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El buen amigo Yáber: los tentáculos políticos del conservador de Puente Alto

Sergio Yáber está bajo sumario por parte de la Corte de San Miguel y es uno de los tantos imputados en la trama bielorrusa. Estos son los orígenes de un abogado de La Serena que a punta de comidas, fiestas y dinero tejió una amplia red que le permitió ascender y posicionarse en la élite judicial del país.

Hay un hito que se posiciona como clave en la carrera de Sergio Yáber Lozano (53), hoy suspendido y sumariado conservador de Bienes Raíces de Puente Alto.

Según quienes han evaluado su ascendente trayectoria, aseguran que su gran salto profesional está necesariamente ligado al vínculo que mantenía con Gonzalo Migueles, pareja de la exministra de la Corte Suprema Ángela Vivanco y uno de tres imputados de la trama bielorrusa que permanecen en prisión preventiva tras ser formalizados por cohecho y lavado de activos.

A Migueles, según se lee en su declaración como imputado, lo conoció a finales de los 90, cuando se desempeñaba como notario interino en Valparaíso. En ese momento Migueles era su cliente, ya que como titular de una empresa de producción avícola requería esporádicamente de documentación y servicios notariales.

A pesar de que Yáber fue trasladado a Coquimbo en enero de 2020, el vínculo se mantuvo y, de hecho, se hizo más estrecho.

A mediados de 2018 ambos coincidieron casualmente en La Serena, cuando Migueles estaba acompañado de Vivanco y del exministro de la Corte de Apelaciones de Santiago Antonio Ulloa. Para quienes siguen el caso, en ese momento comenzó a fraguarse el aterrizaje de Yáber en la capital.

Producto de ese encuentro, organizaron una comida en que Migueles pudo transparentar que estaba en búsqueda de un nuevo trabajo, ya que le había ido mal en algunos negocios, y Yáber hizo lo propio respecto de sus aspiraciones de instalarse en el Conservador de Puente Alto.

“Sabiendo que él era contador o contador auditor, cosa que no me consta, les comenté que por razones de salud de mi hijo mayor yo requería de un traslado a la ciudad de Santiago y que para ello estaba postulando al cargo de conservador de Bienes Raíces de Puente Alto, que iba en la terna que podría ser nombrado, por lo cual le ofrecí que si yo resultaba designado podríamos conversar de un eventual cargo en mi oficina. Dicha situación la comenté con Gonzalo y Ángela”, transparentó Yáber en su declaración como imputado del pasado 23 de octubre.

Y lo logró. Yáber fue designado y, según contó ante los investigadores, una vez que recibió la noticia nuevamente Vivanco lo contactó, pidiéndole que tuviera en consideración a su cónyuge. Ese mismo año, en julio, el Senado había aprobado la designación de Vivanco para la Suprema.

Me señaló y me reiteró que su marido o pareja estaba sin trabajo y que si se me podía dar la oportunidad de contratarlo una vez que asumiera mi cargo, conociera mi oficina y siempre en el entendido que me faltara personal pudiera acordarme de su marido”, explicó el suspendido conservador.

El hecho, de acuerdo con quienes conocen a Yáber, es un claro ejemplo que serviría para entender cómo “operaba”, pues recalcan que él es un hombre que “no da puntada sin hilo”. De hecho, al momento de postular al cargo de conservador quedó noveno en la preselección, siendo igualmente incluido en la terna por parte de los ministros de la Corte de Apelaciones de San Miguel.

Fuentes consultadas por este medio aseguran que el abogado siempre aprovechaba ciertos contactos sociales para ir tejiendo redes que le permitieran ir avanzando en su carrera.

Por eso, por ejemplo, no es una sorpresa que fuera parte del famoso “Grupo Las Tacas”, como se le conoce informalmente en el mundo de los notarios. El apodo del grupo se debe a que Yáber junto con Vivanco, Migueles y una serie de otros personajes vinculados al mundo judicial solían compartir veranos y salidas en ese balneario ubicado en la Región de Coquimbo.

Las personas que se han relacionado con Yáber comentan que es un hombre simpático, de chiste fácil, muy bueno para hacer favores, prestar plata, invitar a todo el mundo, organizar reuniones y comidas. “Lo conocías una vez y al día siguiente ya te estaba invitando a una comida o algún evento social”, dice alguien que lo conoció.

La red que fue construyendo poco a poco le permitió descansar en que podría tener cierto grado de inmunidad. Por eso una vez que estalló el caso de la trama bielorrusa, desde su entorno comentan, siguió actuando como siempre. “Se sentía blindado, creía que nunca lo iban a tocar a él”, dicen fuentes que pudieron conversar con él hasta hace poco.

La red política

Otra de las características que resaltan quienes conocen a Sergio Yáber es que es muy preocupado de los suyos y dedicado. Recuerdan, en ese sentido, que en la serie de transferencias que realizaba a sus amigos o conocidos siempre dedicaba un mensaje de cariño. “Abrazo Paulita, cariños a las niñitas!”, “Saludos Oscarin!”, “Abrazo a mis chiquitines!!!! Vengan cuando quieran!!!!”, eran parte de los comentarios que dejaba.

Pero, una vez más, varias fuentes consultadas recuerdan que eso también tenía una intención oculta. Sobre todo si el destinatario era una figura de poder, como en el caso del exministro Ulloa. A él, como publicó Reportea, por años le transfirió mensualmente un millón de pesos.

En el mensaje que se acompaña habitualmente en este tipo de transacciones, eso sí, el suspendido conservador solía detallar que los dineros eran para su ahijada y que esperaba que le siguiera yendo bien en sus estudios. En una oportunidad, como pudo revisar este medio, el mensaje fue distinto, pues se trataba de un “préstamo”.

Los vínculos que trazaba Yáber, en todo caso, no solo se limitaban al Poder Judicial, pues como ha quedado en evidencia en medio de la indagación de la trama bielorrusa, también se preocupaba de mantener contactos políticos.

Desde los 2000, cuando llegó a Coquimbo, no dudó -aseguran fuentes consultadas por este medio- en acercarse a quienes integraban el Congreso en representación de dicha zona. Las mismas fuentes aseguran que se preocupó de tender puentes con el actual senador Sergio Gahona (UDI), quien se desempeñó como intendente y posteriormente como diputado por Coquimbo.

Él era importante para Yáber, dicen desde su entorno, no solo por su puesto en el Congreso, sino porque también tenía llegada en los gobiernos de Sebastián Piñera y en la cartera de Justicia, lo que le era “útil” para sus intereses.

Por lo mismo, no extrañó a los intervinientes del caso que en la prensa surgieran antecedentes relativos a transferencias del conservador al senador, por $4 millones, o que Yáber hubiese contratado a la hija de Gahona, Paulina Gahona, en el mismo Conservador.

“Cuando don Sergio Yáber se enteró que mi hija era abogada de la Universidad de los Andes y residía en Santiago, me consultó si ella podría estar interesada en trabajar en el sistema registral. Le entregué el contacto telefónico de mi hija, se contactaron y establecieron una relación contractual desde abril de 2022 hasta abril de 2023”, dijo el parlamentario a Ciper.

Paulina Gahona ya no se desempeña en el Conservador. Y en enero de este año, además, renunció como interina en la notaría de San Miguel.

Otro de los cercanos es el senador Matías Walker, quien reconoció que son amigos hace 15 años, aunque igualmente la Fiscalía lo pesquisa pues recibió desde la cuenta de Yáber $1,6 millones.

Tanto a Walker como a Gahona, entre 2018 y 2020, Yáber les arrendaba un departamento que mantenía en la Avenida Costanera de Coquimbo, en primera línea de playa.

Y también hay nexos que lo vinculan con el Partido Republicano, particularmente con el diputado Cristián Araya. Pese a que no son amigos y a que el congresista ha negado recibir dineros de su parte, en medio de escuchas los investigadores pudieron advertir que habría recibido $1,7 millones de parte de Yáber en medio de las gestiones que este desplegó para salvar a Ulloa de la acusación constitucional en su contra.

En RN, otro de los cercanos es el exdiputado Francisco Eguiguren, quien se desempeña hasta la actualidad en el Conservador de Puente Alto y también llegó a las redes de Yáber tras haber ejercido por un periodo como diputado en la Región de Coquimbo.

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