SEÑOR DIRECTOR

Con fecha 3 de diciembre de 1997, nuestro país suscribió la Convención sobre la Prohibición del Empleo, Almacenamiento, Producción y Transferencia de Minas Antipersonal y sobre su Destrucción, adoptada en Oslo, Noruega, el 18 de septiembre de ese año (Convención de Ottawa). El artículo 5 de dicho tratado internacional establecía la obligación de cada Estado parte de “destruir, o asegurar la destrucción de todas las minas antipersonal colocadas en las zonas minadas que estén bajo su jurisdicción o control”.

Su finalidad es poner fin al sufrimiento y las muertes causadas por las minas antipersonal, que matan, mutilan o causan graves daños a víctimas en el mundo y, por supuesto, Chile no estaba exento de ello.

Recientemente, nuestro país cumplió a cabalidad su compromiso. Gracias al trabajo, esfuerzo y dedicación de hombres y mujeres, personal militar y civil de las unidades de desminado del Ejército y de la Armada, fueron destruidas un total de 179.815 minas, de las cuales 120.905 fueron minas antipersonal y 58.910 eran minas antivehículos.

Ello significó despejar 200 áreas minadas en seis regiones: 89 en Arica y Parinacota, 8 en Tarapacá, 67 en Antofagasta, 2 en Valparaíso, 1 en la Región Metropolitana y 33 en Magallanes y la Antártica Chilena. En total, 27 millones 533 mil 823 metros cuadrados fueron liberados de estos peligrosos artefactos.

Es un hecho que miembros de las FF.AA., arriesgando sus propias vidas, cumplieron de gran forma su cometido en beneficio de nuestros compatriotas y acorde con los estándares internacionales en la materia.

Pablo Urquízar M.

Jefe de Gabinete del Ministerio de Defensa Nacional