Columna de Katia Berdichewsky: “El valor de la reputación”

"El gran desafío para las organizaciones es ser coherentes entre lo que se dice y hace, y tener consistencia en todos los ámbitos en los cuales una organización se vincula con sus stakeholders; esto es, con todos los grupos que, de una u otra manera, se ven impactados por el negocio u operación de una empresa. Esa consistencia nace de una cultura interna alineada en torno a un propósito claro, que inspire a los equipos y que genere una identidad".



Contar con una reputación corporativa sólida es uno de los activos más relevantes de una organización. Así lo refleja un estudio de la consultora internacional Weber Shandwick (2020), según el cual la reputación representa el 63% del valor de mercado de una compañía. Así, la cercanía con los clientes, la calidad de servicio, el compromiso con una gestión sostenible, el aporte a la comunidad, la capacidad de innovar y los beneficios que reciben los trabajadores son –entre muchas otras– variables que determinan el reconocimiento al buen comportamiento empresarial y la confianza que los distintos públicos tienen en una compañía.

El gran desafío para las organizaciones es ser coherentes entre lo que se dice y hace, y tener consistencia en todos los ámbitos en los cuales una organización se vincula con sus stakeholders; esto es, con todos los grupos que, de una u otra manera, se ven impactados por el negocio u operación de una empresa. Esa consistencia nace de una cultura interna alineada en torno a un propósito claro, que inspire a los equipos y que genere una identidad reconocible por quienes interactúan con ella desde fuera.

Esa coherencia entre el decir y el hacer requiere comprender adecuadamente la interdependencia y los vínculos que existen entre las empresas y el entorno con el que interactúan. En esa línea, un aspecto que, en los últimos años, se ha vuelto fundamental en la construcción de reputación es la gestión que las empresas realizan en las dimensiones Ambiental, Social y Gobierno Corporativo (ASG).

En nuestra experiencia, contar con sólidos pilares ASG, que buscan aportar a un desarrollo sostenible, ha sido central para construir una reputación reconocida por nuestros distintos stakeholders. Así, las acciones que hemos implementado para fomentar la resiliencia económica de las comunidades donde estamos presentes, avanzar hacia mayores niveles de inclusión, desarrollar acciones para combatir los efectos del cambio climático, y contar con un gobierno corporativo transparente y moderno, han sido la base en este camino.

En particular, hoy la sociedad reconoce y premia a las organizaciones que destacan por sus avances concretos en materia de diversidad, inclusión, y equidad de género. En Scotiabank, hemos dado pasos relevantes en estas dimensiones. Hoy las mujeres representan el 54% de nuestra dotación y ocupan el 27% de las posiciones de liderazgo del banco. Además, somos el primer banco privado del país en tener un directorio paritario. También hemos adoptado un modelo de trabajo flexible e híbrido, que combina presencialidad y trabajo remoto, lo que permite a nuestros colaboradores conciliar de mejor manera su vida laboral y personal. En la misma línea, fuimos pioneros en adoptar una jornada laboral de 39 horas a la semana.

Son estos avances los que nos han permitido ocupar destacadas posiciones en diversos estudios y mediciones, como es el caso de la versión 2022 de “Merco Empresas”, realizado por el Monitor Empresarial de Reputación Corporativa (Merco). Este año logramos consolidarnos entre las compañías con mejor reputación corporativa del país, escalando cinco posiciones y ubicándonos en el lugar número 26 de la tabla.

Reconocimientos como el de Merco son una motivación para seguir avanzando. Contar con una buena reputación depende de la capacidad de construir una cultura interna en donde el respeto, la diversidad, la inclusión y el bienestar de los colaboradores son ejes prioritarios; de seguir aportando con iniciativas concretas al progreso del país y de las comunidades donde estamos presentes; y de continuar acompañando a los clientes en sus aspiraciones para ver realizados sus proyectos en los más diversos ámbitos.

* La autora es directora de Asuntos Corporativos, Scotiabank Chile.

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