Nacional

Fin de los celulares en el aula: Senado se apresta a votar prohibición de uso de teléfonos en todos los niveles escolares

La iniciativa establece ciertas excepciones por temas de salud, emergencia o catástrofe, entre otros. La Comisión de Educación de la Cámara Alta terminó de votar en particular el proyecto y será visto en Sala.

Proyecto de ley prohíbe el uso de celulares en la educación parvularia y básica.

Listo para ser votado por la Sala del Senado quedó el proyecto que refunde siete mociones parlamentarias y que pone fin al uso de teléfonos celulares en las aulas de colegios.

En sus normas principales, la iniciativa prohíbe “el uso de dispositivos móviles electrónicos de comunicación personal en los niveles de educación parvularia, básica y media”.

La propuesta original planteaba la prohibición hasta séptimo básico y regulaba el uso desde ese nivel hasta cuarto medio.

Según las modificaciones introducidas, para el nivel de educación media, el reglamento de los colegios podrá disponer espacios, horarios o actividades específicas en que su utilización sea autorizada.

La semana pasada, la iniciativa fue despachada en particular por la Comisión de Educación de la Cámara Alta.

El proyecto, que cumple su segundo trámite, fue analizado en particular por la citada instancia legislativa que le introdujo modificaciones, respecto del texto que fue aprobado la Cámara de Diputados en agosto y respaldado en general por la Sala del Senado en los primeros días de septiembre.

En lo fundamental se prohíbe el uso de celulares en las salas de clases y se señala que los reglamentos de los distintos establecimientos educacionales deberán disponer de las medidas necesarias para materializar esta prohibición.

Se especifican excepciones

La imposición se aplica durante el desarrollo de actividades curriculares dentro de la sala de clases y se extiende a todos los integrantes de la comunidad educativa, sin embargo, el proyecto despachado a la Sala establece las siguientes excepciones:

  • Si el estudiante presenta necesidades educativas especiales, en las que el uso adecuado de medios tecnológicos de telefonía móvil se considere como una ayuda técnica al servicio de sus aprendizajes. Esta circunstancia deberá ser acreditada por el padre, madre o apoderado del estudiante a través de un certificado emitido por un profesional competente.
  • Si existe una situación de emergencia, desastre o catástrofe.
  • Si el estudiante presenta una enfermedad o condición de salud, diagnosticada por un médico, que requiera monitoreo periódico a través de medios tecnológicos de telefonía móvil.
  • Si el uso de los dispositivos móviles es útil para la enseñanza en función de la naturaleza de la actividad curricular o extracurricular en los establecimientos educacionales que imparten educación básica o media.
  • Si el padre, madre o apoderado lo solicita fundadamente y de forma temporal únicamente por razones de seguridad personal o familiar del estudiante.

La iniciativa también considera que se debe informar sobre el uso responsable y los riesgos asociados, promoviendo instancias formativas que prevengan el uso indebido o la comisión de delitos mediante estos medios.

Discusión y regulación necesaria

En septiembre y tras un intenso debate en general, la Sala del Senado aprobó -con 48 votos a favor- legislar sobre la iniciativa que cumple su segundo trámite constitucional y que tuvo su origen en siete mociones refundidas. De ahí pasó a ser estudiada en particular por la Comisión de Educación.

Durante el análisis del proyecto las y los senadores plantearon la necesidad de regular el uso de teléfonos celulares en los espacios educativos y pusieron énfasis en que el uso indiscriminado e ilimitado de estas tecnologías genera daños en el desarrollo cerebral de niñas, niños y adolescentes; problemas de salud mental, concentración, atención, aprendizaje, emocionales, de sueño, de impulsividad y falta de empatía, entre otros.

Hubo coincidencia en que existe suficiente evidencia científica respecto del los daños que produce la exposición excesiva a dispositivos tecnológicos, que en el caso de los menores pasan 7,6 horas diarias, de las cuales solo 16 minutos están destinados a trabajos escolares.

Asimismo, se recordó que el 55,7% de los adolescentes chilenos de 15 años no alcanza el nivel mínimo de comprensión lectora, lo que hace que los colegios enfrenten realidades complejas, con dispositivos que aumentan los trastornos ansiosos, problemas de salud mental infanto-juvenil, que es necesario enfrentar.

De ahí que señalaron que no se trata de estar en contra de la tecnología, sino que buscar un equilibrio entre la protección y la libertad y fomentar el uso de una manera sana y acorde a la etapa educativa de los menores. Recordaron que los niños, niñas y adolescentes están accediendo a temprana edad a estos dispositivos y también a redes sociales que no están diseñadas con fines pedagógicos sino que para tener a los menores la mayor cantidad de tiempo conectados.

Se indicó que un estudiante revisa su teléfono en promedio cada 12 minutos en la sala de clases lo que no solo afecta su aprendizaje, sino que al aula en general. En tal sentido, se relevó la importancia de “recuperar el aula como espacio de concentración y aprendizaje más profundo” y de tener un uso responsable de tecnología en el proceso formativo.

Más sobre:EducaciónCongresoSenadoTeléfonos móviles

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

⚡¡Últimos días Cyber! Accede al mejor precio de 2025🗳️ 📰

Digital + LT Beneficios$1.200/mes SUSCRÍBETE