”, afirmó.

Christophe Chapuis, que dirige una escuela secundaria de más de 2.300 estudiantes en Bourg-en-Bresse, cerca de Lyon, dijo que los niños y los profesores están felices de volver a la escuela y se están adaptando a las nuevas reglas.

Hasta el momento, media docena de niños en la escuela dieron positivo por el virus y otros 15 fueron enviados a casa porque estaban en contacto cercano con una persona infectada, señaló Chapuis.

“No hay nada más triste que una escuela vacía”, dijo Chapuis.

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