Millones de personas en EE.UU. se refugian de monstruosa tormenta que deja al menos 34 muertos

Un peatón solitario con raquetas de nieve cruza Colonial Circle mientras la Iglesia Episcopal St. John's Grace se eleva sobre la nieve que sopla en medio de una ventisca en Buffalo, Nueva York, el 24 de diciembre de 2022. Foto: AP

El tamaño de la tormenta prácticamente no tenía precedentes y se extendía desde los Grandes Lagos, cerca de Canadá, al Río Bravo, en la frontera con México.


Millones de personas se refugiaron el domingo por la mañana contra una helada profunda para capear la tormenta invernal que ha matado al menos a 34 personas en todo Estados Unidos y que se espera cobre más vidas después de atrapar a algunos residentes dentro de las casas con acumulaciones de nieve y cortar el suministro eléctrico a varios cientos de miles de hogares y negocios.

El tamaño de la tormenta prácticamente no tenía precedentes y se extendía desde los Grandes Lagos, cerca de Canadá, al Río Bravo, en la frontera con México. En torno al 60% de la población estadounidense estaba bajo alguna clase de alerta o aviso meteorológico, y la temperatura se desplomó por debajo de lo normal desde el este de las Montañas Rocosas a los Apalaches, según el Servicio Nacional de Meteorología.

Es probable que los problemas climáticos de los viajeros continúen, con cientos de cancelaciones de vuelos y se esperan más después de que un ciclón bomba -cuando la presión atmosférica cae muy rápidamente en una fuerte tormenta- se desarrolló cerca de los Grandes Lagos, provocando condiciones de ventisca, incluidos fuertes vientos y nieve. Unos 1.707 vuelos nacionales e internacionales fueron cancelados el domingo a eso de las 2 p.m., según el sitio de seguimiento FlightAware.

Dos personas caminan en la calle mientras una tormenta invernal azota el oeste de Nueva York, el 24 de diciembre de 2022, en Amherst. Foto: AP

La tormenta desató toda su furia en Buffalo, con vientos huracanados y nieve que causaron condiciones de apagón, paralizando los esfuerzos de respuesta de emergencia. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, dijo que casi todos los camiones de bomberos de la ciudad quedaron varados el sábado. Las autoridades dijeron que el aeropuerto estaría cerrado hasta el martes por la mañana. El Servicio Meteorológico Nacional dijo que el total de nieve en el Aeropuerto Internacional Buffalo Niagara era de 109 centímetros a las 7 a.m. del domingo.

La luz del día reveló autos casi cubiertos por ventisqueros de 1,8 metros y miles de casas, algunas adornadas con exhibiciones festivas, sin iluminación, a oscuras por la falta de energía. Con la nieve arremolinándose en calles vírgenes e intransitables, los meteorólogos advirtieron que era posible que haya entre 30 y 60 cm adicionales de nieve en algunas áreas hasta la madrugada del lunes en medio de ráfagas de viento de 64 km/h.

Dos personas murieron el viernes en sus casas en los suburbios de Cheektowaga, Nueva York, cuando los equipos de emergencia no pudieron llegar a tiempo para tratar sus afecciones médicas, y otra falleció en Buffalo. Se confirmaron cuatro decesos más durante la noche, lo que eleva el total a siete en el condado de Erie. El ejecutivo del condado, Mark Poloncarz, advirtió que puede haber más muertos.

Una persona limpia la nieve mientras una tormenta invernal se extiende por el oeste de Nueva York, el 24 de diciembre de 2022, en Amherst. Foto: AP

“Algunos fueron encontrados en automóviles, algunos fueron encontrados en la calle en bancos de nieve”, dijo Poloncarz. “Sabemos que hay personas que han estado atrapadas en automóviles durante más de dos días”.

Las condiciones de congelamiento y los cortes de energía del día anterior hicieron que los habitantes de Buffalo se apresuraran a llegar a cualquier lugar que tuviera calor en medio de lo que Hochul llamó las condiciones de ventisca sostenida más prolongadas en la ciudad. Pero con las calles cubiertas por un espeso manto blanco, esa no era una opción para personas como Jeremy Manahan, quien cargó su teléfono en su automóvil estacionado después de casi 29 horas sin electricidad.

“Hay un refugio cálido, pero sería demasiado lejos para mí. No puedo conducir, obviamente, porque estoy atascado”, dijo Manahan. “Y no puedes estar afuera por más de 10 minutos sin congelarte”.

Ditjak Ilunga de Gaithersburg, Maryland, se dirigía a visitar a sus familiares en Hamilton, Ontario, para pasar la Navidad con sus hijas el viernes cuando su camioneta quedó atrapada en Buffalo. Incapaces de obtener ayuda, pasaron horas con el motor en marcha, azotados por el viento y casi enterrados en la nieve.

Vista de una fuente congelada en la funeraria Jacob Schoen & Son en Nueva Orleans, el 24 de diciembre de 2022. Foto: AP

A las 4 a.m. del sábado, cuando casi no tenían combustible, Ilunga tomó la decisión desesperada de arriesgarse a la tormenta aulladora para llegar a un refugio cercano. Cargó a Destiny, de 6 años, en la espalda, mientras que Cindy, de 16 años, agarró a su cachorro Pomerania, siguiendo sus huellas a través de la nieve.

“Si me quedo en este auto me voy a morir aquí con mis hijos”, recordó haber pensado Ilunga. Lloró cuando la familia entró por las puertas del refugio. “Es algo que nunca olvidaré en mi vida”.

La tormenta cortó el suministro eléctrico en comunidades desde Maine hasta Seattle. Pero la calefacción y las luces estaban siendo restauradas constantemente a través de Estados Unidos. Según poweroutage.us, menos de 200.000 clientes se quedaron sin electricidad el domingo a las 3 p.m., por debajo de un peak de 1,7 millones.

Las preocupaciones sobre los apagones continuos en los estados del este disminuyeron el domingo después de que PJM Interconnection dijo que sus servicios públicos podrían satisfacer la demanda máxima de electricidad del día. El operador de la red del Atlántico medio había pedido a sus 65 millones de consumidores que conservaran energía en medio del congelamiento el sábado.

Gamaliel Vega intenta desenterrar su auto en Lafayette Avenue después de quedar atrapado en una tormenta de nieve en Buffalo, Nueva York. Foto: AP

En Carolina del Norte, menos de 6.500 clientes no tenían electricidad, por debajo del peak de 485.000. En toda Nueva Inglaterra, se había restablecido la energía a decenas de miles con poco menos de 83.000 personas, la mayoría en Maine, aún sin ella. En Nueva York, alrededor de 34.000 hogares seguían sin electricidad el domingo, incluidos 26.000 en el condado de Erie, donde los equipos de servicios públicos y cientos de tropas de la Guardia Nacional batallaron contra los fuertes vientos y lucharon por no quedarse atrapados en la nieve.

Se informaron muertes relacionadas con tormentas en los últimos días en todo el país: 12 en el condado de Erie, Nueva York, y otra en el condado de Niagara, donde un hombre de 27 años se intoxicó con monóxido de carbono después de que una fuerte nevada bloqueara su horno; 10 en Ohio, incluido un trabajador de servicios públicos electrocutado y los muertos en múltiples accidentes automovilísticos; seis automovilistas fallecidos en choques en Missouri, Kansas y Kentucky; una mujer de Vermont golpeada por la caída de una rama; un hombre aparentemente sin hogar encontrado en medio de las temperaturas bajo cero de Colorado; y una mujer que cayó a través del hielo del río Wisconsin.

En Jackson, Mississippi, los funcionarios de la ciudad anunciaron el día de Navidad que los residentes ahora deben hervir el agua potable debido a que las tuberías de agua estallan debido a las gélidas temperaturas. Mientras en Tampa, Florida, el termómetro descendió por debajo del punto de congelación por primera vez en casi cinco años, según el Servicio Meteorológico Nacional, una caída propicia para que las iguanas de sangre fría cayeran de los árboles.

Brian Dickie, vestido como Santa Claus, levanta el pulgar mientras anda en bicicleta por las calles invernales de Carleton Place, Ontario, Canadá, el 24 de diciembre de 2022. Foto: AP

En Buffalo, William Kless se levantó a las 3 a.m. del domingo. Llamó a sus tres hijos a la casa de su madre para desearles Feliz Navidad y luego se dirigió en su moto de nieve para pasar un segundo día transportando a personas desde autos atascados y casas gélidas hasta una iglesia que funciona como un refugio cálido.

A través de una fuerte nevada arrastrada por el viento, trasladó a unas 15 personas a la iglesia en Buffalo el sábado, dijo, incluida una familia de cinco personas transportadas una por una. También llevó a un hombre que necesitaba diálisis, que había pasado 17 horas varado en su automóvil, de regreso a casa, donde podía recibir tratamiento.

“Sentí que tenía que hacerlo”, dijo Kless.

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