Primer ministro francés enfrenta moción de censura en el Parlamento
El destino de François Bayrou depende de una moción de confianza que se llevará a cabo este lunes en el Parlamento que, de perder, dejaría al presidente Emmanuel Macron más débil que nunca.

François Bayrou, con menos de un año en el cargo, estaría a punto de convertirse en el cuarto primer ministro de Francia en dejar el cargo en tan solo 20 meses. Su destino depende ahora de una moción de confianza que se llevará a cabo hoy en el Parlamento que, de perder, dejaría al presidente Emmanuel Macron más débil que nunca.
Bayrou convocó la votación para impulsar un impopular plan de ahorro de 44.000 millones de euros que incluye la eliminación de dos días festivos y el congelamiento del gasto. Ha señalado que se trata de una cuestión de “sobrevivencia nacional” y advirtió que Francia debe controlar su creciente deuda, ya que “durante 20 años, cada hora de cada día y cada noche ha visto la deuda crecer en 12 millones de euros adicionales”.
La inestabilidad actual se remonta a la drástica decisión de Macron de convocar elecciones anticipadas el año pasado. Enojado por los extraordinarios resultados de la ultraderechista Agrupación Nacional, de Marine Le Pen, en las elecciones europeas de mayo de 2024, el presidente francés forzó una votación parlamentaria en la que su propio partido perdió escaños frente a la extrema derecha y la extrema izquierda, dejando a Francia con una Asamblea Nacional dividida.

El jefe de gobierno denunció el domingo, en una entrevista concedida al portal Brut, que las fuerzas políticas “en guerra civil abierta entre sí” desde hace tres años en la Asamblea Nacional se aliarán “juntos para hacer caer al gobierno” .
“Hay cosas peores en la vida que estar al frente de un gobierno y que este sea derrocado”, añadió el jefe de gobierno, aparentemente reconociendo su caída. “Ya han pasado bastantes meses” en Matignon residencia oficial del primer ministro, “no me arrepiento “, añadió.
En la entrevista insistió en su mensaje sobre la gravedad de la deuda del país y criticó a los diputados que “no deberían ser prisioneros de las consignas de los partidos políticos” .
Este lunes a las 15:00 horas de Francia (10.00 horas de Chile), Bayrou subirá al podio de la Asamblea Nacional para solicitar la confianza de los diputados. Alrededor de las 19:00 horas, se conocerá el resultado de la votación y, salvo grandes sorpresas, el veredicto ya se conoce: ante los previstos votos negativos de la izquierda y la extrema derecha, el fin del actual titular del cargo de Matignon es inminente. “De todas formas, tendremos que encontrar a alguien más “, admitió el sábado por la noche en France 5, con la esperanza de que “la lucha que hemos librado continúe, se prolongue y, si es posible, se imponga”.
Sin embargo, Bayrou no contará con un gran apoyo dentro de la coalición gubernamental. El presidente del grupo de Los Republicanos (LR) en la Asamblea Nacional, Laurent Wauquiez, anunció el domingo por la mañana que otorgaría a sus diputados “libertad de voto” para las elecciones del lunes. Si bien LR cuenta con varios ministerios dentro del gobierno, incluyendo el Ministerio del Interior con Bruno Retailleau y el de Agricultura con Annie Genevard, algunos diputados de LR desean abstenerse o votar en contra de la confianza de Bayrou.

En contradicción con el llamado del líder del partido, Bruno Retailleau, a apoyar al gobierno de Bayrou, Wauquiez también reiteró en una entrevista con la cadena LCI que no censuraría automáticamente un gobierno socialista o de Agrupación Nacional (RN), una declaración que le valió el reto de Bruno Retailleau, quien nuevamente afirmó el domingo que estaba “fuera de cuestión que aceptemos mañana (lunes) que un primer ministro socialista sea nombrado en Matignon”.
Olivier Faure, primer secretario del Partido Socialista, candidato a ser primer ministro, “tiene plena legitimidad para ocupar su puesto en Matignon”, declaró el domingo Patrick Kanner, líder de los senadores socialistas. Faure “tiene vocación de reivindicar el poder”, afirmó también el expresidente François Hollande en La Tribune Dimanche.
El diario Le Monde señaló que el primer secretario del Partido Socialista debía tener en cuenta la negativa de La Francia Insumisa (LFI) a apoyar su estrategia, que califica de “estafa”. Denunciando el “gran desastre” de la “coalición de todo y nada”, Jean-Luc Mélenchon advirtió el sábado: “No somos candidatos a ningún otro puesto, salvo al primero que lo cambie todo”.
De cara a las elecciones, el candidato presidencial, tres veces derrotado, espera provocar otra antes de 2027, gracias a la moción de destitución que diputados de LFI se preparan para presentar. Con la intención declarada de aprovechar la indignación social para precipitar los acontecimientos, comenzando el miércoles con las protestas convocadas bajo el lema “Bloquear Todo” y luego con la movilización sindical el 18 de septiembre.
Por su parte, RN presiona para que se celebren nuevas elecciones legislativas anticipadas, que el partido cree poder ganar esta vez. Para su regreso político el domingo por la mañana en su bastión de Hénin-Beaumont, en el Paso de Calais, Marine Le Pen elaboró un sombrío balance del año pasado: “Un colapso democrático, económico, presupuestario y de seguridad”. “Ninguno de nosotros aceptará actuar como figurante en un pequeño teatro parlamentario ” y “ceder al chantaje de la moción de confianza “, criticó duramente la presidenta del grupo parlamentario de RN. Y si Emmanuel Macron decide “ganar tiempo y nombrar un nuevo primer ministro “, deberá tener en cuenta las “aspiraciones” de la extrema derecha; de lo contrario , “él también será censurado “, advirtió.

Si Bayrou cae, la presión sobre Macron para que renuncie se intensificará, a pesar de que ha prometido cumplir su mandato. Una opción sería que Macron nombrara un gobierno interino mientras sopesa un sucesor, con el ministro de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, y el ministro de Justicia, Gérald Darmanin, entre los favoritos. Mientras que Le Pen quiere otras elecciones.
El problema, indicó CNN, es que tras el fracaso de tres primeros ministros centristas, los partidos de la oposición no están dispuestos a darle una oportunidad a otro. Tanto la extrema derecha como la extrema izquierda han señalado que solicitarán inmediatamente una moción de censura. Otra opción sería nombrar a un primer ministro de otra familia política, pero una elección de la derecha sería bloqueada por la izquierda, y viceversa.
Dominique Moïsi, analista senior del centro de estudios Institut Montaigne, con sede en París, dijo que no puede recordar un momento de estancamiento tan profundo en la Quinta República.
“De Gaulle sobrevivió a los intentos de asesinato, estuvo la guerra de Argelia, en mayo del 68 el lema era ‘la France s’ennuie’ (Francia se aburre). Pero hoy Francia está frustrada, furiosa, llena de odio hacia la élite”, declaró a CNN.
“Parece que un cambio de régimen es inevitable, pero no veo cómo se producirá ni quién asumirá el cargo. Estamos en una fase de transición entre un sistema que ya no funciona y un sistema inimaginable”, agregó.
De Gaulle fue el presidente que inauguró un período de relativa estabilidad en Francia en 1958 con el inicio de la Quinta República. La pregunta ahora es si Macron será el presidente que le ponga fin, concluyó la cadena de televisión.
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