Muere Edén Pastora, el legendario Comandante Cero de la guerrilla sandinista

El ex guerrillero nicaragüense tenía 83 años. Su vida fue mitificada por su hazaña para derrocar a Somoza a fines de los 70, pero también porque en los 80 combatió contra sus propios compañeros de armas.


A los 19 años, Edén Pastora mató por primera vez a alguien. Fue en las montañas de Quilalí, a unos 300 kilómetros de Managua. Una vez contó que después de ese episodio no pudo dormir durante dos semanas. “Estaba saliendo del Colegio Centro América, comulgaba todos los días y de repente me encuentro apuntándole a un hombre. Yo era buen tirador. Mi deporte era la cacería. Y el que caza un venado, caza a un hombre. Y la guerrilla es cazar hombres”, confesó al diario La Prensa, sin arrepentimiento alguno y sin ostentaciones.

Precisamente la vida de Pastora -fallecido hoy en el Hospital Militar de Managua en una sala para pacientes con Covid-19-, transitó entre la fábula y acciones guerrilleras legendarias, pero también por una serie de acciones controvertidas de las que nunca se arrepintió. Su alias siempre llamó la atención y lo hacía sentirse orgulloso: “Comandante Cero”.

En la última entrevista que concedió a La Tercera en julio de 2019 a propósito de las protestas contra el gobierno nicaragüense y los 40 años de la Revolución Sandinista, dijo que “la revolución de Daniel Ortega es la que soñó Sandino”. Esto lo afirmó, sin embargo, después de que se reconcilió con el Presidente de Nicaragua tras años de peleas intestinas, hecho que le valió duras críticas de la oposición.

Pastora y Ortega son los dos hombres que marcaron de manera profunda al Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Pero por su carisma, el Comandante Cero fue siempre el mayor sinónimo de la lucha contra la dictadura de Somoza. Además fue él quien dio el paso clave para el triunfo de la guerrilla: en 1978 un grupo de rebeldes al mando de Pastora se tomó el Palacio Nacional de Managua y entonces el régimen de Somoza quedó herido de muerte.

Foto: AFP

En el Palacio Nacional había diputados y personajes leales a la dictadura de Anastasio Somoza, a quienes mantuvo retenidos durante varios días exigiendo la liberación de guerrilleros encarcelados. Un año más tarde, el 19 de julio de 1979, el FSLN, entró triunfante a la capital y el Comandante Cero se transformó en un “héroe nacional". Pastora se había unido a los sandinistas en los años 60 y desde temprano tomó la caída de Somoza como algo personal. Esto, porque su padre fue asesinado por la Guardia Nacional. En ese momento Pastora tenía ocho años y nunca olvidó ese episodio trágico.

Con el correr de los años Pastora se exilió en Costa Rica y se transformó en un duro opositor de sus antiguos compañeros de armas. Incluso, combatió contra los sandinistas a mediados de los 80. Desde ahí creó el movimiento guerrillero Arde (Alianza Revolucionaria Democrática) y nunca quedaron de todo claros sus supuestos vínculos con la Contra y la CIA.

Cachorro de león

Años más tarde Pastora sufrió penurias económicas. En 2001 no le alcanzaba para pagar ni la luz y tuvo que vender un cachorro de león. Además, empeñó un reloj que le había regalado el exgeneral panameño Omar Torrijos. También publicó un anuncio diciendo que sólo le quedaba “vender su alma”.

Ya en la última década se dedicó a dragar el río San Juan, en la frontera con Costa Rica. Fue en ese momento cuando se reconcilió con Daniel Ortega. “¡Hasta la muerte con Daniel, persona íntegra y honesta!”, dijo en la última entrevista con este diario. “Fui muy crítico, no de la revolución, sino que de los errores políticos y morales que cometieron algunos, como el general Hugo Torres, Dora María Téllez, Luis Carrión, etc. ¿Qué me hizo volver? Siempre he estado en la revolución”.

Foto: AFP

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