Isabel Allende no para. Hace menos de una semana llegó a las librerías su nueva novela, La isla bajo el mar, y ya baraja nuevos proyectos. Ayer adelantó que quiere escribir una novela erótica, pero no lo hará antes de que muera su madre: "Me encanta describir esas escenas, pero tengo los pudores típicos de la hija", dijo riendo nerviosa. Hay otro tema con más futuro: Chiloé. La escritora vendrá a Chile a mediados de diciembre a lanzar su reciente libro y aprovechará para viajar al sur: recorrerá tierra chilota para recopilar antecedentes históricos destinados a un nuevo libro.

El avance lo dio Pablo Dittborn, gerente de la sede local Random House Mondadori, el sello de Allende, ante un hambriento público: un centenar de libreros ansiosos de más y más bestsellers. En sus dos primeros días en el mesón de novedades, La isla bajo el mar había vendido sólo en librería Antártica 175 ejemplares. De golpe, el libro se ubicó en el segundo puesto del ranking. Puede que tenga razón la editorial: a fin de año se habrán agotado las 20 mil copias de la primera edición.