Nacional

Los carabineros que retratan a delincuentes

Tres funcionarios componen el equipo de dibujantes del OS9 de Santiago. Pese a que el uso de la tecnología ha ido desplazando el trabajo a mano alzada, continúan siendo requeridos para aportar con pistas en diversas investigaciones, como lo fue en el caso del secuestro del empresario Rodrigo Cantergiani.

Foto: Andrés Pérez. Andres Perez

Cuando la investigación por el secuestro del empresario Rodrigo Cantergiani estaba recién partiendo, las pistas eran escasas. Para ese hecho, ocurrido en los primeros días de agosto de este año, no se contaba con abundancia de registros de cámaras de seguridad del sector ni tampoco con grabaciones de video tomadas por teléfonos celulares que pudieran dar con los rostros de los captores, como sucede en otros hechos policiales.

Fue así como una antigua herramienta volvió a ser requerida. Cuando el empresario fue liberado, días después, se reunió con el sargento segundo del OS9 Jorge Correa Illescas (43), quien es uno de los tres dibujantes de ese equipo policial dedicado a las investigaciones. En la entrevista técnica, sostenida en un edificio policial ubicado en San Ignacio de Loyola, en la comuna de Santiago, la víctima fue relatando los rasgos faciales de uno de los imputados que recordaba haberlo mantenido cautivo. Correa tomó su caja de lápices, preguntó por los rasgos más característicos y se lanzó a su hoja en blanco para realizar un dibujo detallado a mano alzada.

Al momento de la detención de ese imputado, dicen quienes fueron testigos tanto del dibujo como de la cara del sujeto, la reacción fue la misma: “El retrato a Correa le quedó igual”.

Fue uno de los últimos casos mediáticos que le tocó tomar a uno de los funcionarios que forman parte de ese equipo en Santiago, que está integrado también por el sargento 2° Cristián Chávez Sanhueza y el cabo 1° Sergio Pérez Barrientos. En una pequeña, pero iluminada oficina, entre hojas en blanco y lápices grafito, reciben a las víctimas para ser entrevistadas.

“Después vi la detención de este sujeto y vi que se parecía harto. La víctima tenía un buen recuerdo”, remata Correa sobre el dibujo del presunto secuestrador de Quilicura.

Son los robos con violencia y con intimidación los delitos más frecuentes donde estos dibujantes son solicitados. Eso sí, dice que últimamente también han incorporado los casos de secuestros. En ese sentido, con el crimen organizado de origen extranjero, comenta, se han encontrado con otras características faciales que deben ser plasmadas. “Son rasgos más centroamericanos. Eso llama la atención”, explica Correa.

Son 12 puntos los que los retratistas consultan a las víctimas para empezar a hacer lo que será una pista policial: sexo, contextura física, ojos, orejas, edad aproximada, forma del rostro, nariz, cabello, estatura, cejas, labios y tez. En ese formulario también pueden incluir si el sospechoso tenía acné, tatuajes o usaba piercings. Todo con el afán de retratar la imagen lo más cercana a una foto.

Andres Perez

La técnica

Según los registros de Carabineros, ya se realizaban retratos hablados antes de la creación del OS9, en 2004. De hecho, en esa oficina cuentan con registros de algunos de esos añosos trabajos: uno de ellos, por ejemplo, data del 7 de enero de 2000. En su descripción se puede leer que se trató de un robo con intimidación y el autor era un sujeto “de entre 25 y 30 años, macizo, de tez oscura, nariz mediana y recta, y de cabello corto, liso y oscuro”. También se aprecia en esa descripción que el hombre portaba un revólver negro con empuñadura café.

El sargento segundo Correa ingresó primero al equipo de Orden y Seguridad de Carabineros en 2007, luego pasó a ser suboficial y, posteriormente, se capacitó en Criminalística, para llegar al OS9. Fue en 2016 cuando comenzó la labor en su equipo actual. En su paso por el equipo artístico también ha tenido que estar capacitándose constantemente, como en un curso realizado en la Facultad de Arte de la Universidad Católica, que estuvo centrado en rostros y que se extendió por cuatro meses.

“Desde que era adolescente tenía aptitudes un poco superiores a las de mis amigos para el dibujo. Una vez que llegué al OS9, varios funcionarios se fueron a la Escuela de Suboficiales o se fueron trasladados, entonces se abrió un cupo y me preguntaron si quería hacer una prueba”, recuerda Correa, quien es oriundo de Santiago y viene de una familia de carabineros: tiene otros dos hermanos uniformados: uno de ellos un cabo primero y, el otro, un teniente de Justicia, lo que se traduce en un abogado, pero con escalafón de Carabineros.

Con los 12 puntos ya en mente, los dibujantes hacen un boceto, que parte en un molde preestablecido y que puede tardar un par de minutos. Eso sí, el tiempo que puede transcurrir para que los dibujantes entreguen un trabajo final es de cerca de 40 minutos.

Luego, con distintos grosores de lápices, que van desde el 2B, 4B, y 8B, comienza a dar la forma más detallada. En un dibujo puede haber tres tipos de lápices, explica Correa: para trazos oscuros, donde se ubican las sombras y el cabello, y claros e intermedios, para los trazos más sutiles. Correa prefiere partir sus trazados por las cejas y luego ir avanzando hacia otros contornos del rostro.

Si la víctima dice que el dibujo se parece un 90% al imputado, se considera como útil. También puede haber errores, reconoce Correa. “Nunca hay que tener miedo a borrar, de eso se trata el dibujo, sobre todo este retrato donde otra persona te está guiando”, comenta entre risas.

Para el sargento segundo no hay una parte de la cara más difícil de dibujar, pero puntualiza en lo que considera un detalle importante en el rostro: “Los ojos le dan la personalidad a la persona”. Otra dificultad, recuerda, estuvo dada en tiempos de pandemia, donde los asaltantes se aprovechaban del contexto para cometer sus delitos con mascarillas, ocultando sus rasgos faciales.

“Hay que tener una cualidad para este trabajo, y encontrar un carabinero que pueda tenerla igual es difícil. Y después hay que formarlo en el dibujo de rostros”, explica Correa. De momento, los tres funcionarios de ese equipo ingresaron primero como carabineros y se fueron capacitando para llegar a ser retratistas. Eso sí, Correa manifiesta que no sería mala idea que, en el futuro, en el caso de no encontrar dibujantes entre las filas policiales, pudiesen ingresar civiles con esas aptitudes y que luego se fueran formando como carabineros.

Así como recuerda su dibujo en el secuestro de Cantergiani, hay otro caso que viene a la memoria de Correa. Ocurrió en Huechuraba en julio de 2023, donde dos delincuentes se coludieron con un taxista de nacionalidad peruana para concretar una serie de asaltos. El taxista tomaba personas que salían de discotecas o centros de eventos y los trasladaba hasta un lugar donde subían los delincuentes al auto. Fue así como las víctimas describieron el rostro del taxista. “Era un sujeto de contextura bien gruesa, de rostro bien redondo y bien grande, de nacionalidad peruana. Tenía características que eran bien distintivas”. Al llegar como perito al juicio oral pudo percatarse recién de que su trabajo había sido correcto. “Se parecía bastante a lo que yo dibujé”.

Andres Perez
Andres Perez

Dibujos en tiempos de celulares

Correa dice que antes de la pandemia realizaba unos 45 retratos al mes, pero esa cifra ha ido bajando. Si bien dice que el dibujo siempre ha sido una herramienta extra para las investigaciones, “una guía”, como lo fue en el caso del secuestro del empresario Rodrigo Cantergiani, estos ahora han ido disminuyendo por el uso de las fotografías de los teléfonos celulares. “Ha habido una disminución, porque ahora todos tienen cámaras, ya sea de celulares o de domicilios”.

Es por eso mismo que el trabajo de los dibujantes de Carabineros hoy está siendo actualizado. El equipo del OS9 se encuentra incorporando un nuevo método de dibujo basado en un programa similar a Photoshop de nombre Retrato Robot. Mediante este programa de computación, que es utilizado en Alemania y Estados Unidos, van tomando moldes de caras ya establecidos hasta dar con la descripción del supuesto imputado. De hecho, hace un mes un equipo de ese cuerpo policial tuvo una capacitación con sus pares alemanes.

Pero la labor de los tres funcionarios dibujantes a mano alzada del OS9 no se agota en el trabajo artístico. Todas las semanas tienen que ir a juicios como peritos, muchas veces a analizar videos, ya sea por requerimiento del Ministerio Público o como de la parte defensora.

Correa se emociona al recordar a quien considera su mentor: el suboficial mayor Alexander Jofré Durán, quien pasó a retiro en mayo pasado tras 18 años de trayectoria en el OS9. Elogia sus cualidades artísticas con los lápices y de transformar un rostro en caricatura. Una rama que, dice, le gustaría seguir en el futuro.

De hecho, cuando Jofré se despidió de su uniforme tuvo un gesto que muchos recuerdan al interior del OS9. Antes de irse, en una actividad policial en la cual participó el ministro de Seguridad, Luis Cordero, Durán le realizó un obsequio. Se trató de un dibujo del rostro del ministro, pero en formato de caricatura. La particularidad estuvo en que el suboficial mayor nunca le pidió al ministro que posara, sino que fue realizado en base a la memoria que tenía cada vez que lo veía pasar por las oficinas de Carabineros.

El dibujo hoy decora el escritorio de la oficina del secretario de Estado en el Ministerio de Seguridad. “Él era como nuestro norte para todos los que dibujamos”, remata Correa.

Andres Perez
Más sobre:RetratistasCarabinerosOS9Dibujantes

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

Promoción 75 aniversario: suscríbete hasta el 2 de octubre y participa del sorteo por 2 pasajes a B.Aires ✈️

Plan digital + LT Beneficios$1.300/mes SUSCRÍBETE