Incertidumbre política reina en Italia y hay dudas de que el premier Mario Draghi cuente con apoyo suficiente para gobernar

Mario Draghi en Roma, en el funeral del periodista italiano Eugenio Scalfari, fundador del periódico La Repubblica que murió el jueves a los 98 años. Foto: Gregorio Borgia / AP.

Draghi presentó su renuncia el jueves cuando los senadores de 5-Estrellas boicotearon la votación de un proyecto para ayudar a los italianos a enfrentar el aumento de los precios de combustibles. El presidente Sergio Mattarella rechazó la renuncia.


Reina la incertidumbre política en Italia este viernes, mientras el premier Mario Draghi sopesa sus opciones y los jefes de los partidos políticos las suyas, después que el Movimiento 5-Estrellas provocó una crisis al negarse a apoyar un proyecto de ley del gobierno.

Lo que asoma en el horizonte inmediato son las consultas de trastienda para ver si Draghi aún cuenta con apoyo suficiente para gobernar —como quieren evidentemente el presidente y los partidos más importantes— o si deben comenzar los preparativos para elecciones anticipadas en setiembre.

Draghi presentó su renuncia el jueves cuando los senadores de 5-Estrellas boicotearon la votación de un proyecto para ayudar a los italianos a enfrentar el aumento de los precios de combustibles. Su argumento fue que las condiciones que crearon el gobierno de unidad nacional, que incluye a partidos de derecha, izquierda y 5-Estrellas, han dejado de existir.

El presidente Sergio Mattarella rechazó la renuncia y dijo a Draghi que regresara al Parlamento a ver si aún contaba con apoyo suficiente para gobernar.

El trastorno no pudo llegar en peor momento para la tercera economía de la eurozona. Italia enfrenta una inflación galopante y aumento de los precios de la energía debido a la guerra rusa en Ucrania, una sequía prolongada en las zonas agrícolas más productivas del país y la aplicación de su plan financiado por la UE para recuperarse económicamente de la pandemia de coronavirus.

Si bien Draghi podría contar con los números y el apoyo de aliados cruciales para continuar al frente del gobierno, algunos sectores de la derecha ya claman por una elección anticipada.

“Con la renuncia de Draghi se ha terminado esta legislatura para los Hermanos de Italia”, dijo Georgia Meloni, dirigente del partido que tiene un 22% de la intención de voto en las encuestas, casi lo mismo que el Partido Demócrata, de centroizquierda. “Lucharemos hasta que el pueblo italiano recupere el derecho que tienen los ciudadanos de todas las demás democracias: la libertad para elegir a sus propios representantes”.

Los aliados habituales de Meloni en la centroderecha —el Forza Italia del expremier Silvio Berlusconi y el Liga dirigido por Matteo Salvini— optaron por un enfoque más cauteloso. En un comunicado conjunto el viernes, respaldaron a Draghi por lo que consideraron era su furia comprensible, y fustigaron a 5-Estrellas por provocar una crisis nacional con su oposición a un nuevo incinerador de basura para Roma.

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