Recuperan fotografías perdidas de la vida en la Unión Soviética

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Leningrado, 1979.

Masha Ivashintsova, que nació en 1942, tenía 18 años cuando comenzó a tomar fotografías sobre la vida en Leningrado (San Petersburgo) con su Leica. Sus imágenes nunca fueron vistas y permanecieron guardadas en un ático hasta que el año pasado fueron descubiertas por su hija. El caso es similar al de Vivian Maier.


Alos 18 años, Masha Ivashintsova, nacida en 1942 en la Unión Soviética, comenzó a fotografiar, sin que nadie supiera, la vida de Leningrado (San Petersburgo). Cuando murió en el año 2000 dejó 30 mil fotografías -ya sea en negativos y rollos de película sin revelar- en una caja que estuvo intacta hasta que su hija, Asya Ivashintsova-Melkumyan, las descubrió el año pasado.

Su historia posee un gran paralelo con el caso de la fotógrafa aficionada estadounidense, Vivian Maier, que trabajó como niñera en Chicago durante cuatro décadas. En 2007 fueron encontradas sus imágenes inéditas en una subasta en Chicago.

En conversación con La Tercera, Asya explica lo difícil que fue para ella descubrir la caja con las fotografías. "Después de que mi madre murió, todo lo que me recordara a ella era muy doloroso. Sabía que tomaba fotografías, así que mientras hurgaba entre sus pertenencias, me encontré con la caja. No quise mirar las fotos, porque me traería recuerdos. Pero mi esposo, que estaba seguro que sería un tesoro, se consiguió un escaner y vimos algunos negativos", explica. "Mi primera reacción fue reticencia y control emocional", añade.

Masha se separó del padre de Asya cuando era muy pequeña y ambos se fueron a vivir a Moscú, mientras que la mujer se quedó en Leningrado. Allí formaba parte de un movimiento artístico clandestino, que para su hija era "su esencia". "En esa época mucha gente quería expresar la belleza del mundo interno y externo, pero era considerado vergonzoso ser creativo para las personas comunes. Tomar fotografías, escribir versos, no era considerado trabajo, sino que ocio", sostiene. "'El tiempo real es para los negocios y solo (se debe tener) una hora para las festividades', versa el dicho de los educadores adultos", agrega.

En medio de su lucha contra el régimen soviético, a mediados de los 80 fue recluida en un psiquiátrico contra su voluntad. "Creo que para mi madre, tomar fotografías le ayudó a escapar de la realidad y sus emociones, hasta cierto punto", concluye.

Créditos

Imágenes pertenecen a Masha Galleries.

Instagram: @masha_ivashintsovaFacebook: mashaivashintsova

Leningrado, 1979.

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Leningrado, 1976.[/caption]

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Leningrado, 1975.[/caption]

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Asya con su padre Melvar Melkumyan en Moscú en 1976.[/caption]

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