Contaminación en Quintero y Puchuncaví: la prueba de fuego que enfrenta el directorio de Enap

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La medianoche del martes, el vicepresidente de la mesa, Gonzalo de la Carrera, renunció sorpresivamente al cargo. En Enap no esperaban que la acusación de la autoridad solo los apuntara a ellos, como finalmente pasó.


El 24 de agosto, una vez que la ministra del Medio Ambiente Carolina Schmidt hiciera públicas sus sospechas contra Enap por la emergencia sanitaria en Quintero, el directorio de la compañía analizó de forma remota -por teléfono y Whatsapp- la estrategia para salir a responder.

Y si bien había algunos que pedían ser categóricos y responder con fuerza -principalmente el renunciado Gonzalo de la Carrera- otros -diversas fuentes apuntan a la presidenta de la mesa, Loreto Silva- buscaban ser más conciliadores.

La postura que se impuso fue evitar la confrontación, atendiendo principalmente a que el Estado es el accionista principal de la compañía. Por ello, el comunicado público fue más suave que lo que inicialmente se analizó.

Las razones eran fundamentalmente dos: evitar entrar en la arena política -pues creían que no era el rol de la mesa de una empresa pública- y también, porque pensaban que si su respuesta era conciliadora se forzaba a la autoridad ambiental a ceñirse a lo técnico, donde sentían tener todo para ganar.

Lo que al final se impuso fue que el "mandante", como llaman en Enap al Estado, es quien debe aprobar el plan de inversiones, las capitalizaciones y por tanto, lo que está en juego, creen, es qué tan autónomo puede ser el directorio, que además es el primero tras la reforma al gobierno corporativo de la estatal. Cambio legal que, precisamente, que buscaba dar más autonomía a la empresa.

Dicha reforma estableció cambios en el nombramiento de los directores, sacando de la mesa a los ministros -anteriormente el titular de Energía era a la vez el Presidente- y estableciendo reglas para los nombramientos. Dos directores serían designados por Presidencia, cuatro por Alta Dirección Pública y uno entraría en representación de los trabajadores.

Salida del vicepresidente

Por todo ello, el levantamiento de cargos que hiciera la Superintendencia del Medio Ambiente la tarde del miércoles fue un mazazo para los siete miembros de la testera. Si bien en Enap esperaban que eso ocurriera, pues reconocen algunas faltas a la RCA fundamentalmente en el tratamiento de riles -lo que se comprometieron a resolver-, lo que no esperaban es ser los únicos apuntados, como finalmente pasó. El miércoles, en la formulación de cargos, el superintendente Cristian Franz, argumentó que las condiciones de trabajo de unos estanques de las instalaciones de Enap en Quintero "han afectado significativamente la salud de la población de Quintero".

Eso generó una verdadera tormenta en el directorio de Enap. Recién pasadas las 10 de la noche, cuatro horas después de los dichos de Franz, el directorio consensuó una declaración que sólo tenía dos puntos: rechazaba la acusación y amenazaba con "ejercer todas las acciones legales" para defenderse.

Pero poco antes de la medianoche, el vicepresidente de la Carrera -apuntado como quien empujaba una respuesta más dura hacia la autoridad- presentó su renuncia a través de un correo enviado a Presidencia. Su salida, al haber sido nombrado directamente por el Mandatario, obliga a La Moneda a nombrar un reemplazante, lo que a la vez pone en incómoda posición al Gobierno.

En declaraciones a La Tercera PM, de la Carrera dijo que aunque el directorio completo estaba "totalmente sorprendido con esta resolución de la autoridad", había diferencias en la forma de abordar la crisis. "Lo mejor era que me alejara, porque no estaba de acuerdo con la resolución", señaló.

Lo que viene, apuntan cercanos a la mesa, es recuperar la normalidad, defenderse dentro de la ley y aplicar un plan "hacia adentro", pues si el malestar en el directorio es grande, entre los trabajadores lo es todavía más.

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