Informe de ISP detecta alza en reacciones adversas leves a vacunas

Un aumento en las notificaciones de reacciones adversas asociadas a las vacunas registra un informe elaborado por el Instituto de Salud Pública (ISP). Según las estadísticas del servicio, entre 2012 y 2016 estos casos crecieron más de tres veces, pasando de 277 a un total de 1.012 el año pasado. Así, se registraron un total de 3.155 eventos, considerando todo el período.

El documento hace hincapié en el beneficio de las vacunas, tomando en cuenta las estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, que establece que cada año, por concepto de inmunización, se previenen entre dos y tres millones de defunciones por difteria, tétanos, tos ferina y sarampión, entre otras. Sin embargo, se añade que "hay que tener en cuenta que, al igual que cualquier medicamento, las vacunas no son 100% inocuas, existe el riesgo de que se presenten eventos adversos tras su administración, algunas veces serios, lo que hace necesario contar con un sistema efectivo de monitoreo de la seguridad de vacunas".

Así, el Instituto de Salud Pública ha reforzado la vigilancia de los Eventos Supuestamente Atribuibles a la Vacunación e Inmunización (Esavi), esto es, "cualquier manifestación clínica que se presente posterior a la administración de una o más vacunas, y que no pueden ser atribuidos inicialmente a alguna patología específica". Dichas reacciones deben ser notificadas en forma obligatoria, a objeto de que se lleve un completo registro de la vacuna, el tipo de reacción, las características del paciente y su localización, entre otras variables.

Según el informe, el grupo etario con más notificaciones son los menores de un año, que concentran el 39,5% del total. "Esta tendencia puede ser explicada porque en este grupo se administra un mayor número de vacunas con el objetivo de entregar protección contra enfermedades que pudieran ser invalidantes", sostiene el ISP, aludiendo a los casi 240 mil menores que son inmunizados anualmente.

Además, se detalla que es la vacuna pentavalente, seguida por la del polio oral trivalente y la del virus de la influenza las que lideran las reacciones, que se caracterizan mayoritariamente por reacciones local en la zona de la inyección y fiebre, además de prurito y erupción.

El jefe del subdepartamento de Farmacovigilancia del ISP, Juan Roldán, explica que el aumento de las notificaciones se atribuye al fortalecimiento del sistema de vigilancia: "Tenemos más llegada a los profesionales que vacunan y los hemos capacitado para alertar reacciones que antes podían pasar desapercibidas". Roldán añadió que a esto se suma el aumento de la población que se inmuniza.

María Teresa Valenzuela, epidemióloga y académica de la U. de Los Andes, sostuvo que en el aumento en las notificaciones, junto con un mejor monitoreo, influye que desde 2012 se han sumado cuatro nuevas dosis de vacunas, "pero uno ve que las reacciones que se generan son leves, como fiebre, hinchazón en la zona. Son reacciones normales y pasajeras. Lo que debe pesar es la importancia y seguridad que tienen las vacunas, que no puede ser puesta en duda".

Por su parte, el decano de la Facultad de Ciencias de la U. Mayor, Enrique Paris, destacó el registro: "Es importante conocer esta tasa para poder ir evaluando las vacunas y poder descartan, por ejemplo, las que produzcan eventos adversos numerosos, que no es el caso, pues lo que tenemos acá son reacciones leves, asociadas mayoritariamente a la zona de la inyección. No se describe ningún caso para preocuparse".

Finalmente, el informe del ISP, ponderando las reacciones notificadas, concluye que "el beneficio que aportan las vacunas en la población al evitar enfermedades que pueden ser invalidantes y en algunas ocasiones mortales, es muy superior al riesgo de presentar Esavi".