Por norma, todos los superdeportivos suelen causar sensaciones encontradas en las personas que acceden a él. Por un lado, generan un deseo irresistible por poder subirse y acelerarlo al máximo, para sentirse como el jovencito de la película; por el otro, este jovencito difícilmente lo compraría, aunque pudiera pagarlo, por su escasa funcionalidad, especialmente en países como Chile.

Sin embargo, algo encanta del nuevo Lamborghini Gallardo Superleggera, la versión más liviana y potenciada del deportivo compacto de la marca, y que a Chile trae la empresa Momo Import. Y no se trata de su bello color naranja intenso, o de su espectacular diseño, marca registrada de la firma de Santa Agata. No.

Lo que más llama la atención es que, pese a mostrar unas credenciales de infarto, con una aceleración de 0 a 100 km/h en sólo 3,8 segundos, puede ser usado en el día a día sin tener que sufrir por ello, como suele ocurrir con los superdeportivos de escaso despeje y suspensiones duras como tabla.

Ok, convengamos en que no se acerca al confort que brindan, por ejemplo, los nuevos sedanes potenciados de las marcas alemanas, y por lo tanto, carece de un exquisito andar sobre cualquier tipo de terreno. Y que también duele el alma cuando se enfrenta a las destrozadas calles de la capital.

Pero el Gallardo Superleggera es más noble y menos siútico de lo que pareciera, y ofrece algunas soluciones destacadas para ser utilizado no sólo en una escapada de fin de semana, sino también en el día a día: una suspensión que aguanta los golpes y un sistema electrónico que levanta la trompa, en caso de que se tope con un gran lomo de toro.

El motor no es sólo correr

Otro problema de estos coches de muy alta performance es que son ineficientes cuando ruedan a bajas velocidades, aunque este no es el caso.

Primero, porque el poderoso motor V10 5.0 de 530 caballos, si bien ofrece lo mejor de sí por encima de las 5.000 vueltas, puede ser usado incluso a dos mil, ofreciendo una elasticidad increíble para su concepción. Y segundo, porque el funcionamiento totalmente automático de la caja es más suave que lo normal en este tipo de modelos, donde los pasos suelen ser bruscos y marcados.

Ahora, la esencia de este auto es ocuparlo con pista despejada y con el acelerador a fondo, donde demuestra que es una fiera como hay pocas en Chile, con una sensación de deportividad y agilidad que encanta.

El motor es 30 caballos más potente que el Gallardo normal, y asociado a una carrocería con menos peso (de ahí su nombre) gracias al uso de materiales más livianos, como fibra de carbono y policarbonato, tiene una relación peso/potencia notable de 2.76 kilos por caballo.

Así, tiene una aceleración impresionante apenas se toca el acelerador, haciendo que literalmente el cuerpo se pegue al respaldo de la butaca, a partir de las 4.500 rpm, el sonido que emite la planta cambia violentamente, convirtiéndose en un armonioso pero agudo rugido que hace que todos los transeúntes se den vuelta a mirarlo.

Con camino despejado y utilizando las levas detrás del volante, uno no se da cuenta cuando ya ha superado largamente los 200 km/h y sigue encumbrándose sin dar indicio de fatiga. No sé si la tendrá en algún momento, porque cuando la razón indica que 250 km/h son más que suficientes, el coche sigue corriendo como si nada.

El Gallardo Superleggera tiene tracción a las cuatro ruedas y control de estabilidad, lo que lo hace excepcionalmente fácil de manejar, aunque siempre hay que tener cuidado cuando la potencia abunda. Y como buen deportivo, frena con fiereza y manteniendo la línea recta. Notable.

Así, si quiere un auto realmente deportivo, el Superleggera tiene todo para responder. La gracia es que con un poco de actitud, puede disfrutarlo incluso en las peores situaciones.