Condiciones para la enseñanza del inglés en Chile

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Expertos prevén que la baja en la matrícula de las Pedagogías será crónica en los próximos años. Foto: Andrés Pérez


Esta columna fue escrita junto a Daniela Appelgren, Académica, de la Carrera de pedagogía en inglés, UDP. 

Existe un declarado interés por mejorar el manejo del inglés en el país. En este afán surgen opiniones referidas a las causas que estarían dificultando esta meta. Se habla de "hacer las clases en inglés", "dejar la enseñanza desde la gramática y hacerlo desde la comunicación", entre otros.

Sin embargo, nos parece importante poner en esta conversación los desafíos que tiene el sistema escolar y los programas de formación inicial sobre la enseñanza del inglés, especialmente respecto a la preparación de profesores de inglés para Educación Básica y el carácter profesional de la labor educativa, donde la reflexión pedagógica parece ser clave para responder a las necesidades de cada contexto educativo.

Primeramente, nos parece importante referirnos a la enseñanza temprana del inglés.  Los estudios indican que es necesario garantizar condiciones que permitan a niños y niñas tener una vasta exposición al idioma, integrarlo con otros aprendizajes, mantener el contacto permanente con el inglés; y contar con profesores de inglés preparados para enseñar en edad temprana.

Respecto a la formación inicial docente, desde que surgieron los estándares orientadores, los programas de pedagogía en inglés comenzaron a incluir en su formación la reflexión pedagógica, motivando así la profesionalización de la carrera docente. Uno de los desafíos que aquí se presenta es transferir esta práctica reflexiva a los contextos laborales una vez egresados los profesores.

Es en la escuela entonces donde se requiere un desarrollo profesional continuo y de calidad, que permita a los profesores fortalecer esta práctica reflexiva. No obstante, se requieren condiciones, tales como: conformar comunidades de aprendizaje donde los profesores puedan colaborar entre ellos para generar una cultura reflexiva; tener el acompañamiento de profesores destacados en evaluaciones docentes que sirvan de mentores en la escuela; recibir y solicitar retroalimentación oportuna sobre la propia práctica que facilite la reflexión de los docentes; y finalmente contar con el tiempo para implementar cambios en pos de la mejora local del proceso educativo.

Por lo tanto, nos parece importante tener esto presente al momento de plantear la necesidad de innovar en la enseñanza del inglés a nivel escolar. No sólo se debe pensar en tiempos y espacios para esto, sino también en el acompañamiento permanente y de calidad al equipo de profesores de inglés.

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