El día después de la tragedia del 27/F

SEÑOR DIRECTOR

Tras conmemorar una década transcurrida desde el megaterremoto y tsunami del 27/F, han abundado los balances sobre las lecciones aprendidas. Pero, para no repetir la historia, todo esto debe derivar en acciones concretas.

La tragedia nos mostró la necesidad de modificar los sistemas de comunicación de emergencias y el estándar de las viviendas transitorias, crear planes de reconstrucción sostenible para las zonas afectadas y proponer un nuevo plan nacional para la gestión de riesgos.

Sin embargo, aún no tenemos una comprensión integral del contexto que afecta a nuestras ciudades, lo que condiciona su desarrollo futuro. La emergencia, la reconstrucción y la prevención se han visto como acciones temporales y desligadas entre sí.

En cambio, la planificación de estas fases como parte de un ciclo, que debe ser abordado de forma simultánea y multisectorial, ha sido identificada como el mejor camino para permitir el desarrollo futuro, como quedó de manifiesto en el “Marco Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres”, suscrito por Chile y otros países en 2015.

No lograremos un futuro sustentable en nuestras ciudades mientras sigamos reconstruyendo de forma reactiva, ya sea por un terremoto o por eventos influenciados por el cambio climático; y menos aún con estrategias poco realistas, como las viviendas “anti tsunami”, construidas en el borde costero de ciudades afectadas por el 27/F.

Debemos aprovechar estas instancias de conmemoración para reflexionar, pero también para tomar acciones y legislar antes de que nos veamos enfrentados al siguiente evento.

Elizabeth Wagemann F.

Escuela de Arquitectura Universidad Mayor