Alberto Montt, ilustrador: "Vivir de la ilustración se siente como vivir de ser astronauta"

Alberto Montt

El dibujante lanza el domingo 6 en la Filsa su nuevo libro Laura y Dino, inspirado en las conversaciones que tiene con su hija. El creador de Dosis Diarias dice que si bien con Internet es más fácil llegar a la gente, también hay más competencia.




Una pequeña niña de melena corta, calcetines con dibujos y risa traviesa revolotea por toda la casa. Interrumpe con inesperados comentarios el curso de cualquier conversación. Es Laura, tiene 5 años y es la hija de Alberto Montt (1972); además es la protagonista del nuevo libro del ilustrador: Laura y Dino. "Quería retratar los comentarios y aventuras de mi hija. Comencé a dibujarla con un dinosaurio a crochet que ella tiene y que anda con él para todos lados, de repente, me di cuenta de que la voz de Dino terminaba siendo la mía, así que resultó ser un libro sobre las historias de esta pequeña y yo".

Laura, la de carne y hueso, se sienta al lado del ilustrador durante la entrevista: "Pero no voy a molestar", dice. Inquieta, juega a resbalarse por el sillón, lo repite varias veces y se ríe. "Ya estás molestando", le dice Montt. "¡Perdón!". Ella corre y desaparece por el pasillo. "La odio", bromea él.

¿Laura conoce el libro? ¿Lo puede leer ya?

Sí, lo lee y es gracioso porque se inventa que recuerda las conversaciones y es mentira. Tiene cero memoria, nada que tenga más de dos semanas lo retiene. Lo lee y lo pasa chancho, pero yo creo que se ríe más de las figuras que del concepto. Igual sabe perfectamente que es ella.

¿Podría editar a futuro más libros según Laura vaya creciendo?

Ya siento que es un poco raro: en el libro ella tiene cuatro, ahora ha crecido mucho y las conversaciones que tenemos son diferentes. No sé cómo continuarlo porque ya no es la misma niña, pero tampoco quiero que el personaje crezca. Por el momento no está planeado.

Laura y Dino se lanzará el 6 de noviembre en la Feria Internacional del Libro de Santiago. Montt dice haber perdido ya la cuenta de las obras que ha publicado en papel, calcula al menos 25 títulos. "Hay algunos que gustaron mucho y otros que pasaron al olvido", dice.

Pero si hay una plataforma en la que el trabajo del ilustrador ha tenido una notoriedad constante y sostenida, ha sido a través de su blog Dosis Diarias. El sitio funciona desde 2006 y Montt calcula que ha compartido más de 3.000 viñetas en él. En 2011 ganó el reconocimiento a Mejor blog en español por parte de la cadena alemana Deutsche Welle.

¿Hay alguna diferencia para Ud. entre ver su trabajo en internet y verlo en forma de libro?

Soy viejo entonces todavía veo el libro como la culminación de un esfuerzo. No le doy más valor pero sí uno diferente. El papel es emocionante, es puramente romántico. Casi todo mi trabajo está en la web y nadie vive de los libros a menos que vendas un volumen absurdo de ellos; ese es un sueño que ya dejé de tener.

Trotamundos

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Las ilustraciones de Alberto Montt se publican periódicamente en numerosos medios latinoamericanos: en el diario Máspormás en México, en La Nación de Argentina, en El Comercio en Perú, en El Tiempo de Colombia, en la revista Qué Pasa en Chile y próximamente comenzará a publicar en la revista SoHo de Ecuador.

Al igual que su obra, Montt ha sido viajero. "Mi padre es chileno y mi madre ecuatoriana. Nací en Ecuador y ahí viví hasta los cinco años", cuenta. "¡Cómo yo, tengo 5 años!" lo interrumpe Laura.

"Toda mi vida fue un constante ir y venir. Llegué definitivamente a Chile cuando me decidí a vivir de la ilustración. Quito era un espacio muy chico, no había oportunidad allí de que yo pudiese realmente vivir de esto. Pensé que Chile era la alternativa perfecta, pero cuando llegué me di cuenta de que no, de que también era un espacio donde había que lucharla".

Pero finalmente salió bien…

Sí, salió bien. Tuve que nadar harto, pero salió súper bien.

¿Cree que su propia historia influye en que su obra tenga buena recepción en tantos países distintos?

El público latinoamericano es similar entre sí, pero tendemos a creer que somos muy distintos. Es gracioso porque de repente estoy, por ejemplo, en Perú y me preguntan cómo hago para hacer un humor tan peruano. Es ridículo, es el mismo humor en todas partes.

¿Y cómo ve el panorama para los ilustradores jóvenes hoy?

Están fritos. Cuando uno es ilustrador es porque no puedes ser otra cosa y es un camino maldito. Pero no te queda opción, ¿Qué puedo decirles? ¿Qué hagan otra cosa? No, que aguanten.

¿Pero cree que surgir como ilustrador es más fácil ahora que antes, gracias a Internet?

Cada día es más fácil, pero a la vez más difícil. Digamos que tienes una plataforma que es más eficiente para llegar a más gente, pero al mismo tiempo a esa gente le llega el trabajo de muchos otros dibujantes, así que tienes que ser realmente bueno. Creo que siendo igual de difícil; veo ilustradores que surgen y muchos que se hunden. Lo que sí tengo claro es que nadie que realmente lo quiera, se hunde.

Ud. vive únicamente de la ilustración ¿Cómo se siente?

Como vivir de ser astronauta o piloto de fórmula uno, como esas cosas que uno sueña y que quisiera hacer, pero no crees que te puedan pasar.

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