Héctor Espinoza, director de la PDI: "Si el delincuente queda libre no le puedo echar la culpa al juez"

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A horas del aniversario 85 de la institución, su director general analizó el estado actual tanto de la policía como del sistema persecutor penal. En ese sentido hizo un llamado a la responsabilidad a todas las instituciones y descartó que la reincidencia sea un problema de los magistrados.


A un día de celebrarse el aniversario 85 de la Policía de Investigaciones, el director general Héctor Espinoza analizó la actualidad de la institución desde distintos aspectos. En entrevista con La Tercera, enfatiza el rol especializado que cumplen los detectives y enfatiza que es importante que todas las instituciones definan sus límites. En ese sentido, la autoridad miembro de la policía civil hace 39 años, cree que la institución "no sólo debe limitarse a combatir el delito, sino también a establecer el origen de éste".

¿Cómo se encuentra la Policía de Investigaciones en su aniversario 85?

Somos una policía altamente profesional y muy cercana a la comunidad. Entendiendo que la PDI es lo que el país necesita. Nos sentimos profundamente motivados por investigar.

¿Cuál es su mirada con respecto al futuro de la institución?

Este aniversario nos sorprende en una etapa muy importante. En la última encuesta Cadem se nos sitúa en primer lugar de aprobación ciudadana con el 83%, eso es una tremenda responsabilidad. Nos sentimos orgullosos, pero también debemos no defraudar esa confianza.

Ahora, hoy el país debe definir el rol que deben cumplir sus policías y lo digo con mucha responsabilidad. Creemos que hay un problema de gestión de la seguridad. Hoy la PDI está haciendo su contribución al definirse como una policía 100% investigativa. En eso tenemos una visión clara.

Es necesario que sobre seguridad se hagan responsables todos. No podemos seguir echándole la culpa al gobierno, a la ciudadanía, a las instituciones policiales, a los jueces o al fiscal. Si todos colaboramos para tener un país mucho mejor, si tenemos una policía que se hace cargo de la prevención y otra policía de la investigación, el único que gana es el país.

¿Este aniversario traerá nuevas medidas para fortalecer el rol de la PDI?

Hace tres años, cuando asumí el mando, existía una deuda con los delitos contra la propiedad, principalmente los robos. Nosotros asumimos ese rol y creamos el año pasado una Jefatura Nacional de Delitos contra la Propiedad y Focos Criminales. Aumentamos de dos a cuatro el número de brigadas de robo en Santiago. Y próximamente estamos haciendo un trabajo de reconversión de unidades. La Brigada de Investigación Criminal e Intervención Policial (Bricrimpol) se transformará en la Brigada contra Robo y Focos Criminales y de Primeras Diligencias. Para eso tendremos personal especializado en primeras diligencias. Hay otra brigada a la que cambiaremos el nombre. La de Investigación Criminal de La Reina que se denominará Brigada Investigadora de Robos Focos Criminales Sur-Oriente, que investigará todo lo relacionado en ese sector.

Nos dimos cuenta que habían brigadas que estaban insertas en sectores que recibían mayoritariamente otro tipo de delitos. Vamos a implementar un plan especial para robos en 360, que implica abarcar todo el ciclo del robo. Sacar de circulación bandas criminales usando la interoperatividad con análisis criminal e inteligencia policial, para no estar en la lógica del caso a caso y así indagar ciclos y procesos.

¿Cuál es su diagnóstico sobre la situación actual que vive el país en términos de delincuencia?

Si uno compara a Chile con otros países de Latinoamérica, es un país bastante seguro. Pero no por eso no haremos todo lo que esté a nuestro alcance para hacerlo más seguro aún. Entendemos que la gente quiere eso. Y nos hemos comprometido a poner nuestro rol investigativo a disposición. Queremos hacernos responsables de las investigaciones, especialmente de los delitos complejos, los robos con violencia e intimidación que ocurren en distintos lugares del país y que son los que más victimizan. No sólo victimizan a la víctima, sino también al barrio y la comuna. Nosotros estamos claro que de sacar a estas bandas criminales y de hacer un trabajo mucho más focalizado, con mucha inteligencia y análisis criminal, seremos un tremendo aporte a la seguridad.

Se ha cuestionado al sistema penal por el número de detenciones que acumulan los criminales. El Consejo de Justicia Penal revisa todo el proceso. ¿Cómo evalúa esta situación?

Todo lo que se pueda hacer en la línea de la coordinación es muy positivo. Los roles que cumple cada interviniente en este proceso de persecución penal debe ser muy claro. Cada uno debe saber cuáles son sus responsabilidades.

Respecto a la reincidencia, las investigaciones realizadas por nosotros son entregadas a la fiscalía y los tribunales, de modo que sean condenados como corresponde. Y si en algunos casos la persona pudiera quedar libre, revisamos el motivo por el cuál esto ocurre y tratamos de mejorar. Si el delincuente queda libre, no le puedo echar la culpa al juez. A lo mejor el trabajo no ha sido lo profesional y lo eficiente que debiese ser y nosotros nos hacemos cargo de eso. En ese sentido, nunca vamos a criticar a un Tribunal de la República.

¿Cómo evalúa la discusión que promueve el gobierno a partir de la mesa de Acuerdo Nacional de Seguridad Ciudadana?

Todos los sistemas pueden ser mejorables perfectamente. Hoy tenemos una tremenda experiencia en la PDI, nosotros nos ponemos al servicio de cualquier modificación que se quiera hacer. Diversos estamentos nos han pedido opinión. Nosotros estamos absolutamente claros, hoy Chile necesita definir el rol de las policías, que asuman su responsabilidad en lo que les corresponde. Debe haber una estrecha relación entre ambas y que el único beneficiado sea el país.

El poder de fuego de las bandas criminales es un fenómeno que preocupa. ¿Cómo se combate?

Es preocupante, sobre todo cuando son menores de edad quienes usan armamento delicado, intimidan y cometen crímenes tan horrendos como los vistos en el último tiempo. Tenemos un centro nacional de análisis donde confluye toda la información, estamos monitoreando el tema de las armas, por qué llegan a las manos de los delincuentes. Hay mucha arma inscrita que está en manos de particulares y no tienen ni la expertiz ni el cuidado que corresponde, y las tienen en su casa para que en el momento de un robo caigan en manos de delincuentes. Son cosas que se deben revisar. Se habló de la fiscalización, se ha propuesto que tengamos un rol, algo que me parece bien. No que sea exclusiva, pero sí coayudar a que exista una buena fiscalización.

¿Hoy los delincuentes son más violentos, avezados y preparados incluso?

Eso ocurre siempre cuando se tienen policías con un grado de reacción muy rápido. Tenemos muy buena reacción al delito, eso genera que el delincuente tenga muy poco tiempo para cometer el ilícito. Por lo tanto se pone violento porque sabe que está al borde de ser detenido. Lo que nos compete a nosotros es la investigación, ojalá pudiéramos llegar lo más rápido posible a los sitios del suceso. Sabemos que al llegar primeros y hacer las primeras diligencias en los delitos complejos, tendremos muchas posibilidades de sacar de circulación bandas criminales que ya tenemos identificadas, pero que debemos posicionar en los delitos.

El narcotráfico se encuentra vinculado a gran parte de la delincuencia, con gran injerencia en los menores de edad ¿Cuál es la estrategia?

Iniciamos una metodología -MT0- que consiste en ubicar puntos de venta de drogas a nivel nacional. Y se fueron desarticulando con una meta del 10% cada año, y la hemos superado con creces. Hemos sacado de circulación mucha gente que se dedica a ello. Nuestra estrategia es sacar de circulación a las bandas, desde el financista hasta el que traslada la droga, toda la cadena. Porque tenemos claro que el narcotráfico es la mayor expresión del crimen organizado. Siempre hay una estructura detrás.

La PDI ha debido investigar a diversos organismos del Estado y autoridades involucradas en causas penales. ¿Se consideran independientes o aún hay espacio para crecer en ello?

Llevo tres años en el cargo y nunca ha existido presión alguna de ningún grupo ni sector y menos de una autoridad. En Chile debemos sentirnos orgullosos de la calidad de autoridades que tenemos, personas honestas y honorables.

Los ciberataques han estado en la palestra durante las últimas semanas. ¿Cómo se enfrenta a este fenómeno?

Lo que vienen son los sitios del suceso virtuales. Debemos tener otra mirada respecto al crimen. Tenemos tres brigadas del Cibercrimen: Concepción, Valparaíso y Santiago.

Hace muchos años nos adelantamos a lo que venía. Tal vez nos falta lo que instalaremos luego, el Centro Nacional de Ciberseguridad Policial (Ciberpol) que tendrá que prospectar escenarios y adelantarse a amenazas cibernéticas. En eso, estamos capacitando gente para tener una visión importante. Una policía no sólo debe limitarse a combatir el delito, sino también a establecer el origen de este. Hoy tenemos que ir un paso más allá y aportar nuestra experiencia.

¿Cómo ve el fenómeno migratorio a partir del rol fiscalizador que cumple la PDI?

Es importante el control migratorio, pero no sólo limitándose a timbrar documentos. Prospectar escenarios, por ejemplo. Nosotros dijimos hace mucho tiempo que nos preocupaba el tema de los haitianos, pero afortunadamente eso se está regularizando. Hoy tenemos un sistema de visa

Se ha discutido la imprescriptibilidad de los abusos sexuales a menores. Han posiciones que cuestionan esta medida dado lo complejo de investigar estos temas con el paso de los años. ¿Cómo analiza la propuesta del gobierno?

Lo ideal es investigar desde que hay principio de ejecución. Hay algunos que se abordan después de un tiempo, pero la PDI tendrá las formas de llegar a esclarecer estos delitos sin importar el tiempo. Recuerde que hemos tenido un rol fundamental en el tema de Derechos Humanos, donde hemos investigado hechos de 40 años.

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