Por Marta QuinterosQué busca Benjamin Netanyahu con su quinto viaje a Estados Unidos en 10 meses
En su último periplo del año a Washington, el primer ministro israelí espera destrabar la transición a la segunda fase del plan de paz en Gaza, mientras analistas aseguran que estaría usando su estrecha relación con el presidente Donald Trump como capital político clave de cara a una eventual campaña de reelección en 2026.

“Para una visita política a Florida”. Ese fue el motivo por el que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visitará este lunes Estados Unidos para reunirse con el presidente Donald Trump, su quinto viaje en 10 meses, a medida que la agitación regional se acerca peligrosamente a un nuevo punto de ebullición en medio de los ataques de Israel en Gaza y Cisjordania, Líbano y Siria y las crecientes tensiones con Irán.
El premier israelí visitará el complejo Mar-a-Lago, en Florida, propiedad del mandatario estadounidense y donde pasará las fiestas de fin de año. “A él le gustaría verme. No lo hemos establecido formalmente, pero le gustaría verme”, dijo Trump antes de irse a su resort.
Netanyahu salió de Tel Aviv el domingo hacia Estados Unidos y se espera que se reúna con el presidente Trump y otros funcionarios, según informó Kan, la emisora pública de Israel, y otros medios locales.

Esta será la quinta visita de Netanyahu a Estados Unidos en 10 meses. El primer ministro israelí ha sido recibido por Trump más que cualquier otro líder mundial. En febrero, se convirtió en el primer gobernante extranjero en visitar la Casa Blanca después de que el republicano regresara a la presidencia.
Repitió la visita en abril y julio. En septiembre también se reunió con Trump en Washington, después de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.
Se espera que el alto el fuego de Gaza y la transición a la segunda fase del acuerdo de paz dominen la agenda de la reunión Netanyahu-Trump, según informes de los medios de comunicación, mientras Washington presiona para completar la primera fase de la tregua en el enclave palestino.
La agenda del premier
Según su oficina, el primer ministro israelí se reunirá con el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, el lunes antes de su encuentro con Trump en su residencia de Mar-a-Lago, en Palm Beach. Esta última actividad está programada para las 20.30 GMT. La oficina no reveló detalles del segundo día de la visita.
Mientras tanto, el diario israelí Yedioth Ahronoth informó que el martes podría realizarse una reunión con el vicepresidente de Estados Unidos, J. D. Vance.
El miércoles, Netanyahu tiene programado reunirse con figuras evangélicas estadounidenses, antes de asistir más tarde a un evento en una sinagoga en Miami con su esposa, donde también se espera que asistan miembros del Congreso de Estados Unidos y líderes de la comunidad judía, según un comunicado de su oficina.
Netanyahu concluirá la visita el jueves, se informó.
Apertura de campaña
Durante su visita a Estados Unidos, Netanyahu puede tratar de halagar a Trump y proyectar una cálida relación con el inquilino de la Casa Blanca, para avanzar en su agenda y señalar a sus rivales políticos en Israel que todavía cuenta con el apoyo de Washington, indica la cadena qatarí Al Jazeera.
Para Netanyahu, esta quinta visita es un acto de apertura de su campaña de reelección de 2026, en la que el presidente de Estados Unidos está posicionado para desempeñar un papel protagónico, según un análisis de CNN.
Israel tiene programadas oficialmente elecciones para octubre de 2026, aunque ese calendario podría adelantarse. Dos amenazas inmediatas se ciernen sobre la coalición de Netanyahu: la crisis de reclutamiento ultraortodoxo y la fecha límite presupuestaria de marzo de 2026. Cualquiera de las dos podría desencadenar elecciones anticipadas.
El sexto mandato de Netanyahu -iniciado en diciembre de 2022- ha soportado una agitación extraordinaria, desde la reforma judicial de 2023 que sacó a cientos de miles de manifestantes a las calles, pasando por el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023 que mató a más de 1.200 israelíes, hasta la guerra prolongada que siguió contra el grupo palestino en Gaza, dejando a Israel diplomáticamente aislado y profundamente dividido.
Sin embargo, Netanyahu ha resistido. Su coalición ha durado más que cualquier otro gobierno israelí de los últimos seis años, dándole tiempo para restaurar la disuasión regional de Israel mientras evita una investigación sustancial sobre la toma de decisiones que precedió a la inédita falla de seguridad del 7 de octubre de 2023.
Encuestas de opinión recurrentes desde octubre de 2023 muestran que su coalición no alcanza la mayoría de 61 escaños en la Knesset necesaria para gobernar, situándose entre 49 y 54 escaños. Su estrategia de reelección parece depender de un cálculo simple: alejarse lo más posible del fracaso del 7 de octubre y contar con Trump para ayudar a reescribir esa narrativa en las urnas.
“El presidente de Estados Unidos será central -si no el protagonista- en la estrategia de reelección de Netanyahu”, dijo Nadav Shtrauchler, un estratega político que trabajó anteriormente para el primer ministro.
Etapas del acuerdo
Con respecto a Gaza, el momento de la reunión con Trump es “muy significativo”, dijo Gershon Baskin, codirector de la comisión de consolidación de la paz de la Alianza para los Dos Estados, que ha participado en negociaciones de canal trasero con Hamas.
“La primera fase básicamente ha terminado, hay un rehén israelí fallecido restante que ellos (Hamas) están teniendo dificultades para encontrar”, dijo a la agencia France-Presse (AFP).
“La segunda fase tiene que comenzar, incluso es tarde y creo que los estadounidenses se dan cuenta de que es tarde porque Hamas ha tenido demasiado tiempo para restablecer su presencia y esta ciertamente no es una situación que los estadounidenses quieran dejar en su lugar”, agregó.
El progreso en el paso a la segunda fase del plan de paz para Gaza, que fue negociado por Washington y sus aliados regionales, ha sido lento hasta ahora. Los mediadores han expresado su temor de que Israel y Hamas por igual se estén demorando, en medio de cientos de violaciones al alto el fuego llevadas a cabo por el Ejército israelí que han matado a más de 400 palestinos desde el 10 de octubre pasado, cuando entró en vigencia la tregua.
El alto el fuego detuvo dos años de guerra que han matado a más de 71.200 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y herido a más de 171.200 personas desde octubre de 2023.
En las siguientes etapas se supone que Israel se retirará de sus posiciones en Gaza, una autoridad provisional gobernará el territorio palestino en lugar de Hamas, y se desplegará una fuerza internacional de estabilización (ISF). También incluye una disposición para que Hamas deponga sus armas, un importante punto de fricción.
Polémica de Somalilandia
El primer ministro israelí estará en Mar-a-Lago el lunes después de haber reconocido el territorio de Somalilandia, convirtiendo a Israel en el primer país de la ONU en hacerlo. Si por un lado la decisión ha desencadenado la condena predecible del mundo árabe, por otro lado ha encontrado, si no oposición, al menos la indiferencia de Trump, que no está dispuesto a seguir a Netanyahu en esta decisión.
El territorio separatista funciona de manera autónoma y es relativamente estable comparado con Somalia, afectada por insurgencias islamistas y conflictos políticos. En la capital del territorio, Hargeisa, cientos de personas salieron a las calles con banderas y coreando “¡Victoria!” tras el reconocimiento de Israel.
Somalia, sin embargo, condenó un “ataque deliberado contra su soberanía” por parte de Israel y advirtió que el anuncio exacerba “las tensiones políticas y de seguridad en la región”.
“¿Alguien sabe realmente qué es Somalilandia?”, preguntó el presidente de Estados Unidos, después de expresar un fuerte “no” a la posibilidad de reconocer el territorio que declaró la independencia de Somalia en 1991 y que luchó en las décadas siguientes para obtener reconocimiento internacional. Sin embargo, “estudiaremos y evaluaremos”, señaló el líder estadounidense.
Somalilandia goza de una posición estratégica a la entrada del estrecho de Bab el-Mandeb, en una de las rutas comerciales más transitadas del mundo, que conecta el océano Índico con el mar Rojo y el canal de Suez.
“Inmiscuirse en los asuntos internos de Somalia contraviene las normas jurídicas y diplomáticas establecidas. Somalia y su pueblo son uno solo: inseparables por la división que existe a distancia”, dijo en X el presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, que denunció “la agresión ilegal” del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
Dadas las repercusiones geopolíticas, vecinos de la región como Egipto, Turquía y Yibuti, así como varias organizaciones multilaterales, entre ellas el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), la Liga Árabe y la Unión Africana (UA), también rechazaron el anuncio. Lo mismo hizo la Autoridad Palestina.
En un comunicado, la UA, que representa a 55 países de África, advirtió del “riesgo de crear un peligroso precedente con consecuencias considerables para la paz y la estabilidad en todo el continente”.
La relación de Trump y “Bibi”
Netanyahu a menudo dice que Trump es el mejor amigo que Israel ha tenido en la Casa Blanca.
Durante su primer mandato, Trump impulsó aún más la política de Estados Unidos a favor del gobierno de derecha de Israel. Trasladó la embajada norteamericana a Jerusalén, reconoció y reclamó la soberanía israelí sobre los Altos del Golán ocupados en Siria y cortó el financiamiento a la agencia de las Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA).
Desde que regresó a la Casa Blanca este año, Trump ha mostrado una mayor disposición a estar en desacuerdo públicamente con Netanyahu. Aun así, su administración ha brindado un apoyo inquebrantable a Israel, incluida la decisión de renovar la guerra contra Gaza en marzo después de un breve alto el fuego.

Trump se unió al ataque israelí a Irán en junio, para consternación de algunos segmentos de su base. Y presionó para asegurar la actual tregua en Gaza. El presidente de Estados Unidos también se opuso al ataque israelí a Doha en septiembre. Y rápidamente levantó las sanciones contra Siria, a pesar de algunas aparentes reservas israelíes.
Los fuertes lazos entre los dos líderes se fortalecieron después de que Trump ganara la presidencia nuevamente en 2024 y violara el derecho a la libertad de expresión de los ciudadanos que se han manifestado a favor de Palestina, según aseguró un juez federal en septiembre pasado.
En noviembre, Trump pidió formalmente al presidente israelí, Isaac Herzog, que indultara a Netanyahu, quien se enfrenta a cargos de corrupción en casa.
Los dos líderes, sin embargo, no están completamente alineados, y están apareciendo grietas en sus posiciones sobre cuestiones que incluyen Gaza, Siria y las asociaciones de Estados Unidos con Turquía y los estados del Golfo.
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