Por Fernando FuentesLos detalles de la incierta presencia de María Corina Machado en la entrega del Nobel de la Paz
El Instituto Nobel de Oslo confirmó que la conferencia de prensa que la líder opositora venezolana debía ofrecer este martes, en vísperas de la entrega del galardón, fue definitivamente cancelada.
Mientras el Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió este martes a subir el tono con respecto a Venezuela al advertir a su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, que tiene “los días contados” y que los ataques contra supuestos narcotraficantes en aguas del Caribe “pronto” se llevaran a cabo también por tierra, en Oslo se mantenía la incertidumbre durante esta jornada en torno a la presencia de la líder opositora venezolana María Corina Machado para recibir el Premio Nobel de la Paz.
Después de que se afirmara que Machado viajaría desde Venezuela para recoger el galardón, la conferencia de prensa prevista este martes por parte de la líder opositora desde el Instituto Nobel de Oslo fue aplazada, sin que por ahora hubiera una hora confirmada para su celebración.
El Instituto Nobel de Oslo indicó que la conferencia, prevista para las 12.00 horas, “ha sido pospuesta”. “Informaremos a los medios acreditados sobre la nueva hora con un mínimo de dos horas de adelanto. Trabajamos con la premisa de que la laureada con el Premio Nobel de la Paz, María Corina Machado, estará presente en la conferencia de prensa”, señaló.
Finalmente, la conferencia de prensa fue definitivamente cancelada, confirmó el Instituto Nobel en la capital noruega. “María Corina Machado ha dicho ella misma lo difícil que fue venir a Noruega. Esperamos que asista a la ceremonia” de entrega del Nobel el miércoles en la Municipalidad de Oslo, declaró el portavoz del Instituto Nobel, Erik Aasheim.
Por el momento no había detalles sobre si Machado ya estaba en Noruega, algo que sí ya hizo el opositor venezolano Edmundo González, según confirmaron fuentes cercanas al político, candidato a las últimas elecciones presidenciales de julio de 2024, tras las que se autoproclamó presidente al no reconocer la victoria de Maduro y denunciar un fraude.
“El presidente Edmundo González Urrutia aterrizó en Oslo a las 14.10 horas del día de hoy, 9 de diciembre”, indicaron estas fuentes a Europa Press. Se espera, por tanto, que González esté presente en los actos de entrega del Nobel de la Paz a Machado, en los que participarán también los presidentes de Argentina, Paraguay, Ecuador y Panamá.
El director del Instituto Nobel, Kristian Berg Harpviken, indicó el sábado que estuvo en contacto con Machado y que ella le confirmó su participación, pero que “dada la situación de seguridad” no podía dar más detalles. Más tarde, Harpviken declaró a la emisora de radio NRK: “Nada es ciento por ciento seguro en el mundo, pero esto es tan seguro como puede serlo”.
Y es que existe el riesgo de que la opositora no pueda entrar de nuevo en Venezuela. En más de una ocasión el ministro del Interior y primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Diosdado Cabello, ha asegurado que sabe de la ubicación de la ganadora de las primarias 2023 y que le llegaría la “justicia” cuando lo consideraren necesario. El fiscal general, Tarek William Saab, también advirtió recientemente que si Machado sale del país, sería considerada “prófuga”, por tener investigaciones penales en curso por delitos como traición a la patria.
Cabello llamó a los seguidores del chavismo, especialmente al campesinado, a marchar en Caracas, este miércoles, el mismo día que tendrá lugar en Oslo, Noruega, la entrega del Premio Nobel de la Paz para la líder opositora. “De Oslo no sabemos nada, no participamos en esa subasta. Revisen la lista de ganadores y encontrarán la respuesta; todo se paga en esta vida. Nosotros tenemos el mejor de los premios: el pueblo. Aquí el 10 de diciembre tenemos una gran marcha de campesinos para recordar la Batalla de Santa Inés”, respondió al ser consultado por medios del Estado sobre el viaje anunciado de Machado a la capital noruega, donde se reencontraría con Edmundo González Urrutia.
Reacción de la madre, hermana e hija
Clara Machado, hermana de la líder opositora, apuntó en declaraciones a la emisora colombiana Blu Radio que la Nobel de la Paz “está intentando llegar a Oslo, que es su deseo”, si bien ha reconocido que en estos momentos “no se sabe realmente” cuándo lo hará, citando motivos de seguridad para no dar detalles sobre su ruta.
“Lo que te puedo decir es justamente eso, que su deseo es estar acá y que está haciendo todo lo posible por llegar”, manifestó, sin confirmar si salió ya de Venezuela. “Tengo la fe y la esperanza de que va a estar acá”, afirmó.
Clara Machado fue consultada sobre una posible operación internacional para facilitar la salida de su hermana. Respondió que no tienen detalles y que solo saben que el proceso “está ocurriendo”.
Además de su hermana, en Oslo ya se encuentran su madre, Corina Parisca, y su hija, Ana Corina Sosa. Ella asistirá a la ceremonia acompañada por sus dos hermanos. La familia aseguró que mantienen la convicción de que Machado llegará. También afirmaron que esperan verla recibir el galardón.
La madre de Machado, de 84 años, declaró: “Todos los días rezo el rosario, le pido a Dios el Padre, a la Virgen, ambos juntos, que tengamos a María Corina mañana”. “Y si no la tenemos mañana, es porque esa es la voluntad de Dio”, añadió la mujer tras aterrizar antes de la ceremonia prevista para el miércoles.
El Comité Noruego reconoció el pasado 10 de octubre con el Premio Nobel de la Paz a la opositora por su “incansable esfuerzo” para promover los derechos y libertades en Venezuela y favorecer una transición “justa y pacífica” de “la dictadura a la democracia”. El jurado determinó que Machado, a la que definió como “una figura de unidad en una oposición política que antes estaba dividida”, se ha visto “obligada a vivir escondida” y permanece dentro de Venezuela, “una decisión que ha inspirado a millones” de personas.
La líder opositora lleva 11 años y medio con prohibición de abandonar el país por parte del régimen chavista, más de 16 meses en la clandestinidad absoluta y casi dos años sin abrazar a sus hijos Ana Corina, Henrique y Santiago.
Ana Corina Sosa Machado, nacida en Caracas, en 1991, emigró en 2012 a Estados Unidos. Allí se convirtió en ingeniera (como su progenitora) y ahora trabaja en una importante empresa de software en Nueva York. Hasta la Navidad de 2023 viajaba a Venezuela cada vez que podía, pero dejó de hacerlo cuando se intensificó la represión tras las elecciones primarias que ganó su madre. Reconoce que le encantaría ver a toda su familia reunida de nuevo esta semana en Oslo. “Me daría mucha tristeza y sentiría mucha injusticia que, después de más de 20 años que ella tiene luchando por Venezuela, que estemos tan cerca del final y que ella no pueda presenciar eso alrededor de sus seres queridos, alrededor de su equipo que tanto ha sacrificado, y sentir que soy yo la que deba tener ese papel, me partiría el corazón, de verdad. Me daría mucho dolor la injusticia que eso representaría”, comentó al diario español El Mundo.
El plan que revisa EE.UU.
En medio de la incertidumbre sobre si Machado podrá finalmente recibir el Nobel de la Paz, el diario The Washington Post reveló que la administración revisó los planes de la líder opositora venezolana para la eventual salida del poder de Nicolás Maduro.
Documentos internos del gobierno estadounidense obtenidos por el Post incluyen planes elaborados por Machado para crear grupos de trabajo que estabilicen el país en las primeras 100 horas y 100 días tras la salida de Maduro. Se celebrarían elecciones durante el primer año.
El equipo de Machado no compartió sus planes en su totalidad con el gobierno de Trump, citando preocupaciones de seguridad, escribió un funcionario estadounidense en los documentos, pero “demostraron una mayor preparación de lo que se creía anteriormente”.
Los documentos también citan un análisis detallado de oficiales militares venezolanos realizado por el equipo de Machado para respaldar sus afirmaciones de que solo sería necesaria una purga “limitada” de altos funcionarios de Maduro. Encontraron que solo el 20% de los oficiales venezolanos eran “irredimibles”; el resto de los militares, dijeron, estaban en contra de Maduro o eran apolíticos.
“Machado y González no permitirían la cohabitación, lo que significa que los altos funcionarios del régimen actual no tendrían cabida en un nuevo gobierno”, escribió el funcionario estadounidense, pero “el próximo gobierno no necesitaría procesar a más de unas pocas docenas de funcionarios del régimen de Maduro”.
Otras figuras de la oposición se muestran escépticas sobre el alcance de los contactos de Machado con el Ejército venezolano, un elemento crucial en cualquier planificación del día después. “Estos contactos mostraron preocupación por el hecho que, si Maduro dejaba el poder repentinamente, un gobierno liderado por Machado se tambalearía ante inmensos desafíos”, escribió el funcionario.
“No cabe duda de que María Corina Machado y su equipo han elaborado un plan político y económico detallado para sus acciones al asumir el cargo. Su llamado ‘Plan del Billón de Dólares para la Transformación Económica de Venezuela’ delinea los próximos 14 años y se centra en recuperar el papel perdido del país como centro energético”, comentó a La Tercera Brian Winter, editor jefe de Americas Quarterly y analista experimentado de la política latinoamericana,
“Creo, basándome en mis propias conversaciones con apasionados exiliados venezolanos, que muchos de ellos querrían regresar a Caracas para ayudar en la transición. La pregunta abierta es qué permitirán las condiciones políticas internas el primer día de su gobierno”, agregó.
Según el Post, a medida que Maduro ha reforzado su seguridad personal, ha profundizado los lazos con sus aliados Rusia y Cuba, lo que complica aun más las conversaciones. Sin embargo, un artículo publicado por BBC Mundo revela que Beijing y Moscú limitan su apoyo a declaraciones diplomáticas y rechazan cualquier ayuda militar o económica significativa, pese a las solicitudes urgentes del gobierno venezolano.
Documentos filtrados al The Washington Post confirman que Caracas pidió a Rusia reparar aviones Sukhoi, entregar misiles y mejorar radares, y a China acelerar sistemas de defensa antiaérea. La respuesta: silencio o frases genéricas de “solidaridad” y “no injerencia”.
“Esta vez Maduro está completamente solo”, resume Vladimir Rouvinski, director del Laboratorio de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Icesi (Colombia). “Rusia y China critican la intervención estadounidense, pero no moverán un dedo más”, dice.
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