Estados Unidos rechazó que su decisión de prohibir los vuelos a Tel Aviv, constituyan una medida de presión sobre el gobierno de Israel para que acepte partar una tregua en la Franja de Gaza.

"No estaría totalmente de acuerdo con ese argumento", dijo la portavoz alterna del Departamento de Estado Marie Harf, al ser interrogada sobre si la medida apuntaba a ejercer presión sobre el gobierno de Benjamín Netanyahu.

Según señaló la portavoz, "emitimos advertencias de viaje porque una de nuestras principales prioridades es proteger a los ciudadanos estadounidenses en el extranjero". Agregando que "este es un paso que hemos tomado cuando creímos que la situación sobre el  terreno lo justificaba. (...) No está relacionado con la política".

A pesar de los profundos vínculos entre Estados Unidos e Israel, el lunes el Departamento de Estado lanzó un alerta a todos los ciudadanos estadounidenses que proyectaban viajar a Israel, Cisjordania o Gaza debido a "las hostilidades en curso".

Sin embargo, la cancillería no está involucrada en la decisión de la Administración Federal de Aviación (FAA) de prohibir los vuelos hacia el  aeropuerto Ben Gurión de la ciudad de Tel Aviv en las próximas 24 horas.

"La FAA tomó esa decisión (...) en función de garantizar la seguridad de  los ciudadanos estadounidenses", dijo Harf, y agregó que la medida se produjo  luego del "reciente ataque" de un cohete lanzado por el movimiento islamista  Hamas contra ese aeropuerto.